MALA PINTA

Domingo 28 de junio de 2009, elecciones legislativas en Argentina. A seis años de gestión Kirchnerista, esta medición y conteo de legisladores, se realiza en un enrarecido clima político, económico, social y ahora también sanitario. Una manipulación mediática a todo nivel ha sido la constante característica de esta campaña electoral. Para ser precisos, desde hace más de treinta años se ha desarrollado y engordado el rumor y la acción sicológica sobre la población con fines inconfesables. En esta ocasión una batería interminable de operaciones o mini operaciones puntuales para destituir en autoridad, desprestigiar y descalificar a tal o cual político o dirigente opositor y que también arrecian sin descanso sobre empresarios, funcionarios, diplomáticos, productores, etc. La inteligencia pareciera que se ha desarrollado en una sola dirección. Ya es una política de estado, muy superior en tiempo y esfuerzo a cualquier otra que tradicionalmente formaba parte del ejercicio gubernativo. Hoy todo son maniobras distractivas y dilatorias, niebla que oculta tal o cual problema. Pero a todas luces, ya se está comprobando que lo que se pretende ocultar principalmente, no es ya una supina y notoria incapacidad para gobernar, sino la excluyente y persistente voluntad de no cambiar. El deterioro político del gobierno es muy serio sumado a un cansancio generalizado de toda la población. Si bien es cierto que en la labor de despolitizar y vaciar de contenido a la política y a la sociedad en su funcionamiento estructural, en estas tres décadas todos los gobiernos se han sacado chispas, pero el premio mayor se lo llevan los Kirchner. Uno de los resultados buscados de estas tramoyas, es una respuesta que nunca se hizo esperar. Han crecido en paralelo, se han agrandado dirigentes políticos que son meros espejos de los Kirchner, a pesar de plantearse como enemigos. Recordemos luego, que entre bueyes no va a haber cornadas. Todos esos candidatos “opositores”, vamos a ver como se comportan en el congreso cuando los busquen en alianzas “progresistas” puntuales para algún tratamiento legislativo. Y también grandes medios periodísticos, voces y plumas nacionales, aliados y ex aliados del gobierno, se suman al sainete posando de inocentes, probos y justos. Verdadera pandemia muchísimo más letal que la repentina, sospechosa y promocionadamente grave gripe porcina.