El domingo 28 se realiza en el mundo la colecta del Óbolo de San PedroCiudad del Vaticano, 27 Jun. 09 (AICA)
En numerosas parroquias del mundo, en las misas de este domingo 28 de junio, víspera de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo y fiesta del Pontífice, tendrá lugar la colecta llamada del Óbolo de San Pedro, Jornada de la Caridad del Papa.
El dinero recaudado en esa colecta que se envía al Santo Padre, el Papa no lo destina a los gastos de la Santa Sede, para ello existen otras colectas o ingresos, sino que se dedica a obras de ayuda a favor de los más pobres.
El Óbolo de San Pedro comprende también las contribuciones procedentes de los institutos de vida consagrada, de las sociedades de vida apostólica y de fundaciones, así como de donativos de fieles particulares.
Según los últimos datos disponibles, el Óbolo de San Pedro recogió en 2007 casi 80 millones de dólares, mientras que en 2006 habían sido algo más de cien millones. En los próximos días se harán públicos los datos relativos al año 2008.
Según el informe, los católicos de Estados Unidos aportaron el 28,29% a esta cantidad, con 18.725.327 dólares.
Siguen después Italia, que contribuyó con el 13,04% (8.632.171), Alemania con el 6,08% (4.026.308 dólares), España con el 4,10% (2.715.524 dólares), Francia con el 3,68% (2.436.935 dólares), Irlanda con el 3,33% (2.205.917 dólares), Brasil con el 2,18% (1.441.987 dólares), República de Corea con 1,60% (1.055.701 dólares).
En el último año, estas ayudas fueron destinadas a paliar la situación de poblaciones flageladas por catástrofes naturales (terremotos, inundaciones) o por la violencia (como fue el donativo que el Papa dio a Gaza tras la guerra de enero), a través del Consejo Pontificio "Cor Unum".
El Óbolo de San Pedro permitió, además, ayudar a la Ciudad de los Muchachos "Nazaret" de Ruanda, (la "Nazareth Boys Town" de Mbare), que recibe a huérfanos, con frecuencia víctimas del genocidio y la guerra civil.
Asimismo, el Óbolo permitió destinar ayudas a través de la Fundación "Populorum Progessio" para los campesinos e indígenas de América Latina, y a través de la Fundación "Juan Pablo II para el Sahel", que apoya proyectos de desarrollo en el África Subsahariana, especialmente donde hay riesgo de desertización.
