La líder de la Coalición Cívica y el ex gobernador se vienen mostrando juntos y coincidieron en disparar contra el radicalismo y en rechazar una ley que avale el uso de reservas. Y fueron los únicos jefes de bancada dispuestos a bajar al recinto a iniciar una sesión especial. Enfrentada con su partido de origen, la chaqueña ya anticipó que quiere peronizar su movimiento. ¿Felipe es el elegido?
Estuvieron en veredas tan distantes hasta hace sólo unos años que parece increíble que por estos días Elisa Carrió y Felipe Solá casi no tengan puntos de discordancia.
Ni siquiera cuando el endeble conglomerado opositor de Diputados estalló hoy en mil pedazos por acusaciones varias de la chaqueña, que sólo no rozaron al ex gobernador.
Solá y Carrió transitaron sus vidas en veredas opuestas pero hoy los une algo más que el Congreso: los enemigos. Ambos disparan duro y parejo contra el kirchnerismo y tienen a la UCR como uno de los rivales seguros para 2011.
“No sé porqué se sorprenden, desde diciembre venimos trabajando juntos”, dijo en enero Carrió, cuando la consultaron sobre las sucesivas apariciones junto a Solá y al jefe del bloque Pro, Federico Pinedo.
Pero a diferencia de este último, Solá no tiene jefes directos que quieran ser presidente en 2011. Y ya abundan las versiones de que Carrió, en pos de darle algo de peronismo a la aislada Coalición Cívica, habría pensado en él para secundarlo. En el horizonte felipista la vicepresidencia es un destino promisorio.
Lilita, mientras tanto, aumenta día a día el tenor de su guerra con el radicalismo, que centra en el vicepresidente Julio Cobos, pero este miércoles la amplió al jefe del bloque de diputados de la UCR, Oscar Aguad, a quien acusó de boicotear la sesión especial finalmente frustrada.
Carrió dijo que el radical cordobés le avisó al secretario parlamentario de la Cámara, Enrique Hidalgo, que suspendiera la sesión. “Fue un acuerdo de Aguad con Fellner, que son frecuentes”, denunció más tarde.
Hay un pacto entre ellos que todos recuerdan: el de la sesión preparatoria del 3 de diciembre, cuando acordaron cederle al kirchnerismo la vicepresidencia segunda, estaba pensada para el peronismo federal en el pacto opositor, que debió conformarse con la vice tercera. La Coalición se quedó sin nada.
Fuentes de la Coalición Cívica confiaron a LPO que Solá hoy avisó que estaba dispuesto a llevar su bloque a la sesión especial, que el resto de los bloques consideró inútil porque no había proyectos para tratar, pero Carrió quería para usarla como tribuna política.
No pudo y disparó para todos lados, menos para Solá. El ex gobernador habló más tarde, compartió con su nueva amiga el rechazo al proyecto de ley de Verna, un calco del DNU que propone pagar deuda con reservas y hasta tiró dardos contra el radical Gerardo Morales, afín a Carrió por su odio compartido hacia el vice.
Al ser consultado sobre si, en concordancia con lo que venía de denunciar Carrió, el senador radical formaba parte de los cómplices ocultos del kirchnerismo, Solá respondió: "No de Morales", respondió. Al parecer, conocía bien el speach de su socia.
FUENTE: lapoliticaonline
No hay comentarios.:
Publicar un comentario