Por Hugo Alconada Mon/La Nación.-
Dos años, tres meses y tres semanas después de que estalló el escándalo, el vicepresidente Amado Boudou fue citado a indagatoria por su supuesto rol en el caso Ciccone. Se convirtió en el funcionario de más alto rango del Poder Ejecutivo, en ejercicio, en afrontar una acusación formal de la Justicia por presuntos actos de corrupción desde el retorno de la democracia.
Según el juez federal Ariel Lijo "Boudou, junto a [su socio y amigo] José María Núñez Carmona, habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial".
Se convirtió en el funcionario de más alto rango del Poder Ejecutivo, en ejercicio, en afrontar una acusación formal de la Justicia por presuntos actos de corrupción desde el retorno de la democracia
Es decir, que Boudou no sólo habría incurrido en supuestas negociaciones incompatibles con su función pública como ministro de Economía para ayudar a una empresa, sino que en realidad lo habría hecho para, en última instancia, ayudarse a sí mismo.
Eso, acaso, podría explicar por qué aún hoy, transcurrido todo este tiempo y con la empresa primero intervenida por el Gobierno y luego expropiada por el Congreso de la Nación, se ignora quiénes son los verdaderos dueños detrás del misterioso fondo The Old Fund.
Quedan, claro, muchas otras preguntas sin responder. ¿Quiénes fueron los financistas ocultos de la operatoria? ¿De dónde salió el dinero? ¿Fue Boudou el supuesto líder de toda la operatoria? ¿Acaso hubo alguien, por encima de él, que impartió órdenes a otras áreas del Estado lideradas por funcionarios enfrentados con Boudou, como el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray o el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno ?
No hay que olvidar que, según múltiples funcionarios, empresarios y colaboradores de Moreno, el por entonces temible secretario de Comercio aludía a Boudou -su teórico superior en el Palacio de Hacienda- por un apodo feroz: "El chorrito". ¿Acaso, pues, acataría Moreno una orden de Boudou a favor de la nueva Ciccone y el misterioso The Old Fund, sin una directriz superior?
El 15 de julio, dos días después de concluido el Mundial, Boudou deberá afrontar estas -y otras- preguntas.