El viernes se anunció que las personas físicas podrán acceder al mercado oficial, pero no las compañías, por lo que parece ser un anuncio meramente marketinero y con muy pocas repercusiones en el mercado cambiario.
Seguramente lograr una autorización de la AFIP para comprar dólares será tan difícil como sacarse un billete de la lotería. Por esa razón el anuncio fue realizado a las 8, antes de que abrieran los mercados.
No hay una apertura del cepo cambiario, porque el acceso al billete será insignificante y no tendrá ninguna incidencia en el mercado. Es que el BCRA no está en condiciones de ceder ninguna reserva, porque la tendencia de sus activos sigue siendo a la baja.
Como hasta ahora, el dólar blue va a depender exclusivamente de las medidas macroeconómicas del Gobierno. Si estas son las únicas medidas, va a subir la cotización hasta alcanzar una brecha del 70%. El dólar oficial, en tanto, está buscando un equilibrio entre los $ 8,50 y $ 9.
La devaluación es una estrategia nueva del BCRA, diferente de lo que venía haciendo, que era depreciar el peso a cuentagotas. Era una pulseada que la autoridad monetaria estaba perdiendo, porque el exportador e importador se adelantaban a la devaluación.
Pero aún estamos dentro del mismo círculo vicioso. La inflación se retroalimenta con el tipo de cambio y esto luego volverá a empujar al dólar a una nueva devaluación. Estamos en una situación similar a cuando el perro se muerde su propia cola.
