En las mesas calculan que seguirá perdiendo reservas hasta la cosecha.
El Gabinete económico del Gobierno cree que el dólar alcanzó un “nivel de convergencia” con la suba de $ 1,21 que anotó durante la semana pasada en el mercado mayorista y se dispone a sostenerlo en torno a los $ 8 a los que cotizó el viernes pasado. El trayecto que tomó el oficial le costó al BCRA más de u$s 1.500 millones de sus reservas y, de cara a la flexibilización del cepo para personas físicas que arrancará hoy, en el sector financiero esperan que la sangría continúe hasta la entrada de los dólares de la cosecha, en abril próximo.
Las palabras del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, serán el punto de partida para la primera flexibilización del cepo cambiario desde que en octubre de 2011 la AFIP comenzara a trabar la adquisición de divisas. Hoy mismo, según asegura el Gobierno, las personas físicas que puedan justificar el origen de sus fondos podrán comprar en las condiciones que el jefe de ministros detalle: con cupos mensuales por persona, un recargo del 20% a cuenta de impuestos y validación fiscal previa.
La demanda agregará una nueva presión demandante al mercado cambiario mayorista, en el que el BCRA ya tuvo que vender más de u$s 1.100 millones en lo que va de enero para conducir al tipo de cambio.
El nivel de $ 8 que alcanzó el dólar el viernes –y a partir del cual debería empezar a moverse la divisa a un ritmo de suba mucho menor– va a ser defendido por el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, con todo su repertorio de “flotación administrada” del tipo de cambio.
Una rigurosa programación de las compras mayoristas, la venta de divisas para proveer al mercado cuando falte la demanda y el estímulo –cualquiera que sea– a la liquidación de exportaciones jugará su rol. Pero, además, deberá sostener ventas para marcar el nuevo rumbo a la divisa.
Tras los cambios en el Gabinete, que a mediados de noviembre llevaron a Capitanich a la jefatura de ministros, a Fábrega al BCRA y a Axel Kicillof al Ministerio de Economía, el Gobierno se había anotado un breve éxito en materia de contención de la salida de divisas.
A pesar de varios pagos de deuda que cayeron sobre el último mes del año, en diciembre perdió sólo u$s 199 millones de reservas, tras perder u$s 2.433 millones en el mes de noviembre.
En lo que va de enero, las reservas cayeron como mínimo unos u$s 1.536 millones, en base a datos preliminares que comunica el propio BCRA (y que suelen tener un sesgo bajista).
Es el peor enero desde 2006, cuando las reserves perdieron más de u$s 8.000 millones por la cancelación de las deudas con el FMI.
En el sector financiero, entienden que la nueva flotación administrada tendrá un verano arduo, pero que si logra tender el puente hasta la cosecha (en el mes de abril), puede ser exitosa.
“No lo vemos tan mal, en principio, creemos que van a asignar unos u$s 30 o u$s 50 millones por día para minoristas, pero las ventas serán fuertes. No me parece exagerado calcular una pérdida de u$s 2.000 millones de reservas por mes hasta la cosecha”, dijeron en un banco.
