Luis Fuensalida comisario retirado de la Policía Federal y ex jefe de Interpol en Argentina |
Por Guillermo Cherashny/El Informador.- Luis Fuensalida en declaraciones a Perfil de ayer, agregó un dato muy interesante para evaluar la denuncia del fiscal Alberto Nisman sobre el eventual encubrimiento de la presidente y el canciller Héctor Timerman a los acusados iraníes por el atentado a la AMIA, ya que informa que las alertas rojas que originalmente había pedido el entonces juez federal Juan José Galeano y que la secretaria ejecutiva de Interpol, ejercida por Ronald Noble, aceptó, pudieron haber quedado suspendidas preventivamente a consecuencia de la firma del Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán.
Fuensalida reveló así que esta suspensión preventiva ya ocurrió entre el 2004 y el 2007: “En septiembre de 2003, detuvieron al ex embajador iraní Hadi Soleimanpour por pedido del juez Juan José Galeano. Su colega inglés Christopher Pratt consideró que los elementos enviados no eran suficientes y ahí intervino el ministro del Interior británico y consideró cerrada la causa y lo liberó. Luego, vino la destitución de Galeano por el tema de Telleldín y, por otra parte, el Tribunal Oral Federal 3 (TOF3) inició el juicio de la conexión local. Basándose en estos hechos, Interpol Irán envió una carta a la Secretaría General en febrero de 2004 pidiendo el levantamiento de las nueve circulares rojas”.
Estas declaraciones seguramente se incluirán en la causa que debe resolver la Cámara de Casación sobre la constitucionalidad del Memorándum en cuestión.
Las mentiras de Timerman
Sobre el porqué de la decisión gubernamental de firmar el tratado hay dos interpretaciones. Una es la del canciller Héctor Timerman, quien dijo en el Senado en el momento de exponer sobre el Memorándum en enero del 2014, que fue por falta de argumentos jurídicos, por lo cual era necesario firmar el acuerdo con Irán para crear la comisión de la verdad y realizar entonces las indagatorias en Teherán. Sin embargo, el vocal de la Sala I de la Cámara Federal Eduardo Farah, en su voto a favor de la inconstitucionalidad del Memorándum, señaló que Timerman le mintió al senado porque el Reino Unido liberó a Soleimanpour por razones políticas y no jurídicas como dijo Timerman. Ahora, con las declaraciones de Fuensalida, quedó en claro que Interpol, entre el 2004 y el 2007, suspendió las alertas rojas, por lo cual no se podían efectivizar las detenciones si los imputados salían de Irán. Esta suspensión fue concretada contra la voluntad del juez Rodolfo Canicoba Corral y de Nisman, quienes suplantaron a Galeano y a los fiscales José Barbacia y Eamon Mullen.
Durante los dos años siguientes a la suspensión, Fuensalida intentó levantar las suspensiones sin éxito porque Irán proponía un acuerdo para la designación de un jurisconsulto de fama internacional, el entonces juez Baltazar Garzón y una comisión de cuatro juristas más que decidiera sobre el tema, algo parecido a lo que se firmó luego en el Memorándum. Durante esos cuatro años hasta el 2007, el juez y el fiscal intentaron levantar la suspensión de las alertas rojas y finalmente lo lograron en ese último año, pero sólo para cinco de los imputados, ya que Noble optó por excluir a tres de ellos. Cabe señalar que en las revelaciones de Wikileaks el embajador estadounidense en Buenos Aires, Earl Anthony Wayne, en varias oportunidades dijo que el norteamericano Noble, que tenía la última palabra en Interpol, era muy permisivo con Irán. Esto se demuestra cuando Timerman le pregunta si Argentina alguna vez pidió el levantamiento de las alertas rojas y dijo lo obvio, que no, porque el mismo tenía atribuciones para suspenderlas indefinidamente si había un acuerdo entre ambos países. El mismo fue el Memorándum, que en su artículo 7 deja en claro que Interpol puede suspender preventivamente las circulares. Lo cierto es que Irán no ratificó el tratado, no se sabe aún por qué motivo.