La reestatización de YPF ya perfila a sus beneficiarios y damnificados en la política nacional. Para Daniel Scioli, el reposicionamiento de la figura presidencial y de su entorno más duro no sería una buena noticia. Por primera vez en varios meses, el cristinismo recupera oxígeno para motorizar nuevas maniobras destinadas a corroer las bases de sustentación del gobernador. En las últimas semanas, la tragedia del Once y el Boudougate pusieron al gobierno a la defensiva y Gabriel Mariotto se mostró menos agresivo contra su jefe Scioli, lo que ahora podría cambiar. La magia del nacionalismo petrolero también reduce la capacidad de Hugo Moyano para confrontar con el gobierno. La sola existencia de un director sindical en la futura estructura de YPF y la participación que los gremios tendrían en distintas áreas de la empresa, son motivo más que suficiente como para que el sindicalismo oficial se muestre comprensivo con el gobierno. Ver más
Y, un detalle no menor, el sindicato de camioneros y varias de sus empresas controladas están estrechamente vinculados al transporte de combustibles, maquinarias e insumos para YPF. Es decir que Moyano tiene ahora en carpeta un nuevo tema que lo obliga a sentarse con el gobierno.
Un tercer perjudicado, en este caso del lado oficial, es Julio de Vido. Siendo Ministro de Planificación fue obligado a asumir el ingrato rol de interventor de una intervención sin sustento legal alguno y encima aparece siguiendo los lineamientos del joven Secretario de Programación Económica Axel Kicillof. A éste, su nuevo rol lo proyecta, mientras De Vido parece condenado por la presidente a combatir contra los grupos empresarios que eran sus mejores aliados. Todo un castigo que señala su eclipse.
Otra víctima del zarpazo cristinista es la vieja UCR. No hay duda de que Mario Barletta, Ricardo Alfonsín y Leopoldo Moreau, entre otros, se inclinan por apoyar al gobierno en un tema que es caro a los sentimientos estatistas del radicalismo, que en el ‘64 y a través de Arturo Illia dejó sin efecto las concesiones petroleras a empresas extranjeras. Otros, como los senadores Ernesto Sanz, Gerardo Morales y Oscar Aguad, se orientan, en cambio, por condenar el atropello que la reestatización implica para todas las formas jurídicas.
Winners
Pero la saga chavista de Cristina suma también ganadores. El más obvio es Amado Boudou, que puede respirar, porque los medios y la opinión publica casi dejaron de ocuparse del escándalo de Ciccone, aunque se trate -obviamente- de una victoria transitoria.
Carlos Zannini y Guillermo Moreno salen también fortalecidos por la incómoda situación en la quedó de Vido y porque la solución elegida por YPF está a tono con los halcones del gobierno. En la oposición, Mauricio Macri levantó el perfil con acierto saliendo de una etapa de escaso predicamento. Por último, La Cámpora -vía Kicillof- vuelve a encontrar un espacio para lo que mejor sabe hacer, que es ocupar cargos en los niveles más altos de la administración.
