HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

domingo, 1 de agosto de 2010

LA REALIDAD DE LOS JUBILADOS NO ES AJENA A LOS DESTINOS DE LA NACIÓN.

Por Alberto Breinlinger (*)
Especial para Hoy

El oficialismo defiende con uñas y dientes el mecanismo calificado de movilidad, instaurado por ley del Congreso nacional. La consideración más importante que se debe hacer es cuál es el verdadero significado de ese concepto. Para el Gobierno es un método de ajuste bianual y tiene el objetivo de elevar el nivel del haber, para dignificar a quienes se encuentran en la tercera edad. Sin embargo, este concepto -el de “la movilidad”- debe interpretarse como el sistema que a través de políticas diversas acerque, en el menor tiempo posible, el haber jubilatorio al 82% del salario que percibe en la actualidad y que se encuentra escrito en la Constitución nacional. Ni el oficialismo ni la oposición han puesto este crítico tema en debate.
El Gobierno acaba de otorgar el 16,9% a partir de septiembre. La oposición tampoco realiza aportes de jerarquía para resolver este drama nacional. Proponen elevar el mínimo al 82% del salario mínimo y móvil, es decir, aproximadamente $ 1.250.

Este aporte, poco significativo en poder adquisitivo, tiene el agravante que modifica regresivamente la pirámide de ingresos. En la actualidad el 70% del sector pasivo se encuentra en la mínima, y con el proyecto opositor este porcentaje se elevaría a más del 80%.

Pero lo más grave de la situación previsional, además de la movilidad, es que un jubilado necesita para vivir con un mínimo de dignidad $ 2.500. Esto en tanto y en cuanto posea vivienda propia, de lo contrario el mínimo debería ser de $ 3.500.

Lo que debe entender la dirigencia política y social, es que esta limitación no solamente obedece a hechos de corrupción o a que la Anses derive fondos para otros destinos. Fundamentalmente se debe a que los aportes realizados por trabajadores y empresarios son insuficientes para financiar una modificación seria y profunda. Y que esto se debe a que el mercado interno se encuentra deprimido en un 70% con salarios que no superan los $ 2.500.

Es imposible tener un sistema previsional justo y equitativo, si no hay un mercado interno fuerte con salarios altos e inversiones reproductivas que integren el aparato productivo. Para lo cual es requisito asumir la realidad, que es cruda y mucho peor sin futuro, por lo menos en el corto plazo.

El crecimiento económico a tasas elevadas no es garantía de que se modifique la realidad de los más desposeídos. Es necesario que el aumento de la producción y de la productividad sea producto de un proyecto nacional y de políticas que fortalezcan el mercado interno, esencialmente con salarios altos y blanqueados, para lo cual el movimiento obrero debe tomar conciencia de que es el único camino posible.

Todas las discusiones que se ven ignoran lo que ocurre, lo cual genera un sentimiento de confusión, desolación y desconfianza. Todo lo opuesto de lo que debería ser, porque la realidad indigna es un flagelo, pero un futuro incierto provoca la muerte en vida de muchos ciudadanos, demasiados.

(*) Licenciado en Economía

Diario Hoy

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