Por El Cronista.-
El titular del Smata, que desde abril último ocupa un cargo en el PJ Bonaerense conducido por el kirchnerismo, disparó también contra el aumento de las tasas: “La plata es cara en este país, nadie va a ir a comprar un coche”.
El jefe del sindicato de mecánicos Smata, Ricardo Pignanelli, aseguró hoy que tiene una ‘calentura perra‘ por la crisis en el sector que afecta a miles de trabajadores.
“Vamos a tener paciencia y cuando se nos termine, tomaremos otro camino. En julio tendremos el verdadero panorama sobre si esta situación se prolonga o no”, dijo el titular del gremio que representa a unos 100.000 trabajadores.
Pignanelli viene conteniendo el fuerte reclamo de los operarios de las automotrices en medio de una crisis inesperada a principios de año y que ya sumó unas 15.000 suspensiones en lo que va del año, con despidos en autopartistas.
“Tengo una calentura perra, parece que estamos en un país de sordos y caprichosos. El problema no son los sordos sino los caprichosos, porque es un defecto humano y los peores son los brutos que creen que se pueden arreglar las cosas de prepo”, dijo el sindicalista en declaraciones a radio Nacional Rock.
Pignanelli ratificó que el gremio no determinará por ahora medidas de fuerza para protestar por las suspensiones, pero estimó que “cuando salga a la cancha” va ser porque los operarios ya dilucidaron “con quién se las tienen que agarrar”.
“A esta altura estoy apuntando para todos lados”, dijo el sindicalista al responsabilizar por la crisis tanto a las automotrices como al Gobierno, a pesar de su cercanía, al punto que desde abril último ocupa un cargo en el PJ Bonaerense conducido por el kirchnerismo.
La industria automotriz atraviesa una crisis debido a la fuerte baja en la demanda por parte de Brasil y también a la caída de las ventas internas por la disparada de precios que provocó la puesta en marcha de nuevos impuestos el primero de enero último.
“A mí me tocan a los trabajadores y me están tocando a mis hijos. Están jugando con los laburantes, tengo la paciencia del mundo pero con los laburantes no se juega”, dijo Pignanelli, visiblemente enojado por la situación.
Y apuntó: “Tengo la paciencia para aguantar pero se están metiendo con los hijos, y mis hijos son los primeros que sufren”.
“El primer sindicato que se cae es el mecánico porque todavía hay muchos burgueses que se creen que el automóvil no es una herramienta de trabajo”.
Precisó el sindicalista que en 2013 la gente que contaba con dinero excedente buscaba los autos de alta gama como un nicho de ahorro porque el tipo de cambio estaba en los 6 pesos y comprar un auto de alta gama de 150 mil dólares les era posible.
“Cuando el dólar se fue a 8 pesos y se le puso el impuesto a los coches de alta gama, vino la crisis‘, dijo, e indicó que “el problema es que la plata es cara en este país, los intereses están muy altos entonces, nadie va a ir a comprar un coche”.
Evaluó que el Banco Central debería bajar la tasa de los créditos, lo que podría dinamizar el mercado con la venta de unas 80 o 100 mil unidades cero kilómetro más que las actuales.