Por Guillermo Cherashny.- Un mes atrás dimos la primicia de que Cristóbal López estaba negociando la compra de la totalidad de la productora Ideas del Sur a Marcelo Tinelli y su socio Clarín. Y que el conductor seguiría en Canal 13 con sus principales productos. También señalamos que el grupo Clarín le daría una señal de cable de entretenimientos a Tinelli. La venta de Ideas del Sur al zar del juego es muy bien vista en el multimedios, que perdía bastante plata pagando los sueldos de 320 empleados de la firma. Con la operación, Clarín se embolsaría 9 millones de dólares sobre un total de 30 a pagar y además López se haría cargo de las pérdidas. Existía en el ambiente la suspicacia de que el empresario, con estos 30 millones, intenta en realidad comprar impunidad para que el multimedios no lo investigue. De hecho, Jorge Lanata hasta ahora no tocó el tema.
Sin embargo, ayer la principal periodista de investigación del equipo de Lanata, Luciana Geuna, acusó a López de permitir que sus socios del juego aporten a la campaña del Frente para la Victoria en Buenos Aires. Como es sabido, los concesionarios del Estado están impedidos de aportar financiamiento electoral. Este hecho sería una señal negativa para el acuerdo con López, que estaría a punto de ser firmado.
Para cubrir la retirada
El caso es que el trasfondo de la venta de Ideas del Sur sería una operación política bastante más ambiciosa. Como dice el refrán: “si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él”. Según una versión que se origina en el entorno presidencial, CFK, Carlos Zannini, Cristóbal López y David Martínez, propietario del fondo Fintech y del 40% de Cablevisión, estarían poniendo en marcha una estrategia para intentar controlar el grupo Clarín a través de un plan de negocios. El nuevo plan implicaría un claro reconocimiento del fracaso de la guerra judicial y de la imposibilidad de que en los próximos tiempos se apliquen las cláusulas de desinversión de la ley de medios que obligarían al desguace del grupo.
Las mismas fuentes indican que el mexicano Martínez sería uno de los nuevos administradores de la fortuna de los Kirchner y estaría avanzando en el lavado de activos mediante compras en varios lugares del mundo. Por ejemplo, la participación de Fintech de la ampliación del capital del banco Sabadell de España. Esta entidad, completó la primera fase de la ampliación de capital de hasta 1.400 millones de euros que lanzó para reforzar su capital e incorporar inversores internacionales, captando a más de 80 inversores que han aportado unos 650 millones. Este primer tramo de 650 millones ha estado liderado por Martínez (a través del fondo estadounidense que controla, Fintech Investments, y del banquero colombiano Jaime Gilinski (a través de su fondo Itos Holding). Cada uno ha cubierto 275 millones de la ampliación. Fintech ha suscrito finalmente más de los 150 millones comprometidos inicialmente hasta igualar en peso a Itos, de forma que entre los dos suman el 10% del capital de Banco Sabadell.
En los tiempos más duros de la guerra de Clarín con el gobierno, Martínez se pronunció públicamente a favor de la ley de medios, seguramente para proteger su parte de Cablevisión.
Pero ahora su posicionamiento cambió. La compleja situación judicial de Lázaro Báez, entre otros factores, habría generado un vacío que le facilitó al mexicano conquistar la confianza presidencial. Participando de la administración de los negocios del poder, su fondo Fintech hasta podría aspirar a quedarse con la parte de Telecom que es de los italianos, que a su vez son controlados por Telefónica de España. El gobierno mantiene excelentes relaciones con Telefónica y también tiene colonizado a Telefé. Todo esto no quita que el oficialismo no estudie avanzar sobre Telecom. Y especialmente si se concreta la proyectada entrada del zar del juego en Canal 13. En esta recomposición, este último también tendría planes para quedarse con el Canal 9 en sociedad con Marcelo Felgueras, dueño de un poderoso laboratorio y ex accionista del diario Crítica que dirigía Lanata.
En síntesis, el kirchnerismo aspiraría a que, en su retirada de la Casa Rosada, CFK sea defendida por una cadena compuesta por tres canales abiertos. Pero el objetivo más ambicioso sería controlar Clarín a través de Martínez y Fintech, uno de los fondos con mayor presencia en la reestructuración de la deuda argentina en el 2005. Como parte de sus servicios a Olivos, Martínez en los Estados Unidos para que la Corte Suprema de ese país acepte primero tratar la apelación argentina al fallo favorable a los holdouts y que luego, lo que es más difícil, suspenda la orden judicial de pagarle U$S 1330 millones a los fondos buitres. Para una presidente que tiene motivos para sentirse acorralada y cuyos riesgos judiciales son muy importantes, este plan tal vez le permitiría amortiguar las consecuencias de la pérdida del poder. Y hasta podría sustentar su aspiración de suceder a Daniel Scioli y atrincherarse en La Plata.
