Por Carlos Burgueño/Ámbito Financiero.- Se habla además de un “default inevitable, pero no inmediato” por el juicio contra buitres.
El Club de París, en un informe interno, asegura que es “inevitable” que la Argentina caiga en default por el juicio ante los fondos buitre, pero que eso no será “inmediato”. Aclara igualmente que se están estudiando otras maneras de pagar la deuda fuera de Nueva York. Afirma, además, que el Banco Mundial habló de una “alianza” a favor de la Argentina para volver a los mercados financieros internacionales.
El Banco Mundial propuso en septiembre pasado una "Estrategia de asociación con el país" (Country Partnership Strategy, CPS) para que la Argentina pueda volver a los mercados financieros internacionales.
Fue en un encuentro del directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) preparatorio para la reunión anual conjunta de ambos organismos del 10 de octubre, en el cual habló de una alianza a favor de la Argentina por la cual ésta pueda volver lentamente a los mercados financieros internacionales.
La entidad que dirige el coreano-norteamericano Jim Yong-kim, aseguró en ese encuentro en Washington que Canadá fue uno de los países que consultó sobre esta alternativa, ante el panorama negativo que se le avecina al país por las malas noticias de los tribunales de los Estados Unidos y los fallos contra la Argentina en el juicio contra los fondos buitre.
El dato, clave, surgió de un paper de rutina interno del Club de París distribuido dentro del organismo la semana pasada, donde además se asegura que para el país "un nuevo default es casi inevitable, pero no inmediato".
Lo que preocupa al organismo y queda expuesto en el texto al que tuvo acceso este diario es la posibilidad de retomar las negociaciones con la Argentina para que comiencen seriamente las discusiones (o se retomen las cerradas en 2011) con el grupo de países acreedores vinculados al Club de París, a los cuales (sin contabilizar intereses) se les deben unos u$s 6.750 millones. En mayo de 2011, cuando aún Amado Boudou era ministro de Economía, el Club de París se negaba a cualquier plan de pagos si antes la Argentina no accedía a una revisión prevista en el artículo IV de la Carta Orgánica del FMI, una posición que políticamente el Gobierno de Cristina de Kirchner rechazaba.
La crisis financiera internacional y la corrida posterior a las elecciones de octubre de 2011 cerraron cualquier posibilidad de avance en las discusiones.
Lo que ahora le interesa al Club de París, y se menciona en el texto, es si luego del acuerdo con el Banco Mundial cerrado hace quince días, la Argentina puede armar alguna estrategia financiera mundial para volver a los mercados financieros, conseguir fondeo y retomar las negociaciones con el organismo. Igualmente, el Club de París, integrado por Estados como Alemania, Japón, Italia, Gran Bretaña, España, Holanda, Canadá y los Estados Unidos, entre otros, menciona en el paper que la situación futura del país ante los mercados internacionales es difícil y complicada ante el fallo negativo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York por el juicio contra los fondos buitre y el posible rechazo de la Corte Suprema de EE.UU.
Explica el informe que la resolución no será inmediata, pero que inevitablemente terminará en un default (técnico) y que la calificación de la deuda no mejorará del CCC+ de Standard & Poors del 11 de septiembre pasado.
El paper demuestra además, en el breve párrafo donde se describe la reunión del board del FMI y la intervención del representante del Banco Mundial, que esta entidad a esa altura ya se había convertido en un aliado directo de la Argentina.
Ahora se sabe que para septiembre último, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, ya estaba cerrando el acuerdo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) con unas cinco empresas norteamericanas por el pago de unos u$s 677 millones en bonos a dos años de plazo y con quitas del 45% de intereses y el 15% de capital.
Luego, ya en la cumbre conjunta del FMI y el Banco Mundial, el organismo que maneja Jim Yong-kim le abriría créditos al país por unos u$s 3.000 millones en tres años, préstamos que estaban trabados desde el último trimestre de 2011 por la negativa de Estados Unidos a avalar nuevos créditos hasta que no se reconozca y liquide la deuda con sus empresas ante el CIADI. Posteriormente, una vez aprobado el plan de pagos de la Argentina, la administración de Barak Obama mandó a votar a favor del país y los créditos comenzarán a liberarse.
Fue ante esta nueva situación -cuando el representante del Banco Mundial ante el board del Fondo planteaba el nuevo escenario con la Argentina- que "Canadá y otros países" (según el texto del paper del Club de París) preguntaron si además hay alguna estrategia para que la Argentina vuelva a conseguir dinero en los mercados financieros internacionales.