HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 7 de junio de 2012

VUELVEN "LAS TESTIMONIALES"

La Presidenta cuestionó
a quienes presentaron
amparos para poder
adquirir dólares
Cristina instó a su gabinete a pesificarse. Como parte de su campaña para desalentar la suba del dólar, la Presidenta anunció que pasará a pesos su plazo fijo de U$S 3,066 millones de dólares. Pidió a sus ministros, que tienen alrededor de un millón de dólares declarados, que hagan lo mismo. La presidenta Cristina Fernández anunció ayer que convertirá a pesos el plazo fijo en dólares que posee, instó a los integrantes de su gabinete y al senador Aníbal Fernández a imitar su decisión, y advirtió que “si la dolarización hubiera triunfado, estaríamos todos muertos los argentinos”. La jefa del Estado tomó la decisión de pesificar sus ahorros en dólares luego de que el periodista Víctor Hugo Morales impulsó una campaña para que lo atesorado en moneda estadounidense por los funcionarios sea pasado a pesos. “Tengo un solo plazo fijo en dólares bastante viejo que viene desde hace tiempo, y el otro lo tengo en pesos porque en realidad, objetivamente, es más rentable tenerlo en pesos que en dólares; pero esa cosa de la cultura y cambio cultural, quiero decirle que he decidido que voy a poner mi plazo fijo en pesos”, reveló Fernández. De inmediato se dirigió al periodista Morales y la Presidente le dijo: “Espero que usted también cumpla con su palabra”. “A dirigentes, amigos, compañeros y funcionarios que tengan algunos ‘dolarcillos’ en plazo fijo... ¿Usted (Guillermo) Moreno? ¿no? Vos, Fernández, estás primero en la fila, con bonete, además”, remarcó la primera mandataria en referencia al senador kirchnerista y al secretario de Comercio Interior. VER MÁS

El legislador estuvo involucrado en la semana anterior en polémicas declaraciones. El miércoles convocó a los argentinos a “pensar en pesos”. Y al día siguiente les dijo a periodistas que le recordaron sus plazos fijos en dólares y lo instaron a dar el ejemplo: “No me pidan que haga cosas de idiota”, en referencia a vender en el mercado oficial dólares que valen un 20 por ciento menos que en el mercado paralelo.
Ahora, si todo el gabinete hace esa “cosa de idiotas”, como se los pidió Cristina, sus miembros perderían unos 4,87 millones de pesos si cambian los dólares que tienen al tipo oficial en lugar hacerlo en el mercado paralelo (ver infográfico). La Presidenta, el senador Fernández y otros siete ministros han informado en sus declaraciones juradas depósitos en esa divisa por un total 4.096.325 dólares.
Pero podrían perder más si el peso se sigue devaluando. Según algunos cálculos, si la Presidenta transforma su plazo fijo de 3,06 millones de dólares en otro de unos 13,67 millones de pesos y lo coloca a una tasa de interés anual del 12 por ciento, comprobará al cabo de un año que habrá perdido poder de compra, teniendo en cuenta que la inflación ronda el 25 por ciento anual.
Si eso no cambiara, al cabo unos cinco años, se estima, el valor de su plazo fijo en pesos se reduciría a una tercera parte.
“Realmente creo que es bueno y en definitiva Víctor Hugo tiene razón, porque creo que es necesario dar testimonio y pruebas”, indicó la Presidenta.
En el mismo acto, Cristina Fernández anunció la constitución de una autoridad metropolitana del transporte para administrar el ferroviario y de colectivos en Capital Federal y Gran Buenos Aires (ver 8A ).
Cristina Fernández dijo que hay quienes buscan “dolarizar la economía”, aunque no los identificó. E insistió en el argumento oficial que minimiza el rol que cumple el dólar como resguardo de valor para numerosas familias argentinas. Dijo que “apenas el tres por ciento de los argentinos atesora dólares”.
En realidad, el año pasado alrededor del 12 por ciento de los argentinos compraron dólares, según el Banco Central. Claro que esa cifra implica que más de un cuarto de los hogares en los que viven esas personas optan por la moneda. Además, numerosos hogares tienen una limitada capacidad de ahorro.

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