En un mes lanzó quince anuncios, tuvo dieciocho reuniones y realizó veinte actos. Artépolis, el regreso de la F1 y la Galería de Idolos Populares, fueron las presentaciones más curiosas
El Gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner instaló un nuevo e insólito récord en lo que respecta a la comunicación institucional. Los números, a lo largo del último mes, son más que llamativos: quince anuncios, dieciocho reuniones y alrededor de veinte actos.
En promedio, la Presidenta llevó adelante un anuncio cada dos días y un acto cada día y medio, apareciendo siempre rodeada de sus habituales aplaudidores oficiales y, en muchos casos, de distintos gobernadores. Los mandatarios provinciales suelen ser verdaderos convidados de piedra a los que por lo general se les reserva una participación absolutamente secundaria en los actos que encabeza Cristina.
Además, muchos de los actos consistieron en meras repeticiones de anuncios anteriores, como fue la entrega de decodificadores digitales, que suelen ser acompañados por verdaderas puestas en escena y teleconferencias con otros lugares del país.
Asimismo, la fecha en que más anuncios se realizaron fue el 1° de marzo, cuando Cristina presentó el nuevo giro en los préstamos del Bicentenario para favorecer a quienes aumenten puestos de empleo; el incremento de la cosecha récord de trigo de 2008; el envío del mensaje número 291 con el proyecto para modificar la ley de la Carta Orgánica del Banco Central; y los vuelos desde Buenos Aires hacia las islas Malvinas con bandera nacional.
La realidad también marca que, pese a la sobreabundancia de actos, el Gobierno continúa haciendo oídos sordos a causas de interés nacional, con la ausencia de respuestas claras en relación a la tragedia de Once o el anuncio del aumento del boleto del transporte urbano, sobre el que todavía no hay ningún tipo de certezas.
En este contexto, algunos temas parecen repetirse en la agenda de la jefa de Estado y otras, mucho más llamativas por su intrascendencia, asoman como imperiosas y son comunicadas con bombos y platillos. Un claro ejemplo de esto último son los 17 tomos del Informe Rattenbach, cuya difusión anunció la Presidenta a fines de enero y, posteriormente, el 22 de marzo, volvió a insistir en que se encuentra disponible para su consulta. Lo que no dijo la Presidenta es que gran parte este informe, desde hace años, ya se encontraba publicado en distintas páginas de internet y hasta se escribieron varios libros al respecto.
A su vez, el otro lado de la moneda muestra una gran cantidad de anuncios donde lo primordial siempre es la espectacularidad, el artificio, por sobre otras cuestiones que figuran como mucho más urgentes para la sociedad, una práctica cada vez más cercana a la política farándulera, tan característica del menemismo (ver aparte). Sobre esto último vale la pena detenerse en la creación de la Galería de Idolos Populares en Casa Rosada, durante una presentación que rozó lo trivial.
Artépolis y la Fórmula Uno, dos casos llamativos
Entre la serie de anuncios intrascendentes que realizó Cristina Fernández se encuentra Artépolis, una megamuestra de carácter cultural similar a la famosa Tecnópolis, que además contaría con la presencia de figuras afines a la gestión K, como Andrea del Boca o Susana Rinaldi.
Otro caso es el del sorprendente regreso del Gran Premio de Fórmula Uno a la Argentina, que ya se venía gestando desde hace tiempo, pero que recién a principios de este año se pudo confirmar. El evento, que se desarrollará entre fines de noviembre y principios de diciembre de 2013 en Mar del Plata, aún sigue generando confusión en propios y extraños, sobre todo si se tienen en cuenta las abultadas cifras en materia de inversión para desarrollar el espectáculo: algunos se atrevieron a asegurar que los gastos serían de hasta 300 millones de dólares.
El antecedente de Fútbol para Todos
En diálogo con Hoy, el politólogo Nicolás Elicabe sostuvo que “esto es una política comunicacional que tiene el Gobierno desde hace tiempo”.
“Desde el Fútbol para Todos ha habido anuncios en general, utilizando la cadena nacional para anuncios importantes y otros no tanto”, dijo el especialista a este medio.
Elicabe además resaltó que “está claro que al Gobierno no le gusta que le marquen una agenda los grupos de expresión o de interés. Me parece que a través de lo que se anuncia se pone un poco en la agenda temas que a este Gobierno le interesa poner”.
FUENTE: Diario HOY
HANNAH ARENDT
En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".
martes, 3 de abril de 2012
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