El film Cristiada cuenta la historia de los católicos mexicanos llamados cristeros, que en la segunda década del siglo XX se enfrentaron al Gobierno que pretendía la secularización de México y que desató una persecución religiosa contra laicos y religiosos ocasionando numerosos mártires.
Los personajes clave
El personaje que interpreta Andy García es un ex miembro de la Revolución mexicana que durante la Guerra Cristera se puso al frente del contingente en Jalisco. Cuando el presidente Plutarco Elías Calles lanzó el siguiente discurso, se levantó en armas para defender lo que creía justo:
“Todo obispo, sacerdote y ministro extranjero será deportado inmediatamente. Se dictarán cinco años de prisión a cualquier sacerdote que critique al Gobierno y queda estrictamente prohibido utilizar vestimenta religiosa en público”, amenazaba Elías Calles. Centro Jurídico Tomás Moro
Eduardo Verástegui interpretará al beato Anacleto González, laico y dirigente de la rebelión cristera y finalmente fusilado, conocido también como el Gandhi mexicano. Cabe recordar que Eduardo Verástegui ha expresado su rechazo a involucrarse en ningún proyecto que vaya en contra de sus valores cristianos.
Eduardo Verástegui interpretará al beato Anacleto González, laico y dirigente de la rebelión cristera y finalmente fusilado, conocido también como el Gandhi mexicano. Cabe recordar que Eduardo Verástegui ha expresado su rechazo a involucrarse en ningún proyecto que vaya en contra de sus valores cristianos.
Valores construidos desde la familia latina e inculcados por sus padres desde una óptica religiosa. Por ello, el actor opta por interpretar papeles que dignifiquen la persona y se opone a los que denigren a los latinos y a la mujer.
La Guerra Cristera , que duró oficialmente tres años -entre 1926 y 1929-, tuvo como lema "Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe". En ella participaron en su mayoría campesinos iletrados arengados por religiosos y terratenientes.
Murieron cerca de un cuarto de millón de personas en ambos lados, con batallas de gran crueldad y terminó sin una victoria clara de ningún bando.
La Constitución de 1910 fue mantenida, aunque el recorte de derechos contra la Iglesia se suavizó. Con la intermediación del embajador norteamericano, se llegó a un acuerdo de paz que muchos alzados consideraron una traición de parte de los dignatarios eclesiásticos locales.