La aparición del cuerpo ahorcado del cónsul argentino en Yacuiba, Antonio Deimundo Escobal, se da en el marco de un crecimiento exponencial de la actividad del narcotráfico en la zona. El siguiente es un informe de El Tribuno de Salta.
FELCN descubre dos fábricas de cocaína a la semana en Yacuiba.
La frontera con Bolivia, en el norte provincial, es caliente por el clima y por la delincuencia. San José de Pocitos es una ciudad mitad mercado, mitad chaperío de asentamientos habitacionales precarios. A tres kilómetros más al norte y siempre en suelo boliviano está Yacuiba, la capital de la provincia Gran Chaco, en el Departamento de Tarija.
Salvador Mazza, Yacuiba y San José de Pocitos crecieron tanto que ya casi no se diferencian (aunque el límite está marcado por la quebrada internacional) y juntas conforman un conglomerado de más de cien mil habitantes que alberga a narcotraficantes, asesinos a sueldo, productores de droga, bagalleros, prostitutas, adictos, comerciantes y gente común.
La línea que divide a ambos países es una barrera imaginaria que mantienen vigente sendas fuerzas de seguridad, pues para los demás habitantes, turistas y comerciantes, pasar de un lado al otro es sólo una cuestión de cruzar a pie por el cañadón seco y selvático.
Del lado argentino, en Salvador Mazza, residen poco más de veinte mil almas, muchas de ellas viven en casas de cartón y maderas, en las que soportan temperaturas de más de 40 grados centígrados durante el final de la primavera y todo el verano.
Al frente vive una gran masa poblacional en incontenible crecimiento por el desarrollo estructural que asegura las regalías petroleras. Juntas, las poblaciones se amalgaman, se sincretizan y se vuelven un mix donde las fuerzas de seguridad ya no pueden prevenir y combatir el delito, justamente por trabajar escindidas.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia, Raúl Herbas, explicó que se coordina con la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) para controlar la producción de droga en Yacuiba, toda vez que se tiene conocimiento a través de reportes de los efectivos, que aproximadamente dos fábricas son destruidas cada semana.
Herbas aseveró que constantemente están haciendo operativos, y aclaró que las fábricas encontradas son pequeñas, con una capacidad de producción de dos a tres kilos de cocaína, cantidad suficiente para que personas se arriesguen a participar en la actividad ilícita, que por la practicidad de la elaboración, incluso podría darse hasta en la ciudad.
Las fábricas que se encuentran, según un análisis global de los resultados de los operativos, serían las móviles, que poseen una similitud con el modo de producción que se presenta en Colombia, siendo su rastreo difícil en un terreno frondoso, ya que constantemente cambian de locación.
En ese contexto, Herbas señaló que el procedimiento usado por los narcotraficantes en Yacuiba hace inferir acerca de que, posiblemente, colombianos hayan capacitado a bolivianos para aplicar este modus operandi, empero, consultado sobre si estos extranjeros, estarían habitando en la ciudad fronteriza, expresó que no se puede asegurar tal postura. “Las ciudades fronterizas están a jurisdicción de Umopar, entidad que se encarga de todas las diligencias legales para con los involucrados, y da conocimiento regularmente sobre las intervenciones a nivel de la Dirección Nacional de la FELCN, y además a Tarija, en pos de determinar acciones conjuntas”, explicó.
ENTREVISTA
El Tribuno habló con el secretario de la Unidad de Seguridad Ciudadana del Ejecutivo Seccional de Yacuiba, capitán Franz Vargas Suárez.
EL TRIBUNO (ET).- ¿Hay una ola creciente de inseguridad en la zona fronteriza?
Franz Vargas (FV).- Sí, tengo conocimiento del aumento de casos delictivos y de la violencia con que ocurren.
ET.- ¿Cuáles pueden ser las causas?
FV.- Mire, lo que sucede en Pocitos va y viene. Haciendo un análisis de esta situación he llegado a la siguiente conclusión: el tema de la inseguridad, que nos atañe a todos, es por culpa del narcotráfico. Y es por este flagelo que todos los tentáculos se abren.
ET.- ¿Cómo llega a esta conclusión?
FV.- Antes Yacuiba era sólo un lugar de paso. Ahora la droga se fabrica en Yacuiba y sus alrededores. Ahora, ustedes se preguntarán eso qué produce. Pues bien: robos de autos, atracos, ajustes de cuentas, volteos (asesinatos) entre ellos mismos. Todos los actos delictivos giran en torno del narcotráfico.
ET.- ¿Podría explicitar la relación?
FV.- Todos necesitan plata para hacer algún negocio entonces roban vehículos, asaltan a personas, matan por dinero; pero todo es para hacerse más poderosos. Con el dinero pueden fabricar más drogas, comprar más armas y precursores. Y eso sucede acá (en el lado boliviano) y allá (en el lado argentino).
ET.- ¿Considera entonces que esta es una frontera imaginaria?
FV.- Eso es así. Por ejemplo, en muchos casos se forman bandas que son tres de acá y dos de allá. Entonces, cuando hay un “trabajo” acá, vienen ellos. Y cuando el “trabajo” está allá, van los nuestros. Todo se hace en conjunto y así la situación social en general se pudre.
Además, los delincuentes son beneficiados por las características de la frontera. Nosotros tenemos de frontera una cañada seca que si cometes un hecho delictivo en Bolivia, en cinco minutos estás en Argentina, y viceversa también.
ET.- ¿Y no hay un trabajo conjunto o coordinado entre las fuerzas de seguridad de ambos países?
FV.- Lo último que tuvimos es una reunión bilateral acá (en Yacuiba) el 21 de septiembre donde vino gente de Argentina. Había una mesa sobre “Migraciones y Seguridad” que al final la partimos en dos. Después de analizar la situación llegamos a la conclusión de que no tenemos que ser ciegos. Esta frontera es extensa y fácil de cruzar. Entonces, tiene que haber una predisposición de las autoridades competentes para coadyuvarse.
ET.- ¿Todavía eso no se hace?
FV.- En esa reunión, ante ambas autoridades, propuse mejorar los mecanismos para cruzar información entre la Gendarmería de Argentina y la Policía Boliviana; en cuanto a personas, vehículos y contrabando. Este cruce puede ser diario, semanal, quincenal, mensual, es decir, en el período que quieran, pero tiene que existir la capacidad de despojarnos de algunos egoísmos que, seguro, nos llevarán a cumplir con nuestra misión.
ET.- ¿Y a qué conclusiones llegaron en ese encuentro?
FV.- En el acta que salió de la reunión, ambas delegaciones reconocen las dificultades existentes para la coordinación en las tareas de seguridad. No obstante, si bien se comprometen a hacer patrullajes conjuntos y en mayor número, no quedó aclarado cuántos efectivos estarán afectados ni cuándo se realizarán.
Pero la realidad lo contradice, porque por ejemplo, si una persona pasa un auto ilegalmente con sustancias prohibidas, las fuerzas bolivianas lo saben y, sin embargo, lo mismo pasa a la Argentina. A ver, por eso mi propuesta es que si alguna persona comete cualquier tipo de ilícito en Yacuiba y pasa a Argentina con solo un llamado telefónico sea capturado y entregado inmediatamente a Bolivia; y así viceversa. Esto sucede porque los trámites actuales son engorrosos y lentos. Lamentablemente, aún nadie se quiere poner ninguna soga al cuello, por ecirlo de alguna manera.