DESBORDADA

PRIMERA SEÑAL OFICIAL TRAS EL PEDIDO INDUSTRIAL DE FIJAR LÍMITES A LAS DEMANDAS SINDICALES.

El Gobierno otorgó un aumento de 21% a estatales para frenar el desborde salarial.

La suba se pagará en dos tramos, pero es inferior al 23,5% que el Ejecutivo fijó para los docentes. “Todo tiene un límite”, dijo el jefe de Gabinete sobre los pedidos de los gremios.

Tras los insistentes reclamos empresarios por una intervención oficial más firme que prevenga el peligro de un desborde en las demandas salariales, el Gobierno anunció ayer un incremento escalonado de 21% en los sueldos de los trabajadores de la administración pública nacional, en un gesto que en ámbitos empresarios y sindicales fue interpretado como una clara señal destinada a contener expectativas y limitar la escalada de los reclamos sindicales desatada luego de la suba de 35% fijada en la paritaria de la industria alimenticia. El aumento para los estatales nacionales, que se concretará en dos tramos acumulativos de 10% cada uno con los sueldos de junio y agosto, fue oficializado en la Casa Rosada después de un encuentro entre la presidenta Cristina Fernández y dirigentes del Frente de Gremios Estatales, encabezados por el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, pero del que no participaron representantes de ATE, el otro sindicato de la actividad, quienes calificaron de “irrisorio” el incremento salarial.

La resolución de la paritaria estatal se produjo apenas días después de que importantes gremios del sector privado multiplicaron pedidos de aumento superiores al 30% y que otras organizaciones sindicales que habían sellado acuerdos salariales durante los primeros meses del año anunciaran su deseo de reabrir las negociaciones para reclamar una suba adicional. Esa situación motivó una fuerte reacción del jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, que advirtió sobre la posibilidad de ingresar en una “carrera peligrosa” entre precios y salarios con efectos dañinos para la economía, por lo que exigió una firme reacción oficial para ponerle límites a las demandas sindicales.

El jefe de la CGT, Hugo Moyano, fue el primero en reaccionar ante el planteo de los industriales con la promesa de que no habría desbordes en las negociaciones. “En Camioneros no corresponde, sería desproporcionado pedir el 35%”. afirmó.

Ayer, previo al anuncio de la suba para los estatales, el propio jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo que en la pulseada por los aumentos salariales “todo tiene un límite”. “Saben (los gremios) que hay posibilidades hasta un determinado momento”, enfatizó el funcionario, con lo que buscó alejar los temores de una escalada salarial.

Luego de formalizar el acuerdo, el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, defendió la suba lograda por los estatales al advertir que constituye “un buen aumento” sobre la base del promedio salarial de la actividad, que calculó en los $ 4.100. Y admitió que, si bien no hubo un apuro oficial para definir el convenio, el momento elegido para anunciar el incremento puede haber obedecido a una intención del Ejecutivo de “poner cierta racionalidad” en medio de la polémica por los sueldos. En cambio, desde la conducción de ATE, Pablo Micheli, consideró como “una cargada” el aumento que “es menor que hasta el de los docentes” y atribuyó el porcentaje anunciado a la urgencia del Gobierno por “dar una señal de supuesta responsabilidad para bajar expectativas”.

El incremento de 21% para los agentes de la administración pública nacional es inferior a la pauta de 23,5% que el Gobierno acordó en febrero pasado con los gremios docentes y que constituyó el aumento de referencia para el primer convenio definido en el sector privado, el de los trabajadores bancarios, uno de los sindicatos que ahora amenaza con reabrir las discusiones.

FUENTE: EL CRONISTA COMERCIAL