Por iProfesional.-
La petrolera había cumplido parcialmente con a orden judicial al entregar una copia del contrato con las cláusulas sensibles tachadas.
La empresa YPF le entregará este jueves a la Corte Suprema de Justicia una copia del contrato suscripto en 2012 con la petrolera estadounidense Chevron para la explotación de Vaca Muerta, y cumplirá así con el fallo del máximo tribunal para resolver la controversia entre la compañía y el ex senador Rubén Giustiniani.
Fuentes de la petrolera local explicaron que la "compleja estructura" de la operación buscó "garantizar el flujo de las inversiones" de Chevron, acosada por entonces por un juicio en Ecuador, mientras la Argentina sufría la presión de Repsol y la de los holdouts.
YPF había cumplido parcialmente con el trámite judicial al entregar, durante la gestión de Miguel Galuccio, una copia del contrato al Juzgado Contencioso Administrativo Federal 7, pero con las cláusulas sensibles tachadas, lo cual llevó a Giustiniani a exigir el contrato completo.
La Corte hizo lugar al requerimiento del político santafesino para que la petrolera mostrara los detalles y las cláusulas del convenio, basándose en el derecho a la información pública, a pesar de que ésta sostuvo que ello "no correspondía" dado que la compañía de mayoría accionaria estatal se rige por la Ley de Sociedades Comerciales 19.550.
Con el cambio de gobierno, la nueva conducción de YPF sostuvo el mismo criterio, pero finalmente ahora pondrá el contrato a disposición de la Corte, y del propio Giustiniani.
Fuentes de la compañía dijeron que tienen "la certeza de que no contiene ninguna cláusula que se contraponga a las reglas y normas legales vigentes en el sector, incluidas las de establecer la confidencialidad de algunos aspectos contractuales".
En este último aspecto, admitieron también que "la inquietud y las dudas" se plantearon con el contenido del contrato referido a la estructuración del Proyecto de Inversión a Riesgo (PIA), suscripto en julio de 2013, que implica un acuerdo de inversión que regula los desembolsos por parte del socio (Chevron) bajo préstamo convertible.
Este contrato, indicaron, "tiene una compleja estructura, ideada para proteger la inversión productiva de ciertas contingencias legales (ajenas a YPF S.A.)".
Se refieren específicamente al objetivo de "garantizar el flujo de las inversiones" por parte de Chevron para desarrollar el área de Loma Campana, sin que éstas corrieran el riesgo de ser embargadas, lo cual traería aparejado una paralización del proyecto.
Al momento de la firma del convenio de asociación con YPF, Chevron afrontaba un reclamo judicial con el gobierno de Ecuador por operaciones que desarrolló en ese país.
Para esas misma fecha, la propia YPF mantenía abierta una controversia económica con la española Repsol, cuyas acciones en YPF habían sido expropiadas por Ley del Congreso y, además, el país era acechado por los holdouts (tenedores de bonos de deuda pública en default).
La consideración de estos "factores de riesgo" para las inversiones de Chevron en el país (50 por ciento de lo invertido en Loma Campana) motivó "la creación de diversas sociedades para preservarlas", se explicó.
En lo que respecta a este contrato específico, YPF convino con Chevron la creación de las firmas Wokler Investment S.A. (en Uruguay), YPF Shale Oil Holding Ltd (en Bermudas), YPF Shale Oil Investment LLC (en Estados Unidos) y la Compañía de Hidrocarburo No Convencional SRL, en la Argentina.
Las dos primeras sólo figuran "en los papeles" y, en rigor, es una subsidiaria de Chevron la que realiza las inversiones a través de YPF Shale Oil Investment, fondos que se derivan a Compañía de Hidrocarburo No Convencional SRL, firma en la que la totalidad de las acciones son de YPF, pero cuyos derechos económicos son 100 por ciento de Chevron.
Al respecto, desde YPF se puntualizó que "se trata de un contrato comercial entre dos compañías en el cual no tuvo intervención alguna el Estado" y remarcaron que "todos los fondos (dólares) de la subsidiaria ingresaron vía Banco Central al tipo de cambio oficial", descartando incluso que se haya hecho mediante operaciones como la de "contado con liquidación".
En este orden, desde la principal petrolera argentina se detalló que "las inversiones realizadas por Chevron hasta el 30 de junio último totalizaron 2.800 millones de dólares" y que implicaron un tipo de cambio promedio de 7,90 pesos.
"No hay ninguna sociedad a nombre de algún particular y cada dólar que salió de Chevron terminó en Loma Campana", puntualizaron directivos de la compañía, quienes además informaron que toda esta operatoria fue objeto de una auditoría por parte de la consultora Deloitte.