Por Sebastian Albornos/iProfesional.-
El Senado iniciaría el tratamiento de proyectos de ley para resarcir a la provincia, pero los legisladores de otros distritos no la acompañarían. Los intendentes peronistas presionan para obtener fondos más rápido, por lo que piden que el traspaso de fondos que reciba la gobernadora sea automático.
Ningún político pone en duda que la provincia de Buenos Aires viene sufriendo discriminación y asfixia financiera desde hace años.
Lo remarcan los partidarios de la gobernadora María Eugenia Vidal, como lo hacían los funcionarios del ex gobernador, Daniel Scioli. Es más, muchos recuerdan que la propia Cristina Fernández de Kirchner, cuando intentó convencer a Florencio Randazzo de que se postulara a gobernador, le prometió modificar la cuota que cobra la provincia por el Fondo del Conurbano (FDC).
En los últimos meses, la posibilidad de reformar dicho fondo tomó fuerza. Es que tanto desde Cambiemos como del peronismo bonaerense se mostraron preocupados por los escasos fondos que reciben.
Desde hace casi 20 años, el monto está congelado en $650 millones y aspiran a alcanzar una cifra mucho mayor, para asistir a los municipios, comenzar a invertir en infraestructura, generar más empleo en un sector golpeado como la construcción, y mejorar la situación económica y política de la provincia más grande del país.
El propio gobierno nacional, encabezado por el presidente Mauricio Macri, se mostró preocupado por esta situación. Y ahora apoya un proyecto presentado por el senador porteño Federico Pinedo que estipula eliminar ese tope.
La propuesta fue elaborada por los hombres de confianza de Vidal y debió ser presentada por un legislador electo en la ciudad de Buenos Aires ya que no hay representantes bonaerenses de Cambiemos en la cámara alta.
Pero los senadores de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Abal Medina (del PJ) y Jaime Linares (del GEN), también presentaron sus propuestas legislativas para ser debatidas en agosto.
Sin embargo, el ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, aseguró que si fracasa en el Congreso el reclamo de una nueva ley para restituir el Fondo del Conurbano, la provincia avanzará con otro reclamo judicial. Solicitarían, además, que se le abonen los fondos no percibidos durante los últimos años en virtud del congelamiento.
Pero claro, en caso de una sentencia favorable, los montos afectados corresponderían a la nación y no a las provincias, lo que significaría una gran "piedra en el zapato" para la administración macrista.
Ahora la discusión estará dada en quien será el que deba resignar dinero a favor de los bonaerenses ¿Más recursos para la mayor provincia del país implicaría necesariamente menos plata para las pequeñas? ¿Será la nación la que sacrifique ingresos, otorgando una mayor porción a la coparticipación automática y menos para el reparto discrecional y para sus propios gastos?
Inminente debate
Las iniciativas se tratarán en el seno de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que conduce Abal Medina, quien mantuvo reuniones no solo con Vidal, sino también, y de manera reiterada, con el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, como así también el mencionado Salvai. Precisamente, estos últimos fueron los encargados de elaborar y entregarle el proyecto a Pinedo para que lo presente.
La propuesta del oficialismo busca eliminar el tope de $650 millones para permitir que la provincia de Buenos Aires pueda recibir el 10% de lo recaudado a nivel nacional por el Impuesto a las Ganancias.
Pero esos fondos afectarán la parte de la coparticipación que se reparte entre todas las provincias. Es decir, otros territorios deberían ceder parte de sus fondos para “ayudar” a los bonaerenses.
Además, se proyecta incluir a la provincia de Buenos Aires entre las jurisdicciones que reciben el 4% del producido del Impuesto a las Ganancias conforme el Índice Necesidades Básicas Insatisfechas.
El texto propone además una modificación del octavo párrafo de dicho artículo en lo concerniente a la vigencia de la distribución del Impuesto a las Ganancias, estableciéndose que la misma regirá durante la vigencia de dicho Impuesto o hasta la sanción del nuevo Régimen de Coparticipación Federal, lo que sea que ocurra primero.
Es una pelea por porciones de la torta que deja ver escenas raras, como que macristas y peronistas de la provincia aparezcan alineados, mientras que en la vereda de enfrente se ubican peronistas de otras provincias y, tal vez, el Poder Ejecutivo Nacional si es que prospera otro proyecto y no el que presentó Pinedo.
La iniciativa que avalarían los senadores de los demás territorios es la impulsada por Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón, que proponen una restitución en la que el mayor peso (casi el 63% del total) recaerá sobre la parte del impuesto a las Ganancias que le corresponde a la Nación.
La cuestión es que, unidos no por el amor sino por el espanto al colapso presupuestario y el fantasma del estallido social, Vidal y los intendentes del conurbano se fijaron la meta de, sea como sea, agrandar su pedazo en la distribución de la torta.
Los jefes comunales apoyan a la gobernadora en este reclamo, pero quieren que si ella recibe más fondos, estos se trasladen a sus distritos de manera automática y no discrecional.
“El Fondo que le correspondería a la provincia son $47.000 millones anuales. Además, debería participar del Fondo de Infraestructura Social”, aseveró la mandataria bonaerense, para luego agregar que “no hay ninguna provincia del país que tenga la cantidad de pobres que tiene Buenos Aires”.
Si bien en principio parecería que esta decisión de Vidal choca con las intenciones de Mauricio Macri, este no se opondría a una norma en ese sentido porque acallaría a los sectores más críticos sobre su falta de asignación de recursos a los sectores más vulnerables y mostraría que es un Presidente que tiene más consideraciones en el tema de la discusión federal de los recursos.
Además, la sucesora de Daniel Scioli recurrió a la Corte Suprema de Justicia para que entienda en el caso, atento a que el máximo tribunal fue el que resolvió a favor de Santa Fe, Córdoba y San Luis la disputa por el 15% de los recursos coparticipables que la Nación le quitaba a las provincias.
La demanda implica el fin de esa quita y que "se condene" al Estado a reintegrar "las sumas que retuvo indebidamente con intereses" entre 2010 y 2015. Debido a límites de plazos legales, lo correspondiente a años anteriores ya no se podrá reclamar.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, destacó que "la gobernadora está defendiendo los intereses de su provincia, como no lo hizo ninguno de sus antecesores, que por desidia o sumisión dejaron las cosas como estaban".
Desde Cambiemos remarcan la diferencia entre este pedido, en el que fueron recibidos en el Congreso para alcanzar una solución y lo ocurrido entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el anterior mandatario bonaerense, Daniel Scioli, quien pidió actualizar el monto, pero nunca fue escuchado.
Abal Medina explicó que “la situación es muy compleja”. “Frente a un entramado institucional que discrimina absolutamente a la provincia de Buenos Aires, con las consecuencias que esto genera para la calidad de vida de sus ciudadanos, la obligación de quienes asumimos responsabilidades de representar al pueblo y a las provincias es reparar los errores y asegurarnos que no vuelvan a repetirse. Ese debe ser nuestro objetivo para construir una nación verdaderamente justa y equitativa”, agregó el senador peronista.
Qué estipula el FCB
El FCB fue creado en la década del '90 con el objeto de aportarle a Buenos Aires una parte del porcentaje de Coparticipación que cedió en los años 80 el gobernador radical Alejandro Armendáriz.
El mismo está compuesto por el 10% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias. Desde 1997, establece un monto fijo para la provincia de $650 millones y, si existiera un sobrante, que se distribuya entre el resto de las jurisdicciones. Esta cifra permanece inalterada desde aquel momento y hace que, en la actualidad, casi todos los otros gobernadores reciban más dinero.
Esta modificación fue la que terminó perjudicando a Buenos Aires, debido a que el monto establecido es nominal y no se ajustó por ningún parámetro, lo que hizo que el importe que recibió en adelante comenzó a "licuarse" por la alta inflación.
Se estima que este año, el monto coparticipable del impuesto a las ganancias sea de casi $50.000 millones. Sin importar cuál sea el número final, por la aplicación del tope, sólo aportará 650 millones de pesos a la provincia de Buenos Aires.
La recaudación de dicho impuesto se reparte del siguiente modo: 10% para el fondo del conurbano; 4% a distribuir entre las provincias (menos la bonaerense) según su índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI); 20% a la Anses, y el 64% restante a la coparticipación en sí misma, a repartir entre Nación y las provincias.
Desde el gobierno bonaerense explican que $37 de cada cien que se recaudan en el país son aportados por Buenos Aires, a la que le devuelven sólo 18 pesos. En sus orígenes, los $650 millones "equivalían más o menos a 2 puntos por coparticipación", lo que llevaba el porcentaje final (Coparticipación más FCB) a un 24 por ciento.