Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
El primer asalto del kirchnerismo -y el más importante- al Banco Central fue en enero del 2010, cuando CFK desplazó a Martín Redrado porque éste se negó a que el ente rector de la moneda fuera utilizado como el “chanchito” del gobierno. Desde entonces, a partir de la designación de Mercedes Marcó del Pont como presidente de la entidad, se empezaron a rifar las reservas del BCRA, que estaban en el comienzo del 2010 en los 50.000 millones de dólares.
La rifa de reservas se hizo para pagar vencimientos de capital e intereses de la deuda externa, compras de combustible importado y para cederle ganancias ficticias a la tesorería hasta que el 20 de noviembre del 2013, después de las elecciones legislativas, la presidente, que volvía de su operación del cerebro, designó como Jefe de Gabinete a Jorge Capitanich y como ministro de economía a Axel Kicillof.
La rifa de reservas se hizo para pagar vencimientos de capital e intereses de la deuda externa, compras de combustible importado y para cederle ganancias ficticias a la tesorería hasta que el 20 de noviembre del 2013, después de las elecciones legislativas, la presidente, que volvía de su operación del cerebro, designó como Jefe de Gabinete a Jorge Capitanich y como ministro de economía a Axel Kicillof.
Juan Carlos Fábrega estaba en ese momento al frente del Banco Nación, donde había llegado a la presidencia luego de toda una carrera profesional. Este técnico, que fue compañero de Néstor Kirchner en el secundario, asumió la presidencia del BCRA sin tener titulo de economista, pero en el mercado se le reconoce su sentido común y conocimiento del sistema bancario y que, además, sabe que la emisión monetaria causa inflación.
Cómo hizo puntos Vanoli
En efecto, en enero pasado Fábrega fue el único funcionario que reconoció que se devaluó y que no hubo golpe de mercado. Subió 500 puntos básicos la tasa y ahí entró en conflicto con Kicillof. Éste dice que subir las tasas trae recesión, pero la suba de las mismas, muy inferior a la inflación, igual provocó recesión. El Ministro de Economía lo obligó entonces a Fábrega a bajar 100 puntos básicos hace más de un mes y de ahí en más el dólar blue, el contado con liqui y el MEP -o dólar bolsa- se fueron a las nubes, lo que originó el enojo presidencial, porque Fábrega, Kicillof y Bossio dijeron que nada se podría hacer. Entonces apareció el presidente de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, quien junto a la gerente de ese organismo, Karina Bermúdez (integrante de La Cámpora), investigaron los principales bancos y sociedades de bolsa que más participaron en el contado con liqui y el dólar MEP o bolsa. De este modo, Vanoli -un acérrimo enemigo de Clarín-, se ganó la confianza de Cristina, que ahora está decidida a cortar cabezas en el sistema financiero para disciplinarlo. Habrá que ver si lo hace.