Por Urgente24.-
El Gobierno de Cristina Fernández cumplirá 4 meses, en mayo, que no informa los valores de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total, que sirven para fijar los niveles de indigencia y pobreza. El “nuevo” Indec, monitoreado por el FMI en cuanto al IPC, sigue escondiendo la cantidad de pobres e indigentes correspondientes al segundo semestre de 2013. Se esperaba que esos datos fueran difundidos el 23/04, pero no fue así y motivaron que al día siguiente el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pronunciara su famosa frase acerca de los “problemas metodológicos de empalme” con el índice de precios.
El nuevo IPCNU reconoció algo de inflación a diferencia del ‘dibujo’ de Guillermo Moreno. Era una exigencia del Fondo Monetario Internacional tras la moción de censura que impuso el organismo por la manipulación estadística. Pero el sinceramiento de la inflación no llegó a otros datos de la realidad.
El problema que tiene el kirchnerismo es que las estadísticas estarían confirmando un nefasto antecedente que colisiona con el relato de la Década Ganada: que la cantidad de pobres e indigentes estaría superando, o al menos equiparando, a la que dejó el menemismo como parte de su herencia para el próximo gobierno.
Cristina hace rato que viene hablando de su herencia y admitir que deja más pobres que denostada década de los ’90 desvela a los kirchneristas ya que difícilmente se pueda revertir hacia 2015 el escenario actual.
El último dato conocido del Indec mostraba a finales del primer semestre de 2013 que la pobreza, para el Gobierno, se ubicaba en el 4,7%, mientras que para las consultoras privadas y para la Universidad Católica Argentina, llegaba al 25% y para el Centro de Estudios de la CTA oficialista (Cifra), la pobreza en 2012 era mucho mayor que la del Indec, con un 13,3%.
El último informe del ISEPCI (Instituto de investigación social, económica y política ciudadana) indica que durante el año 2013 la pobreza y la indigencia tuvieron una sustancial variación ascendente en la mayoría de las ciudades del país, como consecuencia de los aumentos de los precios que en los últimos meses del año pasado se aceleraron -particularmente los alimentos- mientras que los incrementos de los salarios y las jubilaciones fueron insuficientes (las diversas asignaciones sociales permanecieron en su mayoría congeladas) y no llegaron a compensarlos.
Los cuadros comparativos entre el último trimestre de 2102 y el mismo período de 2013, que surgen de cruzar los datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) del INDEC y los valores de la Canasta Básicas Total (CBT) y de Alimentos (CBA) relevadas por el Indice Barrial de Precios (IBP), muestran que los incrementos en los porcentajes de indigentes, son justamente consecuencia de la suba generalizada en los alimentos, que afectó fuertemente a los sectores más vulnerables.
En ese orden estima que a marzo de 2014 según el Indice Barrial de Precios hay un 26,45% de Pobreza, 5,72% de Indigencia y la Canasta Básica es de $2.628,72. Para Idesa, entre 2004 y 2013, la pobreza medida según el método del 60% de la mediana de ingresos de la población pasó del 31% al 26% de la población, o sea bajó 5 puntos porcentuales, pero sigue estando en 26% y no 4% como dice el Gobierno.
En una cifra cercana se ubica el ex ministro de Economía, Martín Lousteau: "Cuando yo calculo la pobreza, en base a una inflación más cercana a la realidad de la que decía el Indec, me da un 28%. Y durante la convertibilidad era del 26%, por lo que el kirchnerismo vuelve a dejar un poco más de pobreza que lo que fue el promedio durante la convertibilidad".
Por último, el economista de la Fundación FIEL, Daniel Artana, advirtió que la pobreza hoy supera a la registrada en la década del ‘90. Actualmente “si bien el desempleo es más bajo que en aquel momento, la inflación es mucha más alta”, aseguró.