Declaraciones de Guillermo Reinwick, cuñado de uno de los Ciccone, pueden agravar la situación procesal de Boudou. |
Por Alexis Di Capo/El Informador.-
Reinwick, testigo clave del caso Ciccone, declaró ante la Justicia que José María Núñez Carmona, el socio oficial del vicepresidente de la Nación, se presentaba como “el secretario de Boudou” durante las negociaciones para la venta de la imprenta privada a la empresa The Old Fund, que dirigía Alejandro Vandenbroele.
También dijo que Boudou, cuando era ministro de Economía, “se interesó” por la empresa y confirmó que el ahora vicepresidente se reunió en un restaurante de Puerto Madero con los hermanos Ciccone y Núñez Carmona.
En el gobierno, la interpretación más generalizada sobre el caso es que el Grupo Clarín, enredado en una compleja negociación con la AFSCA por su división en siete empresas, está decidido a presionar para que el juez federal Ariel Lijo le tome declaración indagatoria al vicepresidente. El objetivo final sería el procesamiento del vicepresidente. Desde esta óptica netamente conspirativa, el plan apuntaría a la hipótesis de un agravamiento de la salud de CFK que la obligaría a renunciar. Con Boudou procesado, no es difícil suponer que en el Senado se formaría un movimiento exigiendo su renuncia y Miguel Ángel Pichetto, ligado a Daniel Scioli, es un candidato a liderar esta postura.
Final cantado
En definitiva, una situación como ésta terminaría en una asamblea legislativa que podría, por ejemplo, elegir a Daniel Scioli para completar el mandato o bien para convocar a elecciones anticipadas. Así las cosas, la subsistencia de Boudou en su cargo es ahora una prioridad del oficialismo, aun cuando la mayor parte del círculo íntimo de la presidente no lo soporte.