Por Urgente24.-
Luego de haber anticipado que en 2013 la Administración Cristina tendría que aumentar sus importaciones de energía, lo que condicionaría las cuentas nacionales argentinas; y de haber advertido acerca de la profunda ignorancia de los funcionarios políticos en las cuestiones energéticas, el consultor Daniel Gerold regresó a escena para afirmar que no hay indicios de que el yacimiento Vaca Muerta resulte tan interesante como pregona Miguel Galuccio desde YPF.
"Ellos necesitan un acontecimiento propio del ilusionismo que le resuelva la gravísima situación, y a ese encantamiento le llaman Vaca Muerta", afirmó Daniel Gerold.
"El yacimiento Vaca Muerta no es tan rentable como especulan muchos funcionarios. En verdad, ellos esperan una solución mágica a la crisis provocada por sus políticas erradas. Y a la alquimia la llaman Vaca Muerta. Pero en Vaca Muerta se han perforado pozos y ninguno consiguió una rentabilidad equivalente a la que ofrecen los yacimientos no convencionales en USA. En el no convencional argentino hay que invertir 3 veces más que en USA y no se alcanza el rendimiento de la producción como en USA. Por lo tanto, hasta ahora, no cierra por ningún lado", advirtió el consultor energético Daniel Gerold, ratificando conceptos deslizados meses atrás en el seminario “La energía en el período 2003-2013: diez años perdidos”, organizado por el grupo de ex secretarios de Energía en el auditorio de la UCES.
En esta ocasión, Gerold fue entrevistado por el periodista Roberto García en el el programa "La Mirada", por Canal 26. Y la visión de Gerold fue bien diferente a la que, por ejemplo, expresaron los empresarios Alejandro Bulgheroni (Bridas/Pan American Energy) y Eduardo Eurnekian (Corporación América), entrevistados por Jorge Fontevecchia para el bisemanario Perfil, donde se deshicieron en elogios para con Jorge Capitanich, nuevo jefe del Gabinete de Ministros de la Nación, e intentaron rescatar porciones del proyecto Vaca Muerta, de la Administración Cristina, aunque el más entusiasta al respecto fue Eurnekian.
Gerold explicó que, hasta ahora, Vaca Muerta es más un deseo gubernamental que una realidad productiva.
Es un yacimiento de energía no renovable no convencional que precisa 3 veces más inversión que los yacimientos de hidrocarburos no convencionales estadounidenses (donde ocurrió la explosión del 'shale oil' y el 'shale gas'), sin alcanzar todavía niveles de producción equivalentes en los pozos perforados, situación que provoca una tasa de rentabilidad mucho más acotada que en USA, y eso condiciona los recursos financieros que le destinarán las empresas, con la excepción de YPF, que, sin embargo, no tiene esos recursos.
Para Gerold hay mucha ignorancia entre los funcionarios de la Administración Cristina acerca de las cuestiones de la producción de hidrocarburos, y esa ignorancia provocó nada menos que la pérdida del autoabastecimiento energético, y ahora sobrevalora Vaca Muerta como si fuese un magia que resolverá las consecuencias de la ignorancia. Pero la importación tendrá que continuar, a un precio internacional de 3 dígitos, una realidad que consume las cuentas nacionales del Estado argentino que nunca previó esta situación.
"Y la encrucijada es tan grande que esa situación les impide devaluar el peso, aún cuando quisieran hacerlo porque podrían provocar una situación aún peor a causa del encarecimiento del dólar estadounidense", advirtió Gerold.
"Ellos necesitan un acontecimiento propio del ilusionismo que le resuelva la gravísima situación, y a ese encantamiento le llaman Vaca Muerta", afirmó él.
Una duda que provocaron las vehementes expresiones de Gerold es qué ha encontrado la estatal mexicana Pemex en su aproximación a Vaca Muerta como para suponer que le irá mucho mejor que quienes hasta ahora perforaron en el extenso territorio de la provincia de Neuquén.
Pemex se ha comprometido con su proyecto en Vaca Muerta, al punto de amenazar con una ruptura dentro de su participada Repsol si ésta no aceptaba un acuerdo con el Estado argentino acerca del resarcimiento por la expropiación de YPF, una acción que hasta ahora era, en verdad, una confiscación, con todas las consecuencias jurídicas internacionales que conlleva semejante situación.
Pemex llevó su inquietud (y necesidad) ante el Estado mexicano al que pertenece su capital accionario, y el presidente Enrique Peña Nieto le exigió a su par español Mariano Rajoy un acuerdo con la Administración Cristina, que fue lo que se le transmitió a los accionistas de control de Repsol.
Sin embargo, el diferendo entre YPF y Repsol se encuentra lejos de resolverse todavía. Por un lado, el director general de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), Henning Wegener, aseguró que mantendrá el litigio en curso en la Argentina: "Vamos a mantener el pleito, nosotros no estamos sujetos ni a los acuerdos que alcance el Gobierno de España ni al consejo de Repsol. Los minoritarios han sido los grandes perjudicados por la expropiación de YPF del pasado año y no pararemos mientras no haya una indemnización justa", agregó Wegener.
Por otra parte, Brufau aún no ha retirado su pleito, aunque se ha comprometido a hacerlo cuando concluya la negociación que ha iniciado para garantizar el cobro de US$5.000 millones en bonos garantizados como compensación.
Pero Pemex se ha apresuró a anunciar que este mes de diciembre negociará el inicio de su presencia en Vaca Muerta, en el que Gerold no cree que los mexicanos encontrarán lo que ellos precisan, y que los funcionarios argentinos les han prometido.
Un equipo técnico de la petrolera Pemex ya evalúa el potencial y características geológicas en Vaca Muerta. El grupo desarrolla las tareas con estudios propios, por fuera de los estudios que da a conocer el Departamento de Energía de USA.
