Por lapoliticaonline.-
Pese a que había tratativas para enfriar el conflicto hasta después de las elecciones, el Gobierno decidió adelantar la pelea y poner en el centro del ring al gobernador de Entre Ríos. La maniobra es parte del plan de Zannini para posicionarlo a nivel nacional y promoverlo como candidato del kirchnerismo en 2015.
Después de que el miércoles pasado José Mujica anunció que habilitaba a la pastera UPM (Ex Botnia) a incrementar su producción anual, Carlos Zannini le pidió a Sergio Urribarri que estuviera junto a Héctor Timerman en la conferencia de prensa donde el canciller informó que el conflicto volverá a dirimirse en La Haya.
Aunque se trata de la provincia afectada por la supuesta contaminación de la planta, la presencia del gobernador de Entre Ríos fue sorpresiva, teniendo en cuenta que la alocución de Timerman estaba destinada a realizar una queja netamente diplomática. Urribarri se plantó y acusó a Mujica de poner "en riesgo la relación histórica".
El mandatario provincial también se quejó porque el presidente uruguayo había explicado la encendida reacción argentina por motivos electorales. "Es ofensivo e inaceptable", retrucó Urribarri. Pero algo de razón tenía “Pepe”.
Según supo LPO de fuentes de la Casa Rosada, los gobiernos de ambos países estaban en conversaciones para evitar que el conflicto se mezcle con la campaña electoral. La creencia a ambos lados del río era que la discusión tendría un desenlace positivo e incluso la Argentina ya tenía una lista de exigencias, una de las cuales era la puesta en funcionamiento de una torre de enfriamiento para los efluentes.
Es por esto que Mujica se sorprendió tanto ante la dura del Gobierno argentino. "Me acorralaron políticamente con lo de La Haya", blanqueó el presidente en un diálogo con miembros de su partido la noche del anuncio. "Se lo vio muy enojado", comentó el dirigente socialista Enrique Rivero.
El resurgimiento del conflicto es otra jugada diseñada por Zannini, que trabaja a destajo con la mirada en 2015. Como anticipó LPO, “El Chino” diseña junto a la cúpula de Unidos y Organizados la construcción de una alternativa “cien por ciento kirchnerista” para las presidenciales.
En ese contexto, el secretario de Legal y Técnica piensa en Urribarri, uno de los pocos kirchneristas que tiene chances concretas de salir ganador en las elecciones, donde competirá como candidato testimonial a senador suplente. La otra parte de la jugada es convertir a Daniel Scioli en el padre de la derrota en los comicios bonaerenses, una forma de restarle puntos en el camino a 2015.
La transformación del nuevo conflicto con Uruguay en una causa nacional con Urribarri como protagonista central, le aportaría al “Pato” el conocimiento público que necesita fronteras afuera del kirchnerismo. Además, podría garantizarle un triunfo rotundo en su provincia, donde la herida por la papelera aún está latente.
Alguna mente más osada dentro del Gobierno piensa que con el tema Botnia podrán correr del centro de la agenda temas más complejos como la inflación y la inseguridad, las peores amenazas del kirchnerismo para el 27 de octubre.
Sin embargo, hay otros funcionarios que no piensan lo mismo. Sostienen que la vuelta al conflicto con Uruguay refuerza la imagen de un Gobierno conflictivo, que a nivel internacional se pelea con todos, incluso con uno de sus aliados más cercanos.
