La arritmia de CFK, un misterio. |
Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Anteayer Amado Boudou debutó en un acto en Córdoba a cargo de la presidencia o algo así (las condiciones del traspaso siguen sin aparecer en el Boletín Oficial). Con su inflamada oratoria, dijo que Néstor y Cristina dieron la vida por el país, frase que desató criticas, y criticó además el “cordobesismo” de De la Sota. Ayer trascendió que Carlos Zannini, el regente de la corona, le suspendió al vicepresidente un acto en Tandil y otro en la Casa Rosada. Es que así como hay un minuto a minuto en el rating de TV, en la Casa Rosada miden día a día. En este caso, cómo cayeron en la opinión pública los discursos de Boudou el lunes y el martes pasado. Los números le habrían dado muy mal y entonces decidieron sacarlo de la cancha, ya que su desprestigio es enorme, lo que no es ninguna novedad. En tanto, la presidente, según el escueto comunicado oficial de ayer, evoluciona favorablemente.
Pero a todo esto, existe un vacío médico significativo, ya que CFK llegó a la Fundación Favaloro por una arritmia cardíaca. Luego le hicieron una tomografía y le diagnosticaron un hematoma craneal. Sin embargo, nada dicen los médicos sobre la evolución de la arritmia que motivó la internación. Normalmente en estos casos al paciente se le coloca un holter, es decir un aparato que controla el ritmo cardíaco por 24 horas. Alguna versión periodística señala que a la presidente le habrían colocado un holter pero el hecho no está confirmado.
De cambiar ni se habla
Otro problema de salud de la presidente es que hace casi dos años le extirparon la glándula tiroidea y le extrajeron los ganglios linfáticos. Esto, según opiniones médicas, puede debilitar las defensas del organismo. De ahí que insistamos en que la presidente bajó mucho de peso en muy poco tiempo. Sobre todo, si se tiene en cuenta que durante diez años o más ella hizo dieta sin conseguir bajar de peso, aunque tampoco aumentó el que tenía.
Volviendo a la política, el estreno de Amado Boudou a cargo del Ejecutivo, o algo parecido, hizo que se agarraran la cabeza los que integran la mesa chica del gobierno, para empezar Carlos Zannini, como ya comentamos. Éste nunca se tragó que CFK lo hiciera vicepresidente a Boudou, que proponía la herejía de volver a los mercados internacionales de crédito. Zannini encabezó la reacción para impedir este cambio de política económica y proseguir con el relato del desendeudamiento, descartando cualquier aceptación de la realidad económica internacional. El crecimiento económico del 2010 y 2011 reforzó esta política ejecutada a la perfección por Guillermo Moreno, al que luego se le agregó con un toque intelectual Axel Kicillof. En cuanto a Mercedes Marcó del Pont, le enseñó economía a CFK cuando era candidata a presidente. Todos los nombrados convergieron a la presidente el cepo cambiario, la madre de todos los males, que junto a la sequía del 2012 llevaron a la estanflación que vivimos estos dos últimos años, con excepción del segundo trimestre de este año, cuando la economía creció cerca del 5%. Pero en este tercer trimestre volvimos al estancamiento, que continuaría los dos años que faltan para terminar el mandato del gobierno si no se toman medidas como un plan integral que ataque la inflación y los atrasos cambiario y tarifario.
Algo que no está en la cabeza de la presidente, que ahora se repondría rápidamente de su cirugía. Hoy podrá comer por vía oral, aunque ella, como se sabe, come poco y nada. Lo que no podrá hacer ahora es usar la bicicleta mecánica, la cinta y los rollers.
Ayer se disparó, por su parte, el dólar blue, que tocó los 9 pesos con 75 centavos, o sea, que subió 15 centavos. Puede influir en esto que en realidad no se sabe quién gobierna el país, aunque las miradas están puestas en Zannini y Guillermo Moreno, que ya está volviendo a “apretar” cambistas para que el blue no se escape.
Es lógico que los mercados estén nerviosos por la inactividad forzada de la presidente. La realidad es que, con Zannini, habrá más de lo mismo y la “operación hematoma” montada en torno a la internación prácticamente no le estaría sumando votos a Martín Insaurralde, que aparece en los spots de campaña pero camina poco los distritos, como debería hacerlo un candidato con escaso conocimiento público como él. Lo que es seguro es que la presidente no estará el domingo 27 a la noche para explicar que el Frente para la Victoria sigue siendo la primera minoría y que, tal vez, en la Antártida se repitió el categórico triunfo oficialista en las PASO.