HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 29 de octubre de 2013

A Zannini se le descontrola el gobierno y apuran la vuelta de CFK

Por Carlos Tórtora/El Informador.- Anteayer, orden médica de reposo mediante, la presidente obtuvo un mínimo rédito. Debido a su Estado, ninguna de las figuras de la oposición enfatizó que ella fue la gran derrotada en las urnas. Pero este beneficio fue pobre en relación al enorme impacto del resultado en Buenos Aires. La imagen sonriente de los funcionarios y candidatos festejando -presididos por Amado Boudou- que el Frente para la Victoria siguiera siendo la primera fuerza electoral, apenas disimuló que dentro del gobierno crece el descontrol.
Un funcionario de Presidencia reconoció ayer reservadamente que al Secretario Legal y Técnico Carlos Zannini ya le resultaría imposible hacer cesar las peleas. Por ejemplo, la que sostienen Boudou e Hernán Lorenzino con Axel Kicillof y Guillermo Moreno, que impulsan el desdoblamiento cambiario. El vicepresidente también, como se vio la semana pasada, tiene un frente de tormenta con Florencio Randazzo y otro con Juan Manuel Abal Medina. La paralización de la gestión se advierte con sólo leer el Boletín Oficial, en la casi totalidad de los decretos que se publican se refieren a designaciones de personal.

En el Congreso, de por sí poco activo, los bloques oficialistas de ambas cámaras dejaron de reunirse con el pretexto de las elecciones y la inactividad se extiende a casi todas las comisiones. En el campo político, el panorama es coincidente. Gabriel Mariotto rompió ayer la paz electoral y atacó tanto a Daniel Scioli como a Martín Insaurralde por llevar adelante una campaña “vacía de contenido”. El intendente de Lomas de Zamora habría amenazado con no asumir su banca en la misma noche del domingo, molesto por las críticas del ultracristinismo. A todo esto, la contundencia del triunfo del Frente Renovador estaría generando en el conurbano versiones alarmantes para la Casa Rosada. 

La más resonante señala que el Ministro de Seguridad Alejandro Granados, con licencia en la intendencia de Ezeiza, estaría preparando sus valijas no sólo para dejar el ministerio, sino también para plegarse al Frente Renovador. Granados vería venir el fracaso de su gestión y culparía al sciolismo por retacearle apoyo al igual al jefe de la bonaerense. Dirigentes cristinistas lo acusarían de haber ordenado en Ezeiza el corte de boleta a favor de la lista de diputados nacionales de Massa, para conseguir así una derrota por pocos puntos. Estos indicios podrían adelantar una crisis general del kirchnerismo bonaerense que carece de una verdadera conducción política. 

 Por otra parte, hay indicios de que en el gobierno habría discusiones sobre la conveniencia o no de hacer correcciones en la política económica. Pero el 42% obtenido por Massa parece funcionar como un bloqueo a cualquier rectificación importante.” Si ahora damos el brazo a torcer, va a parecer que está gobernando Massa”, fue la frase que se escuchó. Por último, otro peligro se cierne sobre el confundido kirchnerismo. Con centro en la gobernación de Córdoba, estaría en marcha una amplia operación para que varios gobernadores -incluyendo algunos del oficialismo- presionen a la Casa Rosada para que acepte rediscutir la coparticipación. 

 Negociar la vuelta 

 No es ilógico que la ausencia de Cristina, sumada a la derrota, esté llevando al kirchnerismo a un gran desorden interno. El sistema de poder montado por Néstor Kirchner está basado en la concentración absoluta de las decisiones en una sola persona. El kirchnerismo no está entonces en condiciones de funcionar como un colegiado donde se negocian las decisiones. Sin la voz del mando supremo, los funcionarios estarían cada vez más desconcertados. Este método lo continuó aplicando la presidente, con los obvios costos para su salud que ahora empiezan a reconocer los médicos. Ahora, los síntomas de descontrol interno conducirían a una sola conclusión: CFK debe reasumir lo más rápido posible porque, si la licencia se estira más allá de la semana que viene, la descomposición interna se agravaría. 

Habría en estos momentos una compleja negociación a tres bandas: los médicos, la familia presidencial y los funcionarios del círculo presidencial. Aparentemente la reasunción del mando podría acelerarse, pero con la condición de que sea más aparente que real. La presidente trabajaría pocas horas por día y tendría una agenda acotada. Pero esto, en principio, sería suficiente como para restablecer el funcionamiento del hiperpresidencialismo y tal vez hasta controlar el creciente desorden que amenaza al gobierno más aún que la misma derrota electoral.

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