HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 17 de noviembre de 2011


Álvarez, Vila y Eskenazi,
 el triángulo de empresarios
que negoció las áreas petroleras.


PETRÓLEO SANGRIENTO


La increíble historia de cómo Vila y Álvarez le vendieron a YPF 4 áreas petroleras.

En una triangulación de sociedades, la firma Ketsal, propiedad de Vila y Manzano, le cedió la concesión a una empresa de Omar Álvarez sin experiencia en el rubro. Pero todo terminó con otra maniobra: YPF compró esa empresa en casi 17 millones de dólares y ahora operará las áreas petroleras.
El petróleo puede ser un gran negocio, aun si no hay una gota de crudo. En Mendoza, eso ocurre. Es el caso de las empresas Ketsal, del grupo Vila-Manzano, y la ignota Energía Andina, del empresario sanrafaelino Omar Álvarrez. Ambas firmas hicieron una triangulación que terminó con la cesión de derechos de cuatro áreas a la petrolera YPF, a cambio de poco menos de 17 millones de dólares. Las áreas petroleras que finalmente han quedado en manos de la empresa que conduce Sebastián Eskenazi son: Ñacuñán, Pampa del Sebo, Zampal Norte y San Rafael.
Todo ocurrió sólo con movimiento de expedientes y habilidad para los negocios con las concesiones públicas. La historia comienza con la licitación de áreas revertidas petroleras, iniciada por Julio Cobos y adjudicada por Celso Jaque. La empresa Ketsal se quedó con 7 de las 11 áreas petroleras licitadas. Pero aún no hubo ningún trabajo de campo, ni una gota de petróleo agregada a las reservas.
Este año, Ketsal le "cedió" la concesión de cuatro de esas áreas a la empresa Energía Andina Sociedad Anónima (EASA), una desconocida firma en el mundo petrolero. Para hacerlo, el Estado sólo exigió que EASA tuviera respaldo financiero. Rápido de reflejos, Álvarez amplió súbitamente el capital de la empresa y lo llevaron a 3 millones de pesos, cumpliendo el requisito formal. Los detalles de la negociación aún no han trascendido, pero sí emergió la autorización estatal, que se firmó en septiembre, a través de la resolución 974 de la Dirección de Petróleo, que comanda Pedro Sánchez, ex alto ejecutivo de YPF.
El paso siguiente fue más visible. Con la cesión ya aprobada, YPF compró el 100 por ciento de EASA y automáticamente se quedó con casi la totalidad de las cuatro áreas petroleras que, en los papeles, estaban a cargo de Álvarez. Esa compra fue comunicada a la Comisión Nacional de Valores el 13 de octubre. La operación, según lo informado por YPF, se hizo por 16,8 millones de dólares.

Amigos son los amigos

No es la primera vez que Eskenazi y Vila hacen negocios juntos. Además de tener "buena onda" entre los dos, el empresario mendocino ya le había cedido la operación del área Chachahuén. Pero la aparición de Álvarez sorprendió. La empresa del sureño nunca tuvo actividad hasta esta operación. Y como si fuera poco, además de EASA, creó otra firma llamada Energía Mendocina, que también forma parte de la nueva sociedad. Así, YPF se quedó con el 80 por ciento de las cuatro áreas en cuestión, Ketsal con el 10% y Energía Mendocina con el 10% restante. Lo curioso es que esa empresa fue creada en julio del 2008, es decir, luego de la licitación de las concesiones de las que finalmente es parte.
Maniobras similares ocurrieron cuando Vila y Álvarez, los mismos actores, negociaron el traspaso de la empresa distribuidora de electricidad Edemsa, que en principio estuvo en manos de una empresa idónea, como es la francesa EDF, y que terminó en otras mendocinas sin experiencia en la operación de la distribución eléctrica. En esa oportunidad el Estado también fue un mero testigo.

A pesar de que las áreas petroleras son un bien del Estado mendocino, el Gobierno casi no tuvo intervención en el proceso de negociación salvo, claro, la adjudicación inicial y la posterior autorización de las transferencias. "Ellos pueden ceder una concesión. Si se hace con una operadora, se debe verificar que tenga respaldo financiero y capacidad operativa la nueva empresa. Pero si es sin operación, sólo hace falta cumplir el requisito de tener respaldo financiero", admiten en el Gobierno.
"En este caso se analizó el patrimonio de Energía Andina, y cumplía. Luego vino la venta a YPF", explicó Sánchez. Ahora, YPF debe hacerse cargo de las promesas de inversión que hizo la firma Ketsal y que fue uno de los argumentos por los cuales terminó adjudicándosele 7 de las 11 áreas. El dato paradójico es que, de esa cantidad, ya hay 5 que no están a cargo de la empresa original. Y todas terminaron en manos de YPF.
Celso Jaque se va a ir del gobierno sin sumar reservas de petróleo, a pesar de haber adjudicado las áreas revertidas al iniciar su gestión. Sólo las empresas YPF y Tecpetrol han avanzado, mientras que las otras, principalmente Ketsal, dilataron el proceso y aún no tienen la Declaración de Impacto Ambiental.

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