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| Ana Gerschenson |
EL GALLEGO QUE LE DIJO NO A CRISTINA.
Córdoba se convirtió en el segundo distrito electoral de la Argentina con 2.499.000 habitantes en condiciones de votar, según datos frescos difundidos por la Cámara Nacional Electoral. Tiene más electores, y por lo tanto mayor peso político, que la ciudad de Buenos Aires, con 2.467.000 ciudadanos habilitados en el padrón nacional. Doce candidatos se anotaron para competir por la gobernación de la provincia el próximo 7 de agosto. Ninguno kirchnerista.
El peronismo cordobés se partió en dos, básicamente porque el nuevamente candidato José Manuel de la Sota le dijo que no a una exigencia de la Casa Rosada. El ex gobernador, que nunca estuvo en perfecta sintonía con los Kirchner, se rehusó a que los operadores K elijan a su compañero de fórmula, y finalmente redobló la apuesta: ungió como candidata a vicegobernadora a Alicia Pregno, intendenta de Laboulaye, un centro de resistencia a la resolución 125 durante la crisis del campo. Y cuenta con el respaldo del actual mandatario Juan Schiaretti.
De allí en adelante la guerra quedó declarada. Tanto, que esta semana el apoderado del Partido Justicialista, el diputado Jorge Landau, se presentó ante la jueza federal María Servini de Cubría para formalizar la oposición del partido a que la lista a legisladores nacionales del PJ cordobés se adhiera a la del Frente para la Victoria, es decir, a la de Cristina presidente, el próximo 23 de octubre. La disputa terminará inevitablemente escalando en la Justicia.
Así están las cosas entre los peronistas del recientemente proclamado segundo distrito electoral, después de la provincia de Buenos Aires.
No es la primera vez que De la Sota se enfrenta al estilo Kirchner. El cordobés, ex embajador en Brasil durante el menemismo, senador y luego gobernador desde fines de 1999 al 2007, criticó al ex presidente en más de una ocasión por ser "un monumento a la intolerancia". Egresado de la Facultad de Derecho, De la Sota trabajó junto al entrerriano Jorge Busti en la Agrupación de Abogados Peronistas, dedicada a defender a los militantes peronistas detenidos por proselitismo.
Con 61 años, dos divorcios, dos hijas y nueva pareja, el "Gallego" De la Sota jura que nunca usó peluquín, admite dos implantes capilares, y cuenta que comenzó a perder el pelo en la cárcel, cuando fue detenido y torturado en 1976 por su sola condición de peronista, porque -aclaró hace poco- "nunca fui guerrillero".
Fundador junto a Antonio Cafiero de la llamada Renovación en el PJ en los ‘80, la historia cuenta que fue el primer elegido por Eduardo Duhalde para sucederlo en la Presidencia en el convulsionado 2003. Pero a meses de la elección, las encuestas no lo acompañaban y decidió abandonar su postulación, por lo que Duhalde le ofreció el puesto a Néstor Kirchner.
Su relación con Kirchner tuvo vaivenes. Se quejó públicamente por su estilo confrontativo, pero votó a Cristina en 2007.
El "Gallego" cuenta con la ventaja de la elección desdoblada, como sucede en la ciudad de Buenos Aires. Esto es que su destino no depende estrictamente de los votos que podría aportarle la Presidente en su reelección, una condición beneficiosa para los candidatos oficialistas que cuelgan su boleta a la presidencial.
"Las únicas veces que conseguí hechos positivos del gobierno nacional para Córdoba fue cuando me peleé, nunca por las buenas", supo decir en sus épocas de gobernador. Recordó el axioma esta semana, cuando lanzó su candidatura junto a su compañera de fórmula, con la “Mona” Jiménez de fondo y el apoyo en pantalla gigante del ex futbolista Mario Kempes, el corredor "Pechito" López, David Nalbandian y la Mole Moli.
En la Casa Rosada sospechan que ésta quizás sea una jugada delasotista típica y que después de agosto, si es que gana la gobernación, va a haber margen para negociar. Es posible, pero lo cierto es que De la Sota se dio el gusto al que se animan pocos: le dijo no a la Presidente.
Un peronista rebelde
* El candidato a gobernador por el PJ cordobés rompió con el Gobierno, luego de decirle no a una exigencia de CFK para imponerle a su compañero de fórmula.
* No es la primera vez que De la Sota se enfrenta a los K. Y es de los pocos en el PJ que se le animan a la Presidenta.
* Habrá que ver cómo sigue la historia, tras las elecciones del 7 de agosto.
