SENADO: EL KIRCHNERISMO FRENÓ EL CANON DIGITAL POR PRESIÓN EN LAS REDES SOCIALES.
Lo impulsó Miguel Pichetto, jefe del bloque K, y tuvo el apoyo de todos los bloques. Pero tras una fuerte campaña en contra vía redes sociales el propio senador tuvo que frenarlo y anunciar que habrá un debate más amplio. Temor ante un electorado clave en las elecciones.
El kirchnerismo demostró hoy la importancia que le asigna a la repercusión de las redes sociales, al suspender el proyecto para aplicar un canon tecnológico que anoche había obtenido dictamen por gestión y apoyo del bloque oficialista.
Lo que pasó en estas horas fue que vía Facebook, Twitter, y los más diversos blogs se gestó una resistencia que obligó al Gobierno a dar marcha atrás, temeroso de verse perjudicado ante un electorado juvenil que supo seducir en el último año y que será clave en los comicios de octubre.
Tiene motivos para no perder de vista esa tarea: se estima que el 40% del electorado tendría menos de 30 años. Es, justamente, la franja etárea quienes más copian materiales culturales.
Cuando el proyecto tenía destino seguro de tratamiento, Pichetto sorprendió al anunciar que se demoraría por la presión ejercida desde la web. “Hemos escuchado la multiplicidad de voces contrarias a esta iniciativa, que se plasmaron recientemente en el ciberespacio, y por eso se tomó la decisión de continuar debatiéndolo”, admitió en un comunicado.
También avisó de esta decisión vía Twitter, usando el hashat canon, modalidad usada para crear comunidades en torno a un tema. “Decidimos no tratar hoy en Recinto la iniciativa de canon digital que busca proteger derechos intelectuales de artistas”, les avisó a la comunidad virtual que lo repudiaba.
Sorprendido por la situación, Pichetto, además, denunció que fue hakeada la red informática del Senado. "Lo que pasó hoy es un hecho institucionalmente muy grave. El Senado no puede estar sometido a un sistema de `hackers` que interviene en la red y destruye el funcionamiento informático. Hay que mejorar todo el sistema tecnológico del Senado y trabajar con especialistas para impedir el hackeo", se alarmó.
El polémico proyecto se debatió ayer por la noche en la comisión de Legislación General, con la presencia de artistas y músicos, muchos de ellos cercanos al Gobierno. Ya en la medianoche por las redes sociales abundaban denuncias de blogueros por no haberle permitido participar de la sesión.
Si bien en el recinto la kirchnerista riojana Teresa Quintela, presidenta de la Comisión de Legislación General, aclaró que no se había emitido dictamen, lo cierto es que el apoyo explícito del kirchernismo y la UCR garantizaban su sanción.
Pero Pichetto, que nada deja de consultarlo con la Casa Rosada, aclaró que estaba de acuerdo y era bueno dar la discusión. Pero nada más que eso. “A los medios de comunicación que hacen esos títulos catástrofe les recuerdo que tienen ellos se nutren de los artistas por lo que no está mal”, reclamó y minimizó las agresiones que inundaron sus cuentas virtuales.
La única voz en contra fue la de Sonia Escudero, del peronismo federal. “Tenemos que definir la partencia de la producción cultural. Vengo de una provincia pobre donde el acceso a los bienes culturales no es fácil”, remarcó la senadora salteña. El tema quedó pendiente a la espera de una negociación más auspiciosa.
Qué dice el proyecto
La polémica iniciativa crea un impuesto a los soportes tecnológicos que permiten reproducir producciones culturales.
Señala que se aplicaría a "los fabricantes o importadores de soportes, aparatos o elementos aptos para la reproducción de obras musicales o audiovisuales, fonogramas e interpretaciones. Los distribuidores, mayoristas y minoristas, de los mencionados soportes, aparatos o elementos, responderán por el pago de la remuneración solidariamente con los obligados al pago que se los hubieren suministrado".
Establece además que la recaudación se destinaría a las asociaciones encargadas de proteger los derechos de los artistas. Enumera a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic), Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores), Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif) y Directores Argentinos Cinematográficos (DAC).
Pero aclara que “la representación conjunta antes aludida será ejercida judicial y extrajudicialmente por la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic)".