LA CGT TENDRÁ MENOS DIPUTADOS QUE DURANTE EL MENEMISMO.
Luego de la pésima gestión de Moyano en el cierre de las listas del Frente para la Victoria, el movimiento obrero quedaría sólo con siete diputados después de diciembre. Se trata de la representación sindical más baja en el Congreso desde la vuelta a la democracia.
El cierre de las listas digitadas por Cristina Kirchner no cayó bien en el movimiento obrero, que mira con nostalgia aquel reclamo histórico 33 por ciento de las listas reservado para el sindicalismo pregonado por Juan Domingo Perón.
La pérdida de representación del sindicalismo en el Congreso se viene dando desde los ochenta, cuando el bloque del PJ incluso era presidido por un sindicalista como Diego Ibáñez, por entonces titular del SUPE.
Pero el sindicalismo llegará a su peor momento de representatividad parlamentaria desde la vuelta a la democracia. Es que la CGT que encabeza Hugo Moyano logrará colar, como máximo, sólo dos diputados nacionales, Facundo Moyano y Carlos Gdansky.
Como de los 13 diputados de extracción gremial que ocupan la bancada oficialista se irán 8 en diciembre –incluyendo espadas de Moyano como de Octavio Argüello y el entrerriano Antonio Alizegui–, el movimiento obrero se quedará con la representación de sólo 7 diputados para los dos años que vienen.
Según la Dirección de Información Parlamentaria del Congreso Nacional, en el período comprendido entre la vuelta a la democracia y 1993, los legisladores del movimiento obrero se redujeron de 39 a 23. De 1993 a 2003, pasaron a ser de 23 a 17, y entre 2003, con la irrupción del kirchnerismo hasta la fecha, el número se redujo a esos 13.
Eso fue advertido por el titular del gremio de taxistas, Omar Viviani, que reconoció que en la CGT están “calientes” con el armado de las listas. “Hoy tenemos una mínima expresión, casi la misma cantidad que teníamos en el menemismo”. Viviani estaba en lo cierto: a partir de diciembre, el movimiento obrero tendrá menos representación en la Cámara baja que durante los gobiernos de Carlos Saúl Menem.
El diputado nacional del PRO, Jorge Triaca, hijo del ex titular del gremio de los plásticos y ministro de Trabajo de Menem, indicó a LPO que durante el gobierno del riojano los diputados de extracción sindical “no eran menos del 10 o 12 por ciento de la Cámara, es decir, más de veinte diputados”.
“Me parece que está mal compararlo con la época de Menem como si no hubiera tenido representación sindical: el sindicalismo entonces formaba parte del proyecto”, indicó Triaca.
Paños fríos
El abogado de la CGT y mano derecha de Moyano admitió a La Política Online que anteriormente había mayor cantidad de representantes sindicales y que “nos habría gustado un poco más”.
“Me hubiera gustado que Argüello hubiera renovado o que (Juan Carlos) Schmidt o (Julio) Piumato hubieran estado mejor colocados, pero la historia continúa”, señaló Recalde y aclaró que “lo principal es que gane Cristina”.
El imposible
Los trascendidos indicaban que Moyano soñaba para estas elecciones poder colocar 30 diputados a lo largo del país.
Pero todo quedó en un chiste: "Cuando salíamos de la última reunión del Consejo del PJ en La Plata, un periodista le preguntó a Hugo cuántos diputados iba a reclamar, entonces él me preguntó a mí cuántos había en juego; le dije 35, entonces el respondió que iba a pedir 30. Nunca hay que perder el sentido del humor", dijo Recalde a LPO.
“Si hay 100 pretendientes y 10 novias, hay 90 que van a quedar calientes”, bromeó en relación a los dichos de Viviani.
El diputado nacional indicó que “lo trascendente es la evolución de los derechos laborales más que la cantidad de diputados, que no deja de ser importante” y agregó que “las incorporaciones son buenísimas: ha sido muy buena noticia el avance de la juventud sindical con Facundo Moyano y ha sido sumamente satisfactorio lo de Boudou”.
“Hace tiempo que se nota el empeño de algunos sectores para provocar una fractura entre la CGT y el Gobierno, pero eso no se va a dar”, advirtió el abogado de la central obrera y desestimó que Gdansky, uno de los dos candidatos que logró colocar la CGT, no responda a Moyano. “Carlos es secretario de la CGT de La Matanza y la CGT la conduce Moyano; le quieren encontrar pelos a la leche, pero es una leche desnatada”.
Lo que le espera a Moyano
Por el contrario, Triaca indicó que “Gdansky no tiene nada que ver con Moyano y ellos lo saben”. Estas declaraciones encajan con el panorama que se le avecina a Moyano.
Es que Gdansky responde al titular de la UOM, Antonio Caló, un peso pesado que se alejó de Moyano. Y no es el único. Como pudo saber LPO, el titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, otrora hombre de confianza del líder de Camioneros, ya no concurre a las reuniones del Consejo Directivo de la CGT.
Del mismo modo, Héctor Daer ya no es más el vocero de Moyano como solía ser, una tarea que actualmente acapara el líder de los canillitas, Omar Plaini. Y el titular de los municipales porteños, Amadeo Genta, desoyó una invitación del propio Moyano a un encuentro en Olivos.
El cierre de listas no dejó bien parado a Moyano, que deberá enfrentar las disidencias internas que irán en ascenso hasta la elección de autoridades de la CGT del año que viene. A ese panorama se le suma su enfrentamiento con los “gordos” y la resistencia que tiene de independientes como Oscar Martínez y Andrés Rodríguez, de UPCN.