• Desde hace 6 meses no compra aceite argentino.
• Situación complica a exportadores.
• Silencio oficial
Por: Soledad Ricca para Ámbito Financiero
Las ventas de aceite de soja a China están totalmente paralizadas desde octubre del año pasado, luego de la disputa comercial entre la Argentina y el gigante asiático, que se extendió por más de seis meses. «En abril del año pasado China nos dejó de comprar grandes cantidades de aceite de soja. En octubre hizo una compra pequeña que se embarcó en diciembre y desde entonces el comercio con China está paralizado», explicó ayer a este diario Alberto Rodríguez, titular de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA). Esta situación perjudica, principalmente, al precio de este producto. De hecho, en la actualidad el aceite argentino está con un descuento de u$s 30 por tonelada en relación con el brasileño. Mientras tanto, Brasil aprovecha la oportunidad e intenta sustituir a la Argentina en el envío de aceite a China, un gran demandante de alimentos.
Conflicto comercial
«No es cierto que haya un problema con el aceite de soja argentino, es mentira que no sea de calidad, acá hay un gran problema en las relaciones comerciales entre ambos países. Este es un conflicto comercial. Mientras tanto, China sigue comprando aceite en Brasil y en Estados Unidos», sostuvo Rodríguez. Y agregó: «Yo no creo que el problema sea el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, porque él no maneja el comercio exterior. Creo que es una política del Gobierno. Si bien le transmitimos nuestra preocupación a distintos funcionarios aún no hemos tenido ninguna respuesta». Hasta abril del año pasado la Argentina vendió a China 250.000 toneladas de aceite de soja que fueron embarcadas en 2010. «Lo que sí estamos exportando es poroto de soja. Los embarques de poroto estarán saliendo este mes, pero hay que ver qué vamos a hacer con el aceite», dijo Rodríguez. A este problema se suma el conflicto en las zonas portuarias por falta de infraestructura adecuada en plena cosecha de soja, donde se producen largas colas de camiones que esperan para descargar la producción. «El sector público tiene una deuda gigante en lo que se refiere a la infraestructura», culminó el experto.
FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO