COMIENZA PARITARIA BANCARIA. PIDEN EL 30%.
Por: Carlos Burgueño de Ámbito Financiero
Una de las negociaciones paritarias más polémicas e importantes del mercado laboral ingresó en etapa de definición. En no más de 20 días, la Asociación Bancaria debería definir cuál será el incremento salarial que tendrán sus afiliados. Como siempre, se esperan jornadas de declaraciones cruzadas y de alto nivel confrontativo (especialmente de parte del gremio), movilizaciones, cortes de tránsito y eventuales huelgas. Sin embargo, sería uno de los sindicatos con más posibilidades de lograr un importante aumento salarial, ya que la mejora en los sueldos de los empleados de bancos no será menor que el 20% y llegaría a el 30% real. Esto será así porque se computará como aumento de sueldo el pase al salario de manera permanente de los 1.000 pesos mensuales que el gremio arregló en diciembre, junto con el pago del premio anual de 900 pesos para las fiestas. El reclamo original estará por encima del 30%; sin embargo, ya se sabe que el alza final se acercaría al 25% con el compromiso de repetir el premio de diciembre tal como ocurrió en 2010. El principal problema que tiene en realidad el gremio de Juan José Zanola, aún preso y procesado por su supuesta participación en el caso de la mafia de los medicamentos, no es este año la negociación salarial con las entidades financieras, quizás más dispuestas que otros años a discutir un aumento de cierta importancia con el gremio.
Piso actualLa dificultad que encuentra el sindicato en los primeros meses de 2011 para lograr una mejora importante en el poder adquisitivo de sus afiliados es, en realidad, la incidencia del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría (relación de dependencia) en el sueldo final. Prácticamente todos los bancarios del país cobran por encima de los 4.818 pesos para solteros y los 6.662 pesos para casados con dos hijos, cifras que equivalen hoy al mínimo no imponible del tributo a las Ganancias.
Actualmente, el piso que cobra un empleado bancario difícilmente baje de los 6.000 o 7.000 pesos, con lo que la gran masa de trabajadores de las entidades financieras está alcanzada por el impuesto. Para peor, un alza salarial de más del 25% implicaría que no menos de 5 puntos porcentuales de ese incremento se pierdan por Ganancias, con lo que la suba salarial real no superaría el 20%. Sería nominalmente más que el 23,5% que cerró la Asociación Bancaria en marzo de 2010, pero menos en el bolsillo de los afiliados.
Ante el panorama, el gremio se encuentra en la disyuntiva sobre cómo plantear públicamente la protesta este año. La duda es si hablar directamente con la misma virulencia sobre el incremento de salarios y la siempre exigua oferta empresarial (incluyendo la banca pública) y sobre la necesidad de ajustes del mínimo no imponible. Esto último enfrentaría al sindicato directamente contra el Gobierno.
Otros gremios
La Bancaria no es el único gremio en esta situación. La mayoría de los camioneros, petroleros, metalúrgicos, automotrices, autopartistas y telefónicos, entre otros, están en la misma situación de tensión ante el aumento de sus sueldos y la pérdida de parte de los aumentos por el nivel actual del mínimo de Ganancias.
Las negociaciones serán encabezadas este año, por parte del gremio, por el secretario general adjunto, Sergio Palazzo. Por el lado de las entidades financieras participarán la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), la Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA), la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina (ABAPRA) y la Asociación de Banca Especializada (ABE).
La conducción del gremio debe presentar, además, ante sus afiliados directos (aproximadamente 55.000), una buena negociación, especialmente en el caso de las entidades públicas. Sucede que desde hace varios años la conducción de Zanola se ve jaqueada por comisiones internas vinculadas a sectores de izquierda dura que le disputan la conducción, por ahora en la esfera local, al dirigente preso. Además, el gremio recibió nuevamente el manejo de la obra social, que había sido intervenida por el Estado nacional en la época de Graciela Ocaña como ministra de Salud, por lo que pese a la situación de Ganancias, quiere mantener buenas relaciones con el Gobierno nacional.
FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO