HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 11 de julio de 2011

PAPELÓN DE LAS ENCUESTADORAS LIGADAS A LA CASA ROSADA.

Nunca se 'equivocaron' tanto en sondeos previos. Según la prensa oficialista, le daban entre 6 y 7,5 puntos de diferencia a Macri. La distancia superó los 19.

Como mínimo hay que decir que no hicieron bien su trabajo, para no ingresar en el fangoso terreno de la tenue línea entre los resultados de los sondeos y los candidatos que los pagan.

Según publicó el 'house organ' oficialista Tiempo Argentino, tal vez para tratar de influir en el resultado de las elecciones porteñas, las últimas mediciones de Ricardo Rouvier & Asociados, Ibarómetro y Aresco (Julio Aurelio) mostraban una distancia de apenas 6,25 y 7,4 puntos porcentuales entre Macri y Filmus, cuando terminó siendo de más de 19.

Tiempo Argentino -que siempre suele contar cómo 'mienten' o tergiversan Clarín y La Nación-, informó antes del comicio que con los últimos sondeos de intención de voto, sólo esa era la ventaja que el actual jefe de gobierno porteño le llevaba al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Filmus.

"Muy lejos está, sin embargo, Mauricio Macri de la barrera del 50%, la que le permitiría evitar la segunda vuelta en sus aspiraciones reeleccionistas", decía Tiempo. Macri superó el 47%, no tan lejos al final.

Tiempo Argentino citó las encuestas realizadas por las consultoras Ibarómetro -Doris Capurro, esposa del ultraoficialista Marcelo Capurro, editor de Debate-, Aresco (Julio Aurelio, quien con este guarismo rifó parte de su capital como encuestador) y Ricardo Rouvier & Asociados -otro consultor cercano a la Rosada- mostraba, tal como se preveía desde el inicio de las campañas electorales, una definición en la compulsa porteña que reeditará el ballottage de 2007.

Para Ibarómetro, la fórmula compuesta entre Mauricio Macri y María Eugenia Vidal tenía una intención de voto del 41,4% de los votos, mientras que el binomio Daniel Filmus-Carlos Tomada cosecha el 34,3% de las voluntades.

Un escenario similar mostraba Ricardo Rouvier & Asociados con los candidatos del PRO, cosechando el 42,6% de los votos frente al 35,2% del FPV.

Los guarismos de Aresco tampoco diferían significativamente, aunque marcaban, entre las tres consultoras, la menor brecha entre una y otra fórmula. Macri tiene una intención de voto del 41,5% frente al 35,25% de Filmus.

Un papelón de las consultoras. Y de algunos medios que perdieron hace rato la brújula del periodismo, o que en realidad no la respetaron jamás.

Fuente: Asteriscos.Tv
¿BALOTAJE?


La ventaja de Macri fue mayor a la esperada y pone en duda si al Gobierno K le conviene ir a segunda vuelta

En los próximos días uno de los deportes nacionales pasará a ser la especulación sobre cuántas probabilidades tiene Daniel Filmus (y el Gobierno) de quedar bien parado ante una "eventual" segunda vuelta.

Es que la diferencia a favor de Macri fue mayor aun a la que esperaban los más optimistas militantes del Pro.

Con el 47,1% de los votos, le sacó una diferencia de 19,3 puntos al candidato kirchnerista, dejando prácticamente sellado el resultado de un hipotético ballottage.

Con 27,8%, Filmus quedó lejos como para pensar en poder dar una lucha pareja, mientras que Fernando "Pino" Solanas (12,8%) -también muy alejado de su gran desempeño de 2009- no fue capaz de canalizar el voto progresista "no kirchnerista".

Y por más que el Gobierno K festeje el haber reducido la diferencia que se diera hace cuatro años atrás (22 puntos), todo hace prever una dificultad extrema para el candidato designado por el Ejecutivo nacional.

En efecto, para dar vuelta el resultado, necesitaría algo prácticamente imposible: que todos los votantes "independientes" volcaran su apoyo hacia él para evitar que Macri llegara al 50% y se consagrara reelecto.

En este contexto, antes de la contienda, Artemio López -uno de los principales encuestadores y muy cercano al kirchnerismo- decía: "Si la diferencia en la primera vuelta supera los 10 puntos, en el ballottage su triunfo es irreversible".

Al respecto, Rosendo Fraga, director de Nueva Mayoría, indica que "de cada cuatro votos que fueron para Pino Solanas, en el ballottage, uno irá para Macri".

De modo que, de cumplirse tal proyección, Filmus se encontraría casi sin chances para la segunda vuelta.

En efecto, teniendo en cuenta lo sucedido en otros ballottages, sólo una diferencia de unos 8 puntos le hubiese permitido al candidato K contar con alguna posibilidad de triunfar el próximo 31 de julio.

Cambio de clima
La otra gran cuestión, objeto de especulación política, es si efectivamente habrá ballottage, dado que no es descartable la eventualidad de que Filmus desistiera de su participación -más allá de que en caliente haya tenido que salir a ratificarla- si su análisis fuera que se enfrenta a una dura derrota.

Al conocerse las primeras proyecciones, Sergio Berensztein, director de la consultora Poliarquía, planteó la duda: "Hay que ver si el Frente para la Victoria realmente quiere enfrentar el desafío de la segunda vuelta".

Y recordó que la fecha de los comicios porteños se ubica a escasos 15 días de las elecciones internas, donde se dirimirán cuáles serán las candidaturas presidenciales únicas de cada partido.

Pero además, hay otro tema en cuestión. Y es si realmente le conviene al Gobierno K presentarse en una contienda que, sabe de antemano, puede dejarlo muy mal parado.

En este sentido, el analista Jorge Giacobbe es uno de los que piensa que es un hecho que no va a haber segunda vuelta.

"Olvídense, no hay asesor de campaña que le pueda aconsejar a un candidato exponerse a una derrota aplastante", afirma el experto, quien ya antes de las elecciones había advertido que si Macri superaba el 45% no tendría sentido un ballottage.

Y da por descontado que el kirchnerismo no querrá darle a la oposición política la posibilidad de verlo derrotado por una diferencia abultada.

Es que una derrota de Filmus por un margen amplio en Buenos Aires podría ser considerada en filas oficialistas como una innecesaria exposición a una pérdida de imagen, para un partido que viene manteniendo un tono triunfalista, razona el politólogo.

Al respecto, hay un antecedente histórico: el de la renuncia de Domingo Cavallo a disputar el ballottage frente a Aníbal Ibarra -en la elección de 2000- por entender que no contaba con chances de pelear por una victoria.

En cuanto al antecedente de Filmus, es cierto que tiene el aliciente de haber achicado la diferencia que le sacara Macri en las votaciones de 2007.

De hecho, la frase "fue la mejor elección que ha hecho el Frente para la Victoria en Capital" fue el latiguillo más escuchado anoche, una vez conocidas las primeras proyecciones.

Pero también es cierto que el escenario aparece complicado para Filmus.

Su expectativa puede ser la de no sufrir otra derrota contundente por una diferencia de 21 puntos.

Porque difícilmente está en condiciones de elaborar una campaña en tres semanas que logre que prácticamente todos los votantes "independientes" apoyen su candidatura para permitirle superar la mitad de los votos.

Una derrota demasiado abultada (si se cumpliera el pronóstico de Jaime Durán Barba, el asesor de Macri, que espera un 60% para la segunda vuelta) podría, por otra parte, relativizar el argumento del kirchnerismo, en el sentido de que esa fuerza política viene avanzando a paso firme en Capital.

Sobre este punto, el politólogo Rosendo Fraga recuerda que la casi segura reelección de Macri implicaría "el inicio de un nuevo ciclo político, donde se rompe la seguidilla de siete elecciones provinciales en las cuales le ha ido muy bien al Gobierno Nacional".

Fraga enfatiza que los resultados regionales no necesariamente pueden ser proyectables a las elecciones presidenciales de octubre, porque parecería que cada oficialismo territorial cuenta con ventaja para reelegirse, pero sí que "crean clima político".

Y en este sentido señaló que una nueva serie de derrotas para el kirchnerismo, como podría ocurrir en las próximas votaciones en Santa Fe y Córdoba no harían más que enfriar el ambiente triunfalista que ha rodeado la candidatura de Cristina Kirchner para la reelección presidencial.

"El Gobierno nacional ahora no parece tan invulnerable como antes", resume Fraga.

Por otra parte, la forma en que la candidatura de Filmus fue perdiendo fuerza con el paso de las semanas ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de advertencia para el kirchnerismo en el plano nacional.

"Hubo momentos muy duros para Filmus, que hicieron mella en su campaña, principalmente por el escándalo de corrupción del caso Shocklender y por las desavenencias dentro del Inadi", señala Doris Capurro, directora de la encuestadora Ibarómetro.

Las primeras declaraciones de los funcionarios kirchneristas dan la sensación de que se tratará de imponer una interpretación del resultado electoral en el sentido de que "en Buenos Aires ganó una fuerza local sin candidato a Presidente", como definió Amado Boudou al Pro.

Y que, en consecuencia, el Frente para la Victoria consolidaba su liderazgo entre las fuerzas que sí buscan la pelea a nivel nacional, dado que Filmus se ubicó notoriamente por encima de Pino Solanas y de la radical Silvana Giudici.

Macri recupera protagonismo nacional
Pero más allá de los votos, lo que está en juego en estas elecciones es el futuro político de Macri y su espacio político.

Una votación pobre -aun habiendo alcanzado el primer lugar pero con menos del 40% de los sufragios- no habría hecho más que confirmar los peores temores del macrismo: que tras la renuncia a postularse para la elección presidencial perdiera protagonismo de manera irreversible a nivel nacional.

El clima triunfalista en torno a que Cristina Kirchner "ya ganó", sumado al cúmulo de críticas que sufrió Macri respecto de sus cuatro años de gestión, habían implicado un fuerte cambio en el panorama político.

El jefe de Gobierno porteño, que hasta marzo era considerando el principal referente opositor y prácticamente única figura alternativa a la de Cristina, había ingresado en una zona de riesgo (desde el punto de vista de su imagen pública) desde que, siguiendo el consejo de sus asesores, decidió bajarse de la carrera presidencial para consolidar su base de apoyo político en Buenos Aires.

De manera que una de las consecuencias directas de la votación de este domingo es el regreso de Macri a un espacio de la escena política en la que vuelve a ser un referente nacional.

El resultado no fue una sorpresa si se tiene en cuenta que la Capital ha sido históricamente un bastión anti-peronista donde, por otra parte, siempre se ha votado en contra del Gobierno nacional de turno.

Pero sí hubo algo de sorpresa en los encuestadores, por el hecho de que Macri -tras cuatro años de gestión- no haya acusado el desgaste del ejercicio del poder. Y haya mantenido prácticamente el mismo porcentaje de votos que había logrado en los comicios de 2007.

Con vistas a la elección presidencial de octubre, el apoyo del actual jefe de Gobierno de la Ciudad vuelve a ser, para los candidatos opositores, un activo valorable, tras un período en el que daba la impresión de que todos querían evitar la cercanía a su figura.

Como botón de muestra de ese rechazo, uno de los peores papelones políticos de Macri había sido el vacío de los precandidatos opositores a su convocatoria, en abril pasado, para firmar un documento de apoyo a una serie de puntos programáticos.

Hoy, lejos de esa situación, hay analistas que creen que puede llegar a tener influencia respecto de cuál de los candidatos opositores podrá posicionarse mejor para disputarle la presidencia a Cristina.

Rosendo Fraga analiza que el jefe de Gobierno porteño aparece más cerca del peronista disidente Eduardo Duhalde que del radical Ricardo Alfonsín.

Encuestas en duda
Hay finalmente, un claro derrotado en la elección: el sector de los encuestadores.

Había resultado sorpresivo y hasta confuso cómo, en las semanas finales de la campaña electoral, las diferencias entre las cifras de las consultoras eran marcadas, superando ampliamente los márgenes del "error estadístico".

El apoyo a Macri, por ejemplo, variaba desde 30 hasta 46 puntos. Y la diferencia entre el jefe de Gobierno y Filmus iba desde una mínima de 6 puntos hasta una máxima de 15.

Como primera consecuencia, naturalmente, habrá consultoras que perderán credibilidad con vistas al resto del calendario electoral, a excepción de Poliarquía, que fue la que pronosticó casi con exactitud el resultado de la contienda (para conocer más sobre las "ganadoras" y "perdedoras" del domingo, haga clic aquí).

Y muchas de ellas son las que están reflejando mayor intención de voto para Cristina en su carrera hacia octubre.

Lo que lleva a la segunda consecuencia de la noche de ayer: la puesta en duda sobre si el clima triunfalista existente en la campaña kirchnerista tiene realmente un sustento basado en una correcta medición de la opinión pública o si se trata, más bien, de una estrategia política por imponer "el relato".
Gabriela Pousa
UNA ELECCIÓN, UN PRIMER PASO.


Más allá del balotaje, la primera vuelta en la Ciudad de Buenos Aires arrojó un ganador. Un dato que demuestra que hay intención en la ciudadanía de intentar frenar un régimen hegemónico que hizo y hace mucho daño.

“Filmus le gana a Macri la primera vuelta en la Ciudad (…)”
Diario El Argentino, 23.05.2011

Como dice una canción, “siempre existe una razón, escondida en cada gesto”. Partiendo de esa premisa, pues, el voto porteño debe tener alguna suerte de explicación.

Algunos datos no tan al margen: En varias escuelas recorridas, la expresión en la cara de los votantes ponía en evidencia esas razones que, incluso para sí mismos, podían sonar irracionales. ¿Cuántas veces se obra mecánicamente, sin cabal conciencia de los hechos y sus efectos colaterales? Cuando además es compulsiva la conducta a ejecutar, subsiste una insatisfacción que no deja vivir la experiencia con fruición plena.

Tal vez eso era lo más manifiesto en los rostros de tantos ciudadanos esperando el turno de entrar a ese cuarto donde, más que cumplir con un deber cívico, concurrieron a desnudarse como seres humanos.

Una diferencia notable es digna de rescatarse: pese al auge y el marketing de la juventud que se adentra en las fauces de la política, por lo general era en la gente mayor donde se podía vislumbrar más satisfacción. Y es que ellos estaban allí por designio propio, no por obligación.

La llamada “tercera edad” no siente la daga de la presión, aunque sí sienten las secuelas de un exceso de gobiernos que les fueron impuestos. Mientras, la masa púber cree, por momentos, que son los únicos dueños de la democracia: propiedad sin título y sin asidero pero que parece desligarlos de los deberes y otorgarles todos los “derechos”. Últimamente, a ellos se les inculcó, desde el poder, la falacia de la militancia como sinónimo de acceder a privilegios sin responsabilidades de peso.

Siempre quedará la duda de saber qué pasaría –o hubiese pasado– si el voto fuese voluntario. A ojo de buen cubero, es dable reconocer que no afloraba en la mayoría de los porteños alegría por la posibilidad de elegir quién los represente, sino más bien una resignación por tener que escoger, entre un puñado de candidatos, otra vez, al menos malo. Ahí radica la sentencia que exponen muchos analistas cuando sostienen que estos comicios, en realidad, están marcando una tendencia a nivel nacional, o mismo de sopesar dos modelos.

Sintetizando: voto a Mauricio Macri para limitar la soberbia del oficialismo, o voto a Daniel Filmus porque adhiero al gobierno nacional. Y aquellos que han optado por las ramificaciones del árbol de algún modo dan cierta evidencia acerca de las ramas en las cuales han de colgarse cuando lleguen las presidenciales. Sin embargo, cuidado, que estas deducciones no tienen base científica por más que haya jurisprudencia y se abra un maniqueo debate mediático.

Hay que aceptar que esta Argentina no es la de otros tiempos. Tanto ha cambiado (o tanto la han cambiado) que arriesgarse a transpolar ejercicios electorales es un peligro que puede deparar sorpresas desagradables. Las tendencias son apenas posibilidades… Aunque si acaso alimentan interés y entusiasmo es dable esperar que se las propague con beneplácito.

A su vez, es interesante observar que la elección de este domingo también es una prueba de fuego para la psicosis de los sondeos. Si bien hubo aciertos sobre quien iba a resultar ganador, las diferencias porcentuales dejan al descubierto de qué forma se compran y venden las “intenciones” de la gente.

Amén de lo grotesco que resulta ese mercado de mentes (o dementes) cuando es manipulado arteramente, lo repudiable son los millones que se gastan en propagar números adulterados para seguir con un método del cual parece que estamos inexorablemente presos o acostumbrados: el engaño.

Ahora bien, al margen de estas elucubraciones sociológicas hechas a la ligera, se abrirán un sinfín de interpretaciones entre las cuales hay que separar aquellas que han de ser tan oportunistas como antojadizas.

Lo cierto es que los números vuelven a asemejarse con los de antaño. El más fidedigno de los datos. Aproximadamente un 10% o 15% de diferencia (la nota se cierra antes del escrutinio definitivo, aclaro) debería acallar a Filmus. Al menos evitar que repita las declaraciones que hizo en la última contienda cuando sostuvo que el pueblo se había equivocado. Es extraño que quien tildó de ese modo al soberano haya tenido el desparpajo de volver a presentarse como candidato.

Si mantiene su premisa, debería haber contemplado que volvería a ser descartado. Y suponiendo que en el transcurso su opinión se haya modificado, debería admitir que es él, el equivocado… Conductas improbables entre las huestes de un oficialismo caracterizado por la negación de realidades y la especulativa ceguera que les hace ver triunfos donde las derrotas son palpables.

Si acaso los Kirchner negaron el fracaso en los comicios del 2009, bien volverían ahora a desconocer el resultado y vender, aunque sea, las bancas logradas como éxitos rutilantes de una gestión magnánima. Amén de echar culpas a las corporaciones y ver conspiraciones que sólo existen dentro de sus despachos. Después de ocho años, esperar gestos de madurez política y sana competencia es de ingenuos, y la ingenuidad a esta altura de las circunstancias no marca una ciudadanía esperanzada, sino más bien insana.

De todos modos, hay una realidad insoslayable que terminará por definir si el problema está en los aspirantes a gobernarnos o si, acaso, en cada uno de nosotros está el germen infectado, pues en pocas horas vuelve a rodar la pelota, existiendo incluso la posibilidad de que el Messi deleznado una semana atrás pueda terminar siendo idolatrado. Así somos. Así estamos…

Si por ello se opacan los resultados y acaban las implicancias de una elección sustancial por los actores que han participado, con la misma frialdad e indiferencia como se la ha encarado, seguimos complicados.

Esta vez, sin duda, el fútbol no es para todos, sino más bien para Cristina Fernández de Kirchner que podrá escabullirse tras él.

Es cierto que en muchas ciudades del mundo el desinterés frente a comicios alcanza niveles elevados, pero la diferencia radica en que aquellas le brindan al ciudadano una calidad de vida y confort capaz de justificar el desgano. Amén de que las divergencias entre opositores y oficialistas son prácticamente mínimas, porque ambas siguen el cauce de un desarrollo básico sin intentar retrocesos a utopías que ya demostraron su fracaso.

En Argentina, sin embargo, vamos de un extremo a otro. Es decir, al votar a uno u otro podemos estar escogiendo entre vivir estancados o proyectarnos.

Finalmente, y sin más prolegómeno, la elección –guste o no– arrojó un ganador. Un primer paso dado para frenar un régimen hegemónico que hizo y hace mucho daño. Apoyarlo sería lo verdaderamente democrático. Si eso no sucede, si el balotaje abre paso, otra vez, a la campaña sucia y a los pactos espurios donde se compra impunidad y voluntades, seguir hablando de democracia será tan absurdo como vano.
CANDIDATURA TESTIMONIAL


Conferencia desde el búnker K.

"Vamos a ir a una segunda vuelta a defender nuestros principios"

El candidato a jefe de Gobierno porteño por el Frente Para la Victoria, Daniel Filmus convocó a todas las fuerzas políticas que quedaron fuera del balotaje que lo enfrentará con Mauricio Macri a "construir una nueva mayoría" de cara al 31 de julio próximo.

"Es posible construir una nueva mayoría de cara al 31 de julio, convocamos a todas las fuerzas políticas que eligieron caminos alternativos pero que quieren el mismo modelo de Ciudad. En la UBA escuché muchas coincidencias que hablaron de Ciudad más justa que resuelva problemas de seguridad y de basura. Vamos a pensar un proyecto común", exclamó Filmus durante su discurso en el búnker emplazado en un hotel del microcentro porteño.

La convocatoria de Filmus también incluyó a quienes votaron en "blanco, a los que votaron otras fuerzas y a los que quieren el cambio para que a partir del 10 de diciembre tengamos la Ciudad que todos soñamos".

El ex ministro de Educación, acompañado por su compañero de fórmula, Carlos Tomada, y el primer candidato a legislador Juan Cabandié, en ningún momento de su discurso mencionó el triunfo de Macri ni su segunda ubicación.

"Vamos a ir a una segunda vuelta a defender nuestros principios", fue la primera mención de Filmus al balotaje del próximo 31 de julio.
NI EL INDEC PODRÁ DISIMULARLO: PERDIÓ EL KIRCHNERISMO


La pulsión kirchnerista y antikirchnerista,como se prevía, ganó al electorado y la polarización benefició a Macri y a Filmus, quizá pese a ellos mismos. El primero se impuso después de cuatro años de gobierno con muchas menos realizaciones de las que prometió y el segundo podrá disputar el ballottage a pesar de la falta de apoyo en la campaña del Gobierno al que defiende y en particular de su Presidenta, que ni siquiera le permitió hablar en el acto de lanzamiento de la candidatura.

Tan fuerte fue aquella pulsión que aunque el partido de Macri no tiene candidato ni estructura en el nivel nacional y de que el Frente para la Victoria no se comprometió con la suerte de Filmus, no quedan dudas de que la decisión de los votantes estuvo mucho más influida por la política nacional que por el presente o por el futuro de la ciudad.

La decisión de los votantes estuvo mucho más influida por la política nacional que por el presente o por el futuro de la ciudad.

No son pocos los analistas que afirman que el voto a Macri se engrosó con un porcentaje de electores que en otra circunstancia no lo hubieran votado porque no comparten sus políticas, porque desaprueban su gestión o simplemente lo que él es o representa, pero el rechazo de estos votantes a los modos, las políticas o las palabras del gobierno nacional pudo más para terminar con cualquier dilema íntimo.

Filmus también sumó a muchos de los que en principio no lo votarían y que hace un tiempo decían que elegirían a Pino Solanas o a otro candidato. Finalmente votaron al kirchnerista, pero no por adscripción al kirchnerismo, sino porque desde su ideología Macri les parece un límite infranqueable. Como un buen bálsamo para aliviar una conciencia remordida por los desbordes kirchneristas en el ejercicio del poder buscaron refugio en el pasado intelectual de Filmus.
Sin embargo, el resultado de la polarización arroja una diferencia de votos tan significativa entre Macri y Filmus que lleva a terminar acá con la posibilidad de trazar cualquier otra equivalencia entre uno y otro.

Gobierno tendrá que emprender una tarea titánica de construcción del relato si se propone convencer a la ciudadanía de que hoy logró un resultado positivo en la Capital.

Por eso, el Gobierno tendrá que emprender una tarea titánica de construcción del relato si se propone convencer a la ciudadanía de que hoy logró un resultado positivo en la Capital, con el único argumento de que esta fue la mejor elección de la historia del kirchnerismo según la lectura fría de los números.

Comparado con la manipulación del Indec, aquélla podrá parecer una forma sofisticada del manejo de las cifras, pero seguramente tan poco real y tan peligrosamente tóxica para su proyecto como la inflación oficial. Los números son irrefutables: en esta primera vuelta el kirchnerismo perdió, y por mucho.

domingo, 10 de julio de 2011

WHO`S WHO

Quién es quién en el mapa electoral porteño.


La ciudad de Buenos Aires se ha convertido en uno de los “botines” más preciados por la dirigencia política local, lo que hace que la misma se torne en el centro de atención de las próximas elecciones.

Sumergidos en el filo de la elección para la renovación de autoridades en la ciudad de Buenos Aires, la clase dirigente se ha largado de lleno a tratar de suplantar a Mauricio Macri en la jefatura de gobierno, de ahí que hayan puestos sobradas esperanzas en sus candidatos y en el establecimiento de distintas alianzas que permitan a sus hombres ser el cambio al PRO en la ciudad.

Las encuestas indican que el macrismo marcha al frente de las mismas aunque imposibilitado de ganar en primera vuelta, y que la pelea está en saber quien ocupará en territorio porteño el segundo puesto que le permita competir con el ex presidente de Boca Juniors en el ballotage.

Por el momento, el hombre del Frente para la Victoria, Daniel Filmus, le saca ventaja en esta lucha al referente de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, aunque quien tendrá la última palabra serán los más de dos millones de ciudadanos en condiciones de votar, que pueden provocar un cambio drástico en la conducción de la ciudad más importante del país.

Con más de tres millones de habitantes, la ciudad Autónoma de Buenos Aires representa el tercer distrito del padrón electoral nacional, con el 9,03% del mismo, detrás de la provincia de Buenos Aires, que posee el 37,2% de injerencia y la provincia de Córdoba.

La Agencia de Noticias CNA hace un pequeño repaso por la vida política de cada uno de los candidatos de los diferentes partidos políticos que intentarán llegar al sillón de Bolívar 1.

Mauricio Macri: el actual jefe de gobierno es quien lidera todas las encuestas previas y el máximo favorito para renovar por cuatro años más su cargo al frente del distrito. Conocido a partir de los años ’90 por su acercamiento gradual al menemismo, sufrió un secuestro en el año ’91 por la denominada “Banda de los Comisarios”, y que le valió un gran triunfo político al gobierno de entonces por su rescate con vida.

Asiduo visitante de la residencia de Olivos durante la época del riojano, supo hacer sus primeras armas políticas en Boca Juniors, club en el que llegó a la presidencia en Diciembre del 1995, manteniéndose en el mismo hasta el 2007, contando para esta aventura con todo el apoyo del menemismo y mediático. Bajo su etapa, el club vivió la era más gloriosa de su historia deportiva, ganando diversos títulos nacionales e internacionales.

En 2003 se presenta por primera vez a un cargo ejecutivo, perdiendo la elección de la ciudad en segunda vuelta ante Aníbal Ibarra. En 2005 es elegido diputado nacional por la ciudad, siendo la tarea legislativa algo que según sus propias palabras “lo aburrió muchísimo”. En 2007 se toma revancha de lo sucedido cuatro años antes, y gana en segunda vuelta a Daniel Filmus, comandando los destinos porteños desde entonces.

Los casos de la Policía Metropolitana con Jorge “El Fino” Palacios a la cabeza y los casos de escuchas a opositores realizados desde oficinas del gobierno porteño, causaron mella en un gobierno que ha sido acusado de corrupción, inacción y falta de capacidad para conducir la ciudad, que no ha parado de decrecer en sus aspectos más básicos, como cultura, Salud, Educación, trabajo y Seguridad.

Daniel Filmus: el senador nacional y ex ministro de Educación, fue uno de los funcionarios más leales al polémico y controvertido ex intendente de la ciudad de Buenos Aires, Carlos Grosso, a principios de los años ’90, en donde desde los sectores opositores se lo acusa de ser el gestor de la denominada “escuela shopping”, como lo fue la construcción de una galería comercial en la planta baja de la escuela Presidente Mitre.

En esos años, también supo trabajar junto a la ex ministra menemista de Educación Susana Decibe, siendo uno de los escribas centrales de la Ley Federal de Educación, la misma que supo reformar durante el mandato del santacruceño denunciándola de proclive al neoliberalismo y de dejar a los chicos afuera del sistema.

En tiempos de campaña electoral en el año 2007, fue denunciado por Mauricio Macri de que en los ’90 la entidad que integraba y supo dirigir, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), realizó trabajos para el padre del líder del PRO, el empresario Franco Macri en materia educativa en su grupo económico.

Fernando “Pino” Solanas: el reconocido cineasta y diputado nacional por Proyecto Sur, busca reeditar en esta elección el gran papel que tuvo en las elecciones legislativas pasadas, donde con poco trabajo y poco dinero para la campaña, consiguió el segundo lugar con el 25 por ciento de los votos, detrás de Gabriela Michetti.

Sus principales propuestas atraen más que nada a hombres y mujeres provenientes del pensamiento nacional y popular, siendo los más activos defensores de sus ideas los más jóvenes, ya que proyectos como la recuperación del ferrocarril, hacer de Buenos Aires una ciudad verde, defensora del medio ambiente, en contra de la trata de personas y de la prostitución, lo ha acercado a aquellos más descreídos con el sistema tradicional de la política nacional.

Su candidatura fue una sorpresa ya que a fines del año pasado se había lanzado como candidato a presidente de la Nación , resignando en mayo ese lugar para pasar a la ciudad, donde mide muy bien entre la gente y se encuentra hoy en día peleando por entrar al ballotage con Daniel Filmus. Su pela con el gobierno porteño y la administración nacional, lo ha llevado a encarnar el lema de ser el único candidato que pela “contra dos gobiernos, el macrista y el kirchnerista”.

Ricardo López Murphy: oriundo de una familia radical, el ex ministro de Defensa y Economía de la Alianza (del cual tuvo que irse luego de anunciar un recorte de 2.000 millones de dólares), empezó su militancia política dentro del centenario partido, con el cual rompió en el año 2002 para fundar Recrear para el Crecimiento (Recrear), ocupando en las elecciones presidenciales el tercer lugar, detrás de Carlos Menem y Néstor Kirchner, cosechando el 18% de los votos.

En el 2005 hizo una alianza política con el macrismo en territorio bonaerense, rompiéndola en 2007 y también perdiendo la conducción del propio partido que él creó en manos de Esteban Bullrich. En diciembre de 2008 lanza su nuevo espacio político, Convergencia Federal, con el cual piensa candidatearse en julio próximo, queriendo resumir en su propuesta lo mejor del radicalismo combinado a los nuevos tiempos políticos que se viven en el siglo XXI.

María Eugenia Estenssoro: hija de una familia boliviana de extensa trayectoria en su país, donde colocó a dos presidentes, es la carta de Elisa Carrió para la ciudad luego de haberle negado la Justicia la posibilidad de competir por la jefatura porteña a Adrián Pérez por no reunir los requisitos necesarios para serlo.

Periodista de carrera, donde trabajó entre otros para la revistas Noticias, Time y The Wall Street Journal. De trabajo arduo en la ONG Poder Ciudadano, luchó contra la corrupción en el Estado. En 2003 fue elegida legisladora de la ciudad de Buenos Aires, y en 2007 ganó la elección a senador en territorio porteño junto a Samuel Cabanchik.

Silvana Giúdici: diputada nacional por la UCR y en la Cámara Baja es la Presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación. Fue Directora de Descentralización, Subsecretaria de Espacio Público, Secretaria de Gobierno y Ministra del Programa del Bicentenario en el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Miembro histórica del radicalismo porteño, es una de las espadas del operador político por excelencia de la UCR , Enrique “Coti” Nosiglia, apodado por sus enemigos como el Monje Gris de la política nacional, y de cuya mano llegó a tener esta candidatura, pasando por encima de Facundo Suárez Lastra y el alfonsinista Ricardo Gil Laavedra. Dentro de la interna del centenario partido, acompaña la candidatura presidencial de Julio Cobos.

Javier Castrilli: el ex árbitro, apodado el “sheriff” por su fuerte conducción dentro del campo de juego, es uno de los tantos candidatos del Peronismo Federal que pululan en el escenario porteño, en este caso apoyado por Mario Das Neves y Francisco De Narváez.

Ingresó a la política de la mano del ex ministro del Interior Gustavo Béliz, desempeñándose como Subsecretario de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación. En 2008 asumió como Director de Deportes de la Municipalidad de Pinamar, y ahora se sumerge en la aventura capitalina.

Myriam Bregman: reconocida militante por los derechos humanos, defensora de numerosas causas contra los genocidas de la última dictadura militar, la referente del Partido de los Trabajadores Socialistas “PTS), es la candidata a jefa de gobierno por el recientemente conformado Frente de Izquierda y los Trabajadores.

Abogada de causas resonantes contra miembros de la dictadura, es una de las letradas que lleva adelante la denominada causa ESMA, donde se intenta juzgar a todos los represores que implementaron tareas en la Escuela de Mecánica de la Armada , el mayor campo de concentración de los años de terror de la Argentina.

Luis Zamora: el ex diputado nacional en dos ocasiones, es el miembro de la izquierda nacional más reconocido por la sociedad. Su lucha por los derechos humanos en plena dictadura, su hombría de bien y su honestidad, son los atributos que hasta sus máximos enemigos le reconocen al líder de Autodeterminación y Libertad.

Comenzó su militancia en defensa de los derechos humanos durante la última dictadura militar en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y fundando en esas negras épocas el Cels (Centro de Estudios Legales y Sociales). Militó en el histórico Movimiento al Socialismo (MAS) en los ’80, yéndose del mismo en los ’90 y manteniéndose en el ostracismo político durante mucho tiempo, en el cual vivió vendiendo libros puerta por puerta. En las elecciones del año 2003 se presenta como candidato a jefe de gobierno, obteniendo el cuarto lugar con el 12.3% de los sufragios.

Jorge Telerman: el ex jefe de gobierno durante el 2006-2007 tras la caída de Aníbal Ibarra busca volver nuevamente al sillón de Bolívar 1. Se inició políticamente en la histórica Federación Juvenil Comunista (FJC) en sus años de estudiante secundario, para acercarse finalmente al peronismo en los años ’70.

En 1982 conoce a Antonio Cafiero fundando conjuntamente el Movimiento Unidad, Solidaridad y Organización (MUSO), y participó en la renovación peronista, donde fue vocero y jefe de prensa del histórico líder Justicialista. Ya con Carlos Menem en el gobierno, se desempeñó como agregado de prensa en Washington, embajador en Cuba, entre otros cargos. En el ’99 regresa a la Argentina y asesora a Eduardo Duhalde en la campaña presidencial, para sumarse luego a la gestión de Aníbal Ibarra en la ciudad como Secretario de Cultura. En el 2007 jugó junto a Elisa Carrió en las elecciones porteñas, saliendo en tercer lugar, detrás de Macri y Filmus.

Jorge Todesca: uno de los economistas cabeceras del ex presidente Eduardo Duhalde, se lanza de lleno al corrillo político como candidato a jefe de gobierno por el Peronismo Federal. Su propuesta es mejorar lo hecho por Mauricio Macri en la gestión en la ciudad, y puede participar conjuntamente con el jefe de gobierno porteño en una candidatura común.

Su origen proveniente del ambiente duro de la economía, le hace perder espacios para lograr mayores avances en una unidad opositora, ya que los sectores progresistas y de centroizquierda son renuentes a sumarlo a un frente que converja la oposición al macrismo y el kirchnerismo.

César Rojas: tiene 41 años de edad, es dirigente del Frente de Artistas del Nuevo MAS, activista por los derechos de las minorías sexuales y despedido por la gestión Macri mientras era trabajador contratado en el área cultural de la Ciudad.

Militante de la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans (LGBT), fue un férreo activista a favor del matrimonio igualitario. Entre sus principales reivindicaciones en caso de llegar al gobierno porteño, está el de declarar el aborto legal, libre, seguro y gratuito; además de promover una unidad de acción entre los barrios y la gestión municipal, teniendo a los comuneros como eje central de esta nueva política.

Enrique Alberto Piragini: el destacado abogado es el candidato de la Alianza Frente de los Ciudadanos, y un reconocido crítico de los gobiernos de la ciudad encarnado en Mauricio Macri y de la Nación , en la persona de Cristina Fernández ahora y antes en Néstor Kirchner, presentando ante los Tribunales gran cantidad de denuncias por corrupción.

Ha sido candidato en otras elecciones donde no ha tenido la posibilidad de salir elegido para ocupar algún lugar en la tarea legislativa, y ahora se presenta como candidato de la Alianza Frente de los Ciudadanos. En el Colegio de Abogados de la ciudad ha ocupado diversos cargos, así como también en organismos públicos y privados.

Alejandro Carlos Biondini: el candidato del Partido Alternativa Social es un hombre que siempre ha estado en el centro de la picota política por su adhesión a la ideología nazi, no pudiendo ser en muchas ocasiones su partido político habilitado para competir en distintos actos electorales.

El 7 de diciembre de 2007 habló durante el acto inaugural de Casa Patria,[7] entidad que dice bregar "por la defensa del pensamiento nacional y la unidad nacionalista", y desde cuya tribuna realizan semanalmente conferencias y discursos distintos referentes de la ultraderecha argentina.
Actualmente conduce el programa radial “Alerta Nacional”.

Carlos Campolongo: el reconocido periodista es el candidato del Movimiento Federal de los Jubilados (MOFEJU). Es el hombre elegido por los hermanos Rodríguez Saá para competir en la ciudad de Buenos Aires, y busca encarnar en territorio porteño la experiencia saaísta en San Luis.

Durante los años ’80 con la recomposición democrática fue el conductor junto a Mónica Gutiérrez del noticiero central de ATC, lugar desde donde se buscaba darle más transparencia al periodismo y se diversificaba las voces, dando cabida a todos los espacios políticos, algo muy distinto a lo que sucede hoy en día en la televisión pública.

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