Crece la polémica en torno a Milagro Sala. Foto: Archivo / Marcelo Gómez |
Por Rosario Agostini/La Nación.- Pese al temor reinante en Jujuy, un grupo de ex integrantes de la Tupac Amaru se animaron a denunciar los casos de agresiones, maltrato y abuso de poder a los que fueron sometidos. La historia de las víctimas de violaciones de los derechos humanos por parte de Milagro Sala y de su agrupación, Tupac Amaru , se mantuvo en silencio, durante años, casi siempre por miedo. Luego de la detención de la dirigente, poco a poco fueron saliendo a la luz los testimonios de aquellos que hasta entonces no habían sido escuchados por las autoridades políticas ni judiciales.
Muchos de ellos aún hoy temen represalias. Sin embargo, se animaron a denunciar primero ante la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia y luego ante el Ministerio Público Fiscal de la Acusación las presiones de las que fueron víctimas.
Los casos remiten a hechos ocurridos durante los años de apogeo de la organización Tupac Amaru y de Sala, hoy detenida con prisión preventiva acusada de presunta asociación ilícita, fraude al Estado y extorsión, y homicidio en grado de tentativa.
Ninguna de las víctimas fue convocada ni escuchada por los organismos de derechos humanos que después terminaron haciendo presentaciones y declaraciones por la libertad de Milagro Sala, y que construyeron la base de sustentación de los señalamientos que hicieron instituciones internacionales, como la OEA y la ONU.
A partir de las historias contadas es posible conocer lo que en la organización significaba que te manden al "psicólogo"; las exigencias de Milagro Sala de pedidos de perdón cuando alguien cometía una "falta"; las amenazas que sufrían quienes habían abandonado la organización y pedían ayuda; los desalojos realizados en medio de la noche a quienes vivían en el barrio de la Tupac Amaru y la violación del domicilio particular que sufría quien se oponía a alguna medida que tomara la dirigente kirchnerista.
Los denunciantes conformaron un comité de víctimas que tiene como objetivo contenerse mutuamente y buscar ayuda y protección no sólo ante la justicia, sino también ante organismos nacionales e internacionales, porque todavía hoy, algunos de ellos, son víctimas de actos vandálicos "anónimos".
Historias de dolor e injusticia
Martín Jorge Rodríguez
Ex integrante de la Tupac Amaru
Denunció violaciones de los derechos humanos ante la Justicia y ante la Secretaría de Derechos Humanos de Jujuy. Allí dijo: "Conocí a Milagro Sala entre 2008 y 2009, cuando una persona cercana a ella nos presentó. Yo reclutaba gente para que trabajara en la copa de leche y fuera a la cancha y formara parte de la barra brava. En compensación nos daban planes de trabajo. También hacíamos campaña para un candidato a intendente del PJ".
Sin embargo esta relación se complicó cuando dejó la Tupac "porque Sala nos maltrataba, nos quitaba todos los papeles y supuestamente ella los presentaba y los cobraba".
Tiempo después, cuando fue a gestionar bolsones a otra agrupación, apareció Sala con su gente. "Me pegó en la cabeza, me tiró al piso y me amenazó delante de tres integrantes de la Tupac, y le dijo a un empleado del ministerio que no me diera nada. Ahí empezó mi calvario porque nadie me ayudó más por indicación de ella." El episodio se repitió tres años después.
Rodríguez también relató qué significa en la jerga tupaquera "el psicólogo": "Consistía en que te encerraban en una habitación y Milagro Sala te pegaba".
Soledad Angélica Mendoza
Ex integrante de la Tupac Amaru
Ex cooperativista de la Tupac Amaru, Soledad Angélica Mendoza denunció que la organización se apropió de un patio de su casa y que Milagro Sala la amenazó de muerte.
El relato de la mujer comienza en enero del año pasado. Según las denuncias que hizo ante la Secretaría de Derechos Humanos, la policía y la justicia jujeñas, en el transcurso de ese mes, Sala y obreros "identificados con gorras, remeras y chalecos de la Tupac Amaru" ingresaron al patio trasero de su casa, "tiraron todo lo que allí había y comenzaron a hacer una construcción" en el lugar. "El terreno donde vivo está en juicio de prescripción adquisitiva y rige una medida de no innovar", precisó Mendoza en la denuncia. Siempre según su relato, cuando se lo hizo saber a Sala, la dirigente le contestó: "«Que me chupen el pingo la Justicia y los jueces. Acá la que manda soy yo, y la que les paga soy yo. Acá se va a construir una copa de leche para darles de tragar a los chicos pobres»".
"Recibí amenazas de muerte de parte de miembros de la Tupac por intentar oponerme a esa situación. (...) Mi denuncia es contra Milagro Sala porque es ella quien daba las órdenes", cerró la denuncia.
Luis Bail
Ex integrante de la Tupac Amaru
La denuncia la hizo ante la Secretaría de Derechos Humanos de Jujuy y el expediente ya obra en sede judicial. "Desde 1998 conozco a Milagro Sala. Yo vivía en la calle y ella me conocía y me invitaba a tomar mates. Después comencé a trabajar con ella asistiendo a las marchas. Cuando se creó la Tupac Amaru trabajaba en la parte social, en las copas de leche y comedores infantiles."
Según el relato de Bail, Sala siempre los "sometía a castigos corporales cuando cometíamos alguna falta, como por ejemplo una inasistencia al trabajo, y nos mandaba al «psicólogo». Ir al psicólogo consistía en que te llevaban a una habitación en la sede de la Tupac Amaru, nos encerraban allí y siempre estaba Milagro Sala, quien junto con otras personas nos pegaban golpes de puños y patadas para corregirnos".
También contó un episodio cuando fue a ver un partido de Gimnasia de Jujuy: "Me ubiqué en el sector de la barra de Beto Cardozo, Sala se enojó y fue a mi domicilio con 40 personas más, quisieron sacarme de mi vivienda y como me resistí Sala me pegó con una pala en el ojo y me desfiguró el rostro". En 2013 sufrió una situación similar.
Bettina Condorí
Ex integrante de la Tupac Amaru
Bettina Condorí denunció ante la Secretaría de Derechos Humanos, la policía y la fiscalía de Jujuy que Sala la golpeó y le arrebató una hija.
Según esa presentación, en noviembre de 2009, Condorí fue obligada a "comparecer" ante Sala para "pedirle perdón" por haber "hablado mal de ella".
El relato comienza con el arrebato de su hija. "Sala ordenó que me quitaran a la bebé y la llevaran a la guardería. Como ofrecí resistencia, una mujer me la arrebató violentamente. Era mi hija", indicó la mujer. La denuncia continúa con el detalle de cómo fue golpeada por Sala. "Llegamos al museo [una de las dependencias de la Tupac], nos sentaron en dos sillas, Sala se paró frente a mi pareja y yo. Todos los presentes comenzaron a insultarnos y obligarnos a pedirle perdón a Sala", relató. Y continuó: "Yo, por miedo, le pedí varias veces perdón, pero ella seguía insultándome. (...) Traté de escapar, pero Sala ordenó que me redujeran, me sentaron y agarraron las manos detrás de la silla mientras ella me pegaba piñas con las manos con anillos, me levantaba la cabeza de los pelos, me pegaba rodillazos y patadas, gritando que le pidiera perdón".
Cecilia Velázquez
Ex beneficiaria de la Tupac Amaru
Presentó una denuncia ante la fiscalía de turno y el Juzgado de Control N° 1, con el aval de 27 testigos. Comenzó a trabajar con Milagro Sala en 2003 y, según declaró, en 2005 le entregaron una vivienda, pero no le dieron la escritura. "Allí vivía con mi hijo. Durante el tiempo que trabajé para Milagro Sala recibí acoso y maltratos, no sólo de ella sino también de Shakira y el hijo de Sala, Sergio Chorolque."
"Milagro Sala iba a la cooperativa donde trabajábamos y nos pegaba con un garrote mientras nos decía que en las marchas, a las que estábamos obligados a ir, teníamos que saltar, gritar e insultar", denunció. "Por los maltratos, en 2011 decidí dejar la Tupac Amaru y allí comenzó mi calvario", explicó.
"Milagro Sala me citó a la sede de la Tupac. Allí me golpeó junto a Shakira y todo su entorno. Me encerraron en un cuarto, me pegaron piñas y patadas con botines. Me insultaban y me tiraban agua fría. Me dejaron inconsciente", contó Velázquez. Tiempo después la sacaron de su vivienda por la fuerza, le tiraron todas sus cosas a la salida del barrio. "Me amenazaron con que si hacía la denuncia me mandarían a matar."
Víctor Mendoza
Ex Secretario Gremial del Sindicato Docente jujeño
Víctor Mendoza era secretario gremial de ADEP, uno de los sindicatos docentes de Jujuy, cuando fue amenazado por Milagro Sala, que se quedó con su casa.
La denuncia que Mendoza radicó ante la Brigada de Investigaciones local es de 2013. Estaba reunido con el entonces ministro de Tierra y Vivienda, Luis Cosentini, en su despacho cuando Sala irrumpió allí con un grupo de personas. "El ministro se fue del despacho. Sala comenzó a increparme y pegarme en el pecho. Yo no podía alejarme del lugar porque había seis guardaespaldas. Sala me amenazó para que no hablara mal de ella", reconstruyó Mendoza. Siempre de acuerdo con la denuncia, el gremialista fue privado de su libertad en diciembre de 2013. Ocurrió en la sede del gremio docente, donde se encontró con Patricia Jaldín, una de las dirigentes de la Tupac, que estuvo detenida. "Me pegaron, me amenazaron y me retuvieron durante cuatro horas por orden de Sala", relató. En cuanto fue liberado, Jaldín amenazó con matarlo si no dejaba su casa. "Cuando volví a buscar mis cosas, ya estaba ocupada por el hijo de Jaldín. Desde esa fecha recibí amenazas. Vivo con miedo", concluye la denuncia.