HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 7 de enero de 2016

LÁZARO BÁEZ USA ARTIMAÑAS INEFICACES Y DESPIDE A 1700 OBREROS QUE, TÉCNICAMENTE, YA ESTABAN DESPEDIDOS.


     Por Agencia OPI, Santa Cruz.- Lo que hace Lázaro Baéz en estos días a través de los medios de su propiedad, es desplegar una campaña para contrarrestar los efectos del reclamo obrero y cargarle todo el peso específico de su debacle al gobierno provincial, por el enfrentamiento que mantiene con la viuda de Kirchner, su hijo y la actual gobernadora. Esto ya lo dijimos hace días, lo que vamos a contar ahora, es cómo usa las estrategias para convencer a todos, de que es la víctima y no el victimario y promete soluciones que sabe de antemano, son inviables. (Por Rubén Lasagno) Desde hace varios días, Lázaro Baéz y los “asesores” que aconsejan al empresario en la coyuntura, han desplegado una estrategia engañosa y realmente sin sustento, para invertir la carga de la prueba y hacer aparecer al gobierno de Alicia Kirchner y por ende a la propia viuda de Néstor, como los corresponsables de la actual situación de crisis que vive el sector de la UOCRA en la provincia de Santa Cruz, al haber desfinanciado a su empresa insignia, Austral Construcciones y Kan y Costilla.
Nada más alejado de la verdad. Báez, pretende instalar que, debido a la falta de pago de los certificados de obras, los cuales el mismo 2 de diciembre Vialidad Nacional le comunicó que no se harían efectivos por falta de terminación e incumplimiento de contratos, no puede hacer frente a los 21 millones de pesos que les debe a los 1700 obreros de la construcción que trabajaron en los distintos obradores de la provincia. Lo que no dijo en este caso, es el motivo del por qué esos certificados no se han abonado. En OPI ya informamos que la semana pasada, Lázaro fue a la Subsecretaría de Trabajo para que la provincia tomara sus certificaciones a cuenta de los pagos del perosnal y de esa manera el gobierno le tramitara ante la nación, dichos certificados, por un valor de algo más de 150 millones de pesos, razón por la cual el organismo se declaró incompetente y eso terminó por romper los lazos entre ambas partes. De ahí en más la estrategia, entonces, es poner a los trabajadores en la calle para que, mediante cortes de rutas y reclamos públicos que entorpecen la vida ciudadana, presionen al gobierno para que en forma indirecta le solucionen los problemas a él. Estrategia por demás infantil y errada. 


 Desde el entorno de Lázaro, hace días han echado a rodar la bola de que en las próximas 48 horas, habrá despidos masivos de operarios, si estos certificados no son pagados y precisamente en relación a esto, el abogado de la empresa el Dr Saldivia, presentó esta tarde un escrito ante la Secretaría de Trabajo, el cual, de acuerdo al texto al que tuvo acceso OPI, expresa: “En virtud de la falta de respuesta tanto de la Dirección Nacional de Vialidad como de la Administración General de Vialidad Provincial respecto de la cancelación de los certificados de obras pendientes de pago y dada la grave situación de desequilibrio económico y financiero por el que atraviesan mis mandantes y que le imposibilita continuar con el giro normal y habitual vengo a poner en conocimiento de esta autoridad que EN EL DÍA DE LA FECHA SE CURSARÁN LOS TELEGRAMAS DE DESPIDO DEL PERSONAL DEPENDIENTE DE AUSTRAL CONSTRUCCIONES SA Y KANK Y COSTILLA SA“. Con esto, Lázaro cree que se libera de toda obligación y pasa el problema a la órbita de la provincia; y vuelve a equivocarse. El problema es que en la práctica, los obreros de Austral Construcciones SA ya están despedidos desde hace no menos de dos o tres meses, porque no hay trabajo. Jamás volverán a trabajar en un obrador de la empresa. La constructora no puede seguir construyendo nada, porque, en todo caso, debería terminar lo que hace años comenzó y como ese dinero no está, desapareció, las obras quedarán inconclusas. Por lo tanto, los 1.700 obreros no tiene trabajo, están despedidos de facto. 

 Ahora bien, lo que no dice Lázaro es que, para arreglar el problema, solo necesita 21 millones de pesos ( no 150 millones) y no los puede conseguir porque le es imposible blanquear moneda extranjera que tiene en cantidad (Euros y dólares), sin despertar sospechas en la AFIP, la DGI o la UIF. Por eso OPI publicó hace unos días, una nota donde detalla que el empresario K busca con desesperación vender figuradamente alguna de sus empresas de medios, para blanquear los 21/23 millones de pesos que necesita para pagarle a los obreros, ofreciéndole al posible interesado una comisión de 5 millones por el favor. De esto nadie habla. Ahora bien; para que Lázaro pueda despedir a 1.700 empleados, necesita tres condiciones básicas: que firmen una renuncia con consentimiento del trabajador, que se lo eche con causal o que se lo indemnice. Actualmente Báez no puede hacer nada de esto. La gente no se quiere ir por su propia decisión, no existe una causa para el despido y no tiene plata (efectivo en pesos) para pagar las indemnizaciones más las quincenas y las horas extras que debe. Una artimaña ineficaz, ensayada por Báez en las últimas horas, es poner “a disposición” de la Secretaría de Trabajo, las certificaciones que tiene para que “cobradas las mismas, de allí los trabajadores se cobren lo que él les debe”, algo que no solo suena ingenuo, sino hasta estúpido pensar que el grupo de profesionales que lo rodea, engañe con artilugios tan pobres, a gente que necesita imperiosamente el dinero para alimentar a sus familias. 

 En síntesis, la estrategia de Báez (tan lineal como ineficaz) es que dándole los certificados de obra a Trabajo, el gobierno provincial, para no tener conflicto en las calles y en las rutas, hará lo posible para que el gobierno nacional libere los fondos y una vez conseguido esto (cree Báez) llegará la plata, le pagarán a los trabajadores, el remanente caerá en sus bolsillos y entonces sí, procederá a cerrar a Austral y ya liberado de los compromisos con los trabajadores, cesará toda actividad en la provincia. Báez al dejar las “certificaciones” en Trabajo, pretende transferirle la responsabilidad a Alicia Kirchner, porque sabe de antemano que son papeles inservibles, incobrables, verdaderos “paga Dios” que no tienen ningún valor intrínseco, desde el momento en que no fueron reconocidos por el Ministerio de Planificación, ni por Vialidad Nacional, en el mismo momento en que le comunicaron oficialmente el cese de los pagos, por incumplimiento de contratos. Hace una semana Lázaro reconoció en el diario Prensa Libre, que su debacle comenzó cuando arreciaron las denuncias de lavado de dinero en marzo del 2013, tras el programa de PPT y las declaraciones que allí hicieran Fariña y Elaskar. 

Pero no es menos cierto que su verdadero problema interno, comenzó con la muerte de Néstor Kirchner y su lejana relación con Cristina Fernández. Pero eso no es todo ni el problema pasa por una cuestión de simpatías. Un ex contador de Austral Construcciones SA, le confirmó en una oportunidad a esta Agencia que tras la muerte de Néstor se sucedieron vanos intentos por establecer cuáles eran “todos los negocios comunes que tenían”, dado que muchos de ellos no eran de conocimiento ni de Cristina ni de Máximo, su hijo. El problema mayor se suscitó cuando, a raíz de toda la movida que se hizo para desviar la atención de determinadas empresas, fusionar unas, liquidar otras, cambiar directorios o modificar estructuras, además de mover fondos determinar cuentas bancarias, saldos y depósitos a plazos fijos en el exterior o cuentas numeradas en bancos off shore, aparecieron indicios claros de “una mejicaneada” (propiedades, empresas y fondos que siendo de Néstor y Lázaro, terminaron en manos de éste último), lo cual terminó por resentir las relaciones ya débiles de Cristina y Máximo, con el empresario K. Las fuentes aseguran que el propio Máximo, en más de una oportunidad, ha manifestado su bronca por la forma en que Lázaro desconoció ciertos negocios comunes que tenía con el ex presidente, en absoluta reserva. Todos millonarios, pero sin la participación de nadie más que los interesados, de los cuales, uno, murió en el 2010. Sin embargo un motivo no menos importante de este alejamiento, se generó cuando a raíz de los graves inconvenientes judiciales que comenzaron a jaquear a Báez partir del 2013, con denuncias por lavado de activos y la causa Hotesur, hubo varios cruces muy serios entre el empresario y la presidenta, con la intervención del hijo pródigo, que para entonces pretendía tomar el control de los negocios de su padre. Hoy la UOCRA provincial se mantiene, prácticamente desde lo institucional, al margen de los reclamos del sector y es que las perspectivas de construcción de las represas en el río Santa Cruz los obliga a mantener la buena relación que siempre guardaron con el gobierno de la provincia, por ese motivo, los mismos trabajadores de Austral se han quejado de la falta de apoyo a su lucha. Lázaro Báez intenta mostrarse como una víctima de un sistema que lo abandonó, cuando él era responsable de mantener a tantos trabajadores, sin embargo, es una interpretación sesgada de la realidad. Diríamos que él fue, durante 10 años, un “empresario del Estado”, de esos tantos a los cuales cuando se les corta el flujo de fondos del Estado, se caen por su propio peso, incapaces de generar recursos propios, precisamente, porque no son ni nunca fueron empresarios, solo aprovechadores y oportunistas que abrazaron el poder, se sirvieron de él y lucraron en todos sus frentes. 

Rudy Ulloa, Spolsky o Báez, son la prueba clara y patente de lo que decimos. Son cascarones huecos, subsistiendo de los fondos públicos, que cuando dejan de llegar, hacen colapsar el cascarón y todo se viene abajo. Resumiendo: Lázaro Baéz pretende poner las culpas afuera y presentarse como una víctima, tanto del gobierno de Cristina como de las denuncias públicas y judiciales que se presentaron en su contra por enriquecimiento ilícito, fraude, facturas apócrifas y lavado de dinero. Es decir, que para Báez, nada de eso existiría, en el ideario de la gente, si no les hubieran plantados esas ideas en la cabeza como si fuera una huerta. Él tiene todo en regla, nada es mal habido, nunca hubo sobreprecios ni favoritismo en la obra pública, ni existieron los alquileres truchos de Hotesur, ni los bolsos de dólares y Euros, ni las empresas en Panamá, ni la increíble compra de 25 estancias, ni las cuentas en Suiza, ni las del HCBC que les cerraron, ni las del Banco Nación con más de 400 cheques rechazados y 200 millones de deuda… nada de eso es el preludio de lo que está pasando; la culpa de todo la tiene otro, Lázaro Báez no conoce nada más que el trabajo y la dedicación con el que armó un imperio de cartón, que hoy parece desaparecer con la primera brisa que sopla y no lo favorece con el viento de cola que tuvo durante 12 años.

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