Es un hecho que el kirchnerismo optó en los últimos días por instalar el debate por la reelección en el centro de la agenda política. Lo que es difícil saber es si esto obedece a la puesta en marcha de la ofensiva final por el tercer mandato de CFK o es en cambio un globo de ensayo para detectar las reacciones de los distintos sectores, con vistas a un plan reeleccionista que recién empezaría el año que viene.
En este marco, el cristinismo estaría visualizando la formación de un frente antireelecionista con eje en Héctor Magnetto y Ricardo Lorenzetti. Las reuniones que ambos vienen manteniendo serían del máximo interés del gobierno. A todo esto, el Juez Federal en lo Civil y Comercial de la Capital Edmundo Carbone tramita el recurso de inconstitucionalidad contra la ley de medios presentado por el Grupo Clarín.
En este marco, el cristinismo estaría visualizando la formación de un frente antireelecionista con eje en Héctor Magnetto y Ricardo Lorenzetti. Las reuniones que ambos vienen manteniendo serían del máximo interés del gobierno. A todo esto, el Juez Federal en lo Civil y Comercial de la Capital Edmundo Carbone tramita el recurso de inconstitucionalidad contra la ley de medios presentado por el Grupo Clarín.
La Corte Suprema dispuso que la medida cautelar que suspendió la aplicación del artículo 161 de la ley de medios caduque el 7 de diciembre próximo. En fuentes judiciales se asegura que Carbone dictará sentencia sobre la cuestión de fondo bastante antes de fin de año. O sea que, previo paso por la Cámara de Apelaciones, el expediente podría llegar a la Corte rápidamente a través de un recurso extraordinario presentado por quien resulte perdedor (Clarín o la Casa Rosada). Este curso previsible de los acontecimientos haría que el máximo tribunal se convierta en el arbitro final de la pulseada por la aplicación de la ley de medios en una instancia critica, como será el inicio del calendario electoral.
En Olivos se sospecha que, ante la vacancia de dirigentes políticos opositores que confronten con el gobierno, Lorenzetti estaría tentado de dar el paso al frente y convertirse así en el abanderado de la anti-reforma constitucional y de la defensa de la libertad de prensa. Una versión va incluso más lejos y da cuenta de que Magnetto le habría ofrecido a Lorenzetti su apoyo para ser candidato a presidente. Fantasía o no, lo cierto es que no es la primera vez que se comentan públicamente las ambiciones políticas del jurista. En ciertos despachos de la Corte también se comenta además que otro de sus miembros, el cordobés Juan Carlos Maqueda, sería un activo impulsor de la causa anti-reforma. Maqueda tendría conversaciones con el gobernador de su provincia, José Manuel de la Sota, candidato a embarcarse en la misma empresa. Pero este magistrado también integra el círculo de amigos de Alberto Fernández, que se esfuerza por asumir el rol de operador nacional de Daniel Scioli.
Si el cristinismo lanzara su operativo reformista y este fracasara ante la resistencia de una minoría legislativa y las criticas de la Corte, no solo no habría reelección sino que la imagen de CFK quedaría dañada tal vez de un modo irreparable, Semejante deterioro, probablemente convertiría a Daniel Scioli en el candidato natural del peronismo para el 2015.
¿Ahora o nunca?
En este tablero de ajedrez, una jugada errónea del kirchnerismo que llevara al fracaso del intento de reforma, podría serle fatal. No es casual que en los últimos días varios consultores oficiales hayan recibido indicaciones de instalar en la opinión pública que CFK ya se repuso del bajón sufrido por su imagen y que esta volviendo a sus excelentes números del años pasado. Este movimiento sería parte de la justificación de la necesidad de la reelección.
Es que los tiempos se acortan y el calendario electoral impone sus límites. Si la ley que declare la necesidad de la reforma no se sanciona antes de que finalicen el 10 de diciembre las sesiones ordinarias, es improbable que esto ocurra durante las extraordinarias. Y después, a partir de marzo, el país entraría en la lucha electoral, un escenario que haría practicamente imposible reunir los dos tercios de los votos de ambas cámaras del Congreso. Se impondría así un alto en la estrategia reformista hasta después de las elecciones. Los mas decididos a avanzar sostienen que es ahora o tal vez nunca, porque un resultado mediocre en las legislativas del 2013, le pondría punto final al sueño del tercer mandato.
