Por Diario HOY.-
El juez Thomas Griesa decidió continuar con el desacato y pidió “revertir” los pasos dados por el Gobierno. El magistrado exigió que el Banco de Nueva York vuelva a ser fiduciario de la deuda nacional y dejó latente la posibilidad de sanciones
La Justicia norteamericana volvió a dar un nuevo revés al Gobierno argentino y dispuso que el Banco de Nueva York (BoNY, según sus siglas en inglés) sea restablecido como agente de pago de los títulos reestructurados de la deuda en default, eliminando a su vez la autorización otorgada a Nación Fideicomisos. La orden complementa la declaración de rebeldía que el propio magistrado dictó el pasado lunes 29 de septiembre y llega luego de que el kirchnerismo aprobara de manera exprés la controvertida Ley de Pago Soberano.
“Argentina tendrá que revertir completamente los pasos que ha adoptado que constituyen el desacato, incluido, pero no limitado a, reafirmar el rol del BoNY como agente de pagos”, reza la resolución que lleva la firma del juez neoyorkino Thomas Griesa y fue difundida el último viernes. El escrito es claro: el gobierno de Cristina Fernández deberá dar marcha atrás en sus intentos por sortear los fallos de la Justicia estadounidense para salir del desacato.
La resolución llega en medio de las denuncias realizadas por los abogados del fondo NML Capital, de Paul Singer, quienes advirtieron al magistrado que la conducta por la cual había sido dictada la medida en primera instancia continúa y le informaron que el Gobierno violó “descaradamente” las disposiciones de la Justicia estadounidense, al avanzar en el depósito de 161 millones de dólares en el nuevo agente de pagos argentino para cumplir con sus acreedores.
“El fallo tiene consecuencias de tipo declarativas.
El principal impacto es que el país se ve más alejado de la posibilidad de reinserción en el mercado financiero internacional, algo que el Gobierno viene buscando desde el cambio de autoridades en el Ministerio de Economía”, explicó a Hoy el economista y doctor en Ciencias Sociales, Julio Gambina.
Sin embargo, el profesor de Economía Política en la Universidad Nacional de Rosario puso en duda esa necesidad y remarcó que “el país no tiene por qué acceder a ese mercado, sino más bien suspender el pago de la deuda mientras se investiga el origen y la legalidad de la misma, liberando así cuantiosos recursos para destinar a la recuperación económica en la Argentina”. Lo cierto es que, lejos de ello, el kirchnerismo ha decidido continuar con sus incoherencias: “el Gobierno aprobó la Ley de Pago soberano y creó una comisión para investigar la legitimidad de la deuda, pero la lógica indica que primero debiera hacerse la investigación y después decidir qué y cómo se paga”, concluyó Gambina.
La decisión de Griesa de mantener al país en desacato es una medida poco común, pero no sin precedentes. La Justicia norteamericana tiene la potestad de hacerlo y, peor aún, de emitir sanciones en contra de los gobiernos extranjeros a fin de obligarlos a dar cumplimiento de lo dispuesto. Por su impericia, el Gobierno argentino se arriesga otra vez a sufrir las consecuencias de las pésimas decisiones tomadas durante la mal llamada década ganada.
FMI advierte su “preocupación” por la crisis de la deuda
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer su “preocupación” por las decisiones tomadas por la Justicia de los Estados Unidos en el marco del litigio que mantiene la Argentina con los llamados fondos buitre.
La entidad destacó que los fallos del juez de Nueva York, Thomas Griesa, pueden “exacerbar problemas de acción colectiva” en las reestructuraciones de deudas soberanas y planteó la necesidad de modificar los contratos futuros para evitar problemas como los que enfrenta ahora el país.
En un documento titulado Fortalecimiento del marco contractual para abordar los problemas de acción colectiva en la reestructuración de la deuda soberana, la reconocida entidad financiera internacional concluyó que el caso argentino “pone de relieve la importancia de fortalecer aún más el marco contractual existente”.
Conceptualmente lejos de la intervención de las Naciones Unidas que propugna la Argentina, el director y consejero legal del organismo, Sean Hagan, dijo estar “muy preocupado” por el caso y advirtió que “todavía no está claro” el impacto que el mismo tendrá en otros procesos de reestructuración en todo el mundo.
Los errores del kirchnerismo hacen peligrar las negociaciones de otras naciones en todo el planeta. Mientras tanto el controvertido equipo económico kirchnerista, conducido por el gurú K Axel Kicillof, continúa impulsando medidas destinadas al fracaso y sigue firme en sus incoherentes decisiones en torno a la fallida negociación con los holdouts.