Por La Capital.-
Antonio Caló, titular de la CGT oficialista, dijo que su gremio no tolerará despidos arbitrarios. Pararon los metalúrgicos en Córdoba.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) oficialista, el metalúrgico Antonio Caló, reclamó a las empresas que "esperen un poquito" antes de tomar la decisión de suspender o despedir personal. Les sugirió que primero vean "cómo viene la situación del país". Caló, titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) uno de los gremios más golpeados por suspensiones y despidos en el secto autopartista, apoyó el paro y la movilización llevada a cabo por los afiliados de la seccional Córdoba del gremio que encabeza.
En Córdoba, la protesta se inició con piquetes en las puertas de algunas fábricas y de avenidas del cordón industrial de la provincia.
El jefe de la UOM advirtió a las empresas metalúrgicas de Córdoba que la UOM no "tolerará despidos arbitrarios que ponen en riesgo la paz social de la provincia y del país".
En la zona norte de la ciudad, sobre la avenida Monseñor Cabrera se concentraron trabajadores de empresas de la zona como Electroingeniería, Valeo, Rieter, Allevard Rejna Argentina y la fundiciones Ariente y Austral.
Según estimaciones gremiales, en la provincia se produjeron más de 200 despidos.
Caló apuntó contra los empresarios y se quejó porque, según afirmó, "no esperan un minuto para ver cómo se desarrolla" la situación económica.
En declaraciones radiales, Caló desligó a la Casa Rosada de esta situación: "El gobierno no tiene nada que ver. Es un problema entre las empresas y los trabajadores".
"Yo no le puedo echar la culpa a las medidas económicas. Todos hicieron plata: los empresarios y los trabajadores", enfatizó el metalúrgico.
Y además, consideró que las empresas "tienen que tratar ahora de conservar el plantel, ya que les ha costado mucho capacitarlos.
El líder metalúrgico destacó que "estoy siempre dispuesto a conversar, si no pregunten a los dirigentes industriales metalúrgicos. Si buscan a Caló para el diálogo, encuentran a Caló para el diálogo".
En la región, la UOM enfrenta coyunturalmente dos conflictos importantes: la suspensión de los operarios de la fundición Martínez y de la mayoría de los obreros de Aros Kim.
El martes, el secretario general del gremio de los mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli, se mostró contrariado por las suspensiones en la industria automotriz y aseguró tener una "calentura perra" contra el gobierno y contra las compañías.
"Tengo una calentura perra, parece que estamos en un país de sordos y caprichosos. El problema no son los sordos sino los caprichosos, porque es un defecto humano y los peores son los brutos que creen que se pueden arreglar las cosas de prepo", dijo el sindicalista en declaraciones radiales.
Pignanelli ratificó que el gremio no determinará por ahora medidas de fuerza para protestar por las suspensiones, pero estimó que "cuando salga a la cancha" va a ser porque los operarios ya dilucidaron "con quién se las tienen que agarrar".