Por Diario HOY.-
El Gobierno le pidió a las empresas que no realicen despidos y propuso un acuerdo de precios. Se trata de más iniciativas cortoplacistas que no resuelven la crisis económica. Se anunciaron nuevas suspensiones. Gusto a poco fue lo que dejaron las resoluciones del encuentro entre los ministros de Economía, Axel Kicillof y de Industria, Débora Giorgi, con los empresarios nucleados en la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). La reunión tenía como misión buscar salidas a la situación del sector, seriamente afectado por la crisis económica que atraviesa el país y que pone en riesgo miles de puestos de trabajo.
Del encuentro participaron los presidentes de General Motors, Isela Constantini, de Renault, Thierry Koskas, y de Toyota, Daniel Herrero, y representantes, a niveles gerenciales, del resto de las empresas del sector.
Según se informó, las terminales automotrices se comprometieron ante el Gobierno a no despedir personal pese a los problemas derivados por la baja de la producción y presentarán la semana que viene a las autoridades un informe de las dificultades que tiene cada empresa como consecuencia de la caída de sus exportaciones a Brasil.
El problema es que si no se revierte la crisis económica, la cuestión de los despidos será difícil de frenar, dado que no se trata de una cuestión de voluntad empresaria, si no de corregir los factores que desencadenan semejante baja en la producción. Sin embargo, no hubo ninguna resolución con respecto a este punto.
Precios cuidados
"El gobierno quiere avanzar en un acuerdo de precios con las terminales", expresó un vocero corporativo de ADEFA, al tiempo que señaló que "además buscan frenar las importaciones". Esta fue la resolución más extraña del encuentro. El kirchnerismo pretende aplicar el esquema de los precios cuidados a la industria automotriz cuando este programa no pudo contener los aumentos en ningún supermercado.
De hecho, la iniciativa de precios cuidados del Gobierno tuvo enormes críticas de organizaciones de consumidores dado que los productos que están dentro del acuerdo escasean en los comercios, además de que la lista es reducida y de que de todas formas se siguieron permitiendo incrementos en los valores.
En definitiva, las salidas que ayer propuso el Gobierno están lejos de mostrar un futuro más promisorio con respecto a la reactivación del mercado y aunque sea una remota posibilidad de retomar el crecimiento económico.
Le prenden velas a Brasil
"El tema central de la reunión fue ver cómo se recupera el mercado brasileño", comentó uno de los participantes del encuentro. Es que el Gobierno pone todas sus expectativas en poder revertir el déficit en la balanza comercial con el vecino país, estimulando la entrada de automóviles en Brasil. Sin embargo, este problema se viene arrastrando desde el año pasado.
Los funcionarios del la Casa Rosada se comprometieron a avanzar en las negociaciones bilaterales con el Gobierno de Dilma Rousseff, para establecer un nuevo esquema del intercambio entre ambos países y explorar las posibilidades de exportar a terceros países.
En ese sentido, las fuentes recordaron que entre el 27 y 28 de este mes continuarán en Buenos Aires las negociaciones con Brasil para avanzar en un nuevo protocolo automotor que rija desde el 1 de julio.
Esos encuentros -que son continuidad del mantenido originalmente por Giorgi y Kicillof con el ministro de Desarrollo de Brasil, Mauro Borges- los llevarán adelante, al igual que lo hicieron en Brasil, los equipos técnicos de los dos países.
La idea es que con el nuevo protocolo "haya mayor equilibrio en la balanza comercial automotriz entre los dos países", reduciendo la brecha que tiene cada países para venderle al otro.
IVECO anunció que suspenderá 600 operarios
La fábrica de camiones Iveco dispuso detener su producción la semana próxima y suspender a todo su personal, estimado en unos 600 operarios, por la fuerte caída de las ventas, que en abril llegó al 40 por ciento, y por la acumulación de stock en la planta de Ferreyra.
De esta forma, las suspensiones ya estarían afectando a unos 15.000 operarios tanto en las terminales como en las empresas proveedoras autopartistas.
Según un comunicado de la compañía automotriz, la medida se adoptará "debido a la necesidad de adecuar el stock comercial a la demanda recibida en los primeros meses del año". En ese marco, un vocero de la empresa rechazó la versión de que la fábrica pueda paralizar su producción un mes.
Iveco lleva ocho días de suspensiones desde fines de abril y la primera semana de mayo. En esas jornadas se les abonó el 75 por ciento de salario a los operarios.
Otras automotrices y autopartistas han aplicado suspensiones por la caída en la actividad del sector: el martes pasado, General Motors informó que aplicará un cese de actividades un día por semana a partir de lo que resta de mayo y en junio, aunque se mantendrán los puestos de los 2.700 operarios y se pagarán los salarios, en su planta industrial de la localidad santafesina de Alvear, 10 kilómetros al sur de Rosario.
En Córdoba, la automotriz Renault había suspendido a fines de abril a poco más de 500 de sus 1600 operarios, a raíz del faltante de una pieza que impedía la producción normal del modelo Clio.
