Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Las mafias cristinistas están operando a todo ritmo y en esta semana le dieron un “correctivo” a Mauricio Macri cuando éste les dijo a sus dirigentes que exploraran una alianza con UNEN en la legislatura porteña dejando de lado a sus hasta ahora aliados K, en lo que se denominó el “pacto del real estate“. Éste consistía en que se votaba un proyecto inmobiliario para el macricaputismo y otro para los cristinistas y este acuerdo era pari passu, es decir, una obra pública para un espacio y al mismo tiempo y en forma simultánea otra obra pública para el otro espacio.
Pero como ahora el PRO está lanzado a la carrera presidencial decidió dejar de lado sus acuerdos con el kirchnerismo de capital. Justamente, el PJ porteño tendrá internas para la elección de autoridades en abril próximo y Víctor Santamaría tiene chances de ganarle a La Cámpora apoyado por Daniel Scioli. Este cambio de aliados enojó al cristinismo y especialmente a La Cámpora, algunos de cuyos dirigentes visitaron al Jefe del Estado Mayor del Ejército General César Milani.
¿Agente encubierto?
Como resultado de esas reuniones, en pocas horas le tiraron al jefe de gobierno un muerto en el Parque Indoamericano con ocupación de tierras incluida y le habrían demolido además un edificio que estaba en mal estado, donde murió un obrero de la construcción. Pero como viene ocurriendo desde la tragedia de Once, las rebeliones policiales de diciembre y otros hechos sangrientos, para el cristinismo los muertos provocados por negligencia criminal u originados en negociados pasaron a ser un número.
También hubo casos de violencia contra los propios, a los cuales el gobierno les tiene desconfianza. Así fue que el auditor Javier Fernández no acompañó la reforma de la justicia que pregonaba la presidente y su auto -con él adentro- fue baleado en el barrio de Colegiales. Fernández es uno de los operadores más importantes del oficialismo en la justicia, especialmente para Julio de Vido, y fue el que convocó al estudio del ex sushi Darío Richarte y Diego Pirota para que defendieran a Claudio Uberti y Amado Boudou.
Un sector de inteligencia de la Policía Federal que no responde al gobierno se interesó en investigar este atentado y llegó a la conclusión de que los autores materiales eran una banda mafiosa que respondía al ex intendente de José C. Paz, Mario Ishii. Éste habría sido secuestrado algunas horas, hecho que conoce muy poca gente. En ese secuestro express, Ishii habría cantado más que Pavarotti. En esas circunstancias habría confesado que él mandó a esos bandidos por encargo de Carlos “el Chino” Zannini, Secretario Legal y Técnico de la Presidencia y del general Milani, con la intención de amedrentar a Javier Fernández porque no apoyaba la colonización de la justicia. El caso es que los teléfonos del hoy senador provincial Ishii fueron pinchados por varios servicios de inteligencia y en una grabación telefónica éste, hablando con Raúl Othacehé, intendente de Merlo, le habría dicho: “Che, me enteré de que vos le armaste el robo a Massa en su casa junto con el amigo Milani”. A esto, el mandamás de Merlo habría contestado: “Pelotudo, esas cosas no se hablan por teléfono”, y le cortó.
Hace poco, cuando Othacehé se pasó al Frente Renovador, a la reunión con Massa llevó una videocámara y lo grabó al líder del Frente Renovador cuando lo indujo a descalificar a su referente, Gustavo Menéndez, que obtuvo el 34 por ciento en la elección de Merlo en octubre pasado. Unos días antes de la elección, la hermana de Menéndez tenía en una bolsa el dinero para pagarles a los fiscales para la elección legislativa, cuando entraron al local dos jóvenes parecidos a los watichurros y les robaron a la pobre mujer toda la plata. Y cuando el 10 de diciembre Othacehé asumió nuevamente como intendente, una patota suya golpeó a Menéndez y su hermana. Al enterase Menéndez de que Massa lo rifó en un video que Othacehé mandó a publicar, se reunió con su íntimo amigo y ganador de Quilmes, Walter Queijeiro, y recibieron la solidaridad de Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas. Fuentes de la bonaerense aseguran que el conflictivo intendente de Merlo sería una especie de “agente encubierto” del capo di tutti i capi, general César Milani, que le habría proporcionado los medios técnicos para grabar su conversación con Massa. Todos estos episodios demuestran que el general Milani, con su banda mafiosa de la primera sección electoral, realiza operaciones de inteligencia -con violencia incluida- contra los opositores al cristinismo. Ahora, finalmente empezaron a operar en la ciudad de Buenos Aires con la ocupación del Parque Indoamericano.