Por Carlos Tórtora/El Informador Público.- En Tigre las ambiciones políticas van creciendo a medida que las encuestas indican que sería difícil que el Frente para la Victoria pueda descontar la diferencia de alrededor de 10 puntos que le lleva el massista Frente Renovador para las primarias del 11 de agosto. Lo cierto es que en el equipo de Massa ya hay operadores que están trabajando para el que sería el principal objetivo postelectoral: que se convierta en diciembre en el Presidente de la Cámara de Diputados. Éste plan parte del supuesto, hoy bastante probable, de que el kirchnerismo pierda en octubre la mayoría en la cámara baja. Hoy por hoy, la UCR es la segunda minoría con 40 diputados, seguida por el Frente Peronista (PJ disidente), que reúne 20, y el PRO, con 11.
En el massismo las cuentas son las siguientes: el Frente Renovador podría quedarse en octubre con la mitad de las diputaciones en juego (18). A este núcleo se le podrían sumar 4 ó 5 diputados que desertarían del Frente para la Victoria. Esta acumulación seguiría con la incorporación de 3 diputados nacionales salteños que responden al gobernador Juan Manuel Urtubey. La expectativa es que a estos 25 se le agregarían entre 20 y 25 diputados más del interior, provenientes tanto del kirchnerismo como del peronismo disidente. A la hora de hacer alianzas, el PRO podría apoyar las pretensiones del tigrense si las relaciones de éste con Mauricio Macri continúan prosperando.
Si estos pronósticos se confirman, Massa podría pisar la Cámara de Diputados al frente de la segunda minoría y reclamar para sí la presidencia del cuerpo si el oficialismo pierde la minoría. Esta audaz apuesta se explicaría también por su necesidad de instalarse rápidamente en un cargo que le dé protagonismo nacional. De no lograrlo, estaría en problemas, porque el Congreso funciona como un gran neutralizador de figuras políticas. Macri pasó sin pena ni gloria por su banca y lo mismo le ocurre a Francisco de Narváez. Siendo diputado, Néstor Kirchner sólo sobresalió porque se hizo presente en la votación del proyecto de ley de matrimonio igualitario. En su meteórica carrera hacia la Casa Rosada, Massa necesita entonces empezar el 2014 asentado en un cargo de primera línea.
Tercero en la línea sucesoria
Pero semejante ascenso también tendría otros significados. El presidente de la Cámara de Diputados es el tercero en la línea sucesoria presidencial después del Vicepresidente Amado Boudou y la Presidente Provisional Beatriz Rojkés de Alperovich. Boudou está cercado por las investigaciones judiciales sobre su presunto enriquecimiento ilícito, además del caso Ciccone. Detrás de su eterna sonrisa gardeliana se advierte un toque de desesperación. Hace cuatro días justificó su formidable crecimiento patrimonial de los últimos años en las grandes sumas recibidas en concepto de viáticos como ministro de economía. Aparentemente su abogado se olvidó de advertirle que en la función pública la finalidad de los viáticos es cubrir los gastos de viajes y comisiones. Si se usan como ahorros, se estaría cometiendo malversación de caudales públicos. Si el Frente para la Victoria sale mal parado de las elecciones, es lógico suponer que la justicia federal enfatizaría las investigaciones sobre el ex vicepresidente, colocándolo en trance de ser citado a indagatoria. En cuanto a Rojkés de Alperovich, segunda en la línea sucesoria, la pronunciada caída en las encuestas de su marido puede significar que la lista de legisladores provinciales del kirchnerismo tenga serios problemas para ganar las elecciones. Con Boudou al borde del abismo y los Alperovich en retirada, ante una eventual crisis de gobernabilidad Massa estaría bastante cerca de asumir interinamente la presidencia. De acuerdo al artículo 88 de la Constitución Nacional, la Asamblea Legislativa deberá luego elegir qué funcionario quedará a cargo de la Presidencia hasta la finalización del actual mandato. Con o sin crisis, Massa apuntaría a capitalizar inmediatamente su probable victoria en agosto y octubre próximo. Tendría razón en apurarse. De Narváez en el 2009 venció a Kirchner en la elección bonaerense, pero no pudo capitalizar rápidamente su éxito en el 2011. Macri ya ganó dos veces la Jefatura de Gobierno, pero aun así le cuesta consolidar su candidatura presidencial.
