Cristina dio a entender que el asesinato afectó la salud de su esposo. Pero eso fue a raíz de la estrecha alianza que tiene el kirchnerismo con la Unión Ferroviaria. "La bala que mató a Mariano Ferreyra rozó su corazón”, dijo ayer la presidenta Cristina Fernández sobre Néstor Kirchner, en momentos en que comenzaba el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero, ocurrido el 20 de octubre de 2010. Pero no hay que engañarse: el discurso de Kirchner fue porque el sindicalista José Pedraza, titular de la Unión Ferroviaria, es socio del kirchnerismo, y avala a las privatizadas que manejan el negocio ferroviario, en alianza con los sindicalistas que rifaron el patrimonio nacional en los ‘90 y que tienen negocios con ellas a través de cooperativas.
Ferreyra fue asesinado en las inmediaciones del ferrocarril Roca a la altura de Avellaneda y Barracas. Su cuerpo fue alcanzado por una bala proveniente de una patota de la Unión Ferroviaria (UF) que se oponía al reclamo de los trabajadores tercerizados. Ayer, con el comienzo del juicio, se volvieron a escuchar cuestionamientos al Gobierno nacional por la relación que mantiene con Pedraza.
“Los que llevamos (el aporte) a la jueza de la causa para que pudiera comenzar el hilo de la investigación fuimos nosotros, fue Néstor Kirchner”, agregó la Presidenta. Sus declaraciones no hicieron otra cosa que exasperar aún más los ánimos. Lo cierto es que la relación del kirchnerismo con Pedraza tiene plena vigencia, y se vio materializada en la disputa dentro de la CGT, en la que la UF terminó siendo parte del armado sindical antimoyanista, apoyado por el Gobierno nacional. “Pedraza, desde la cárcel, colocó a los delegados de la Unión Ferroviaria en apoyo a la CGT que se llama Balcarce. Indu-dablemente, si preso con prisión preventiva por un crimen de esta importancia puede inclinar a los delegados del sindicato en favor de la CGT que propicia el Gobierno, quiere decir que está en marcha una negociación”, denunció ayer el dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira. Además, sostuvo que no ve “a Pedraza apoyando al Gobierno sin pedir nada a cambio”, y advirtió que el titular de la UF “intentó coimear a la Cámara de Casación, por lo tanto está haciendo lo imposible por ser excarcelado y salir liberado de este juicio”.
Tomada y las llamadas a Pedraza
“¡Mi querido! Escúcheme una cosa, dos cosas que le voy a decir. La mejor defensa es un buen ataque (ríe), pero antes de que me digas que me llamaste cuarenta veces y todo eso, me dijo Ciaravino (jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación) que va a recibir ahí, que le estás mandando un representante de la Unión para charlar con él...”, le decía el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, al secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, meses después del asesinato de Ferreyra.
La conversación telefónica se encuentra dentro del juicio que comenzó ayer, y da cuenta de la vinculación del Gobierno nacional con el principal acusado del asesinato de Ferreyra. La charla mantenida entre ambos apuntaba a frenar el reclamo de los trabajadores tercerizados para ser parte de la planta permanente.
Respecto a los obreros que se manifestaban, Tomada le asegura a Pedraza que “hay que empezar a trabajarlos políticamente”. La vice de Tomada en la cartera de Trabajo, Noemí Rial, también mantuvo fluidas conversaciones con Pedraza en los meses posteriores al asesinato de Mariano Ferreyra.
Los imputados y una causa histórica
Pablo, el hermano de Mariano Ferreyra, pidió una “sentencia ejemplificadora” y remarcó su esperanza de que este caso pueda “trascender los muros de los tribunales y contribuir a terminar con prácticas de sindicato empresario, de patotas sindicales y de la precarización laboral con las tercerizaciones que no se deben volver a repetir”. “Tenemos total confianza en la Justicia”, aseveró Pablo Ferreyra en las puertas de los juzgados federales de Comodoro Py, y consideró que los jueces han “tomado nota de la condena social de la sociedad” por este caso.
La resolución del juicio posee un carácter histórico, ya que podría condenarse a cadena perpetua al secretario general de uno de los sindicatos históricos del país.
Pedraza, de 68 años y con los últimos 27 al frente de la UF, está detenido desde 2011 en el penal de la localidad bonaerense de Marcos Paz y está acusado junto a su segundo en el sindicato, Juan Carlos “Gallego” Fernández, de la instigación del crimen, y los presuntos barrabravas Cristian “Harry” Favale y Gabriel “Payaso” Sánchez son señalados como autores de los disparos que mataron a Ferreyra, además de otros trece imputados, entre los cuales hay siete jefes y agentes de la Policía Federal.
Por su parte, ayer el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 21 rechazó suspender el juicio, como lo había solicitado la defensa de uno de los 17 procesados por el hecho, entre ellos el titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.
La CGT se sumó al pedido de justicia
La CGT, a partir de su Secretaría de Derechos Humanos, reclamó ayer “justicia para los asesinos del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra” y el “fin de la explotación” de los trabajadores tercerizados.
En coincidencia con el inicio del juicio a los responsables de los acusados por la muerte de Ferreyra, el gremio conducido por Hugo Moyano aseguró que el Congreso tiene en sus manos la posibilidad de “modificar” una norma que, de aprobarse, permitirá amparar los derechos de los trabajadores impidiendo su explotación.