HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

viernes, 24 de agosto de 2012

LA SOJA IMPULSA LA RE-RE; EL SUEÑO DE CRISTINA KIRCHNER: OTRO VIENTO DE COLA.


La actividad económica se ha desacelerado, la inversión ha declinado y la inflación es impresionante. Pero Cristina Fernández igual se ilusiona con el escenario macroeconómico 2013: su apuesta es que habrá un nuevo 'viento de cola' desde el exterior y eso le permitirá avanzar en su ambición de permanecer más allá de 2015. Para los opositores que ocultan su mediocridad en la esperanza de un derrumbe de la economía, el desafío es importante: para ganar tendrán que hacer política y no esperar a que la torpeza de Guillermo Moreno y Axel Kicillof lo resuelva todo.

N. de la R.: El Frente para la Victoria carece de atributos en el desempeño favorable de la economía durante los años recientes: el viento de cola hizo la tarea por ellos. Es más: hoy día, apuestan a que China siga comprando soja, que USA permanezca en sequía y que Brasil acierte en su recuperación. No hay política económica doméstica virtuosa, todo es 'viento de cola', aunque sus militantes se enojan cuando sus adversarios se lo reprochan. Entre los opositores, a su vez, escasea la política y abunda la apuesta a que el derrumbe de la economía se lleve al Frente para la Victoria. Al respecto, y aun cuando hoy día la economía parece trastabillar, hay posibilidades de otro 'viento de cola' 2013. Sería un desafío para los opositores porque ellos tendrán que demostrar, alguna vez, que la política no les resulta ajena, que lo de 2009 no fue una casualidad y que son una opción de poder más allá del precio coyuntural de la soja. Al fin de cuenta no pueden llegar al poder dependiendo exclusivamente de que el otro lo pierda. En ese contexto, es muy útil la lectura de un informe de la consultora Economía & Regiones:


El escenario internacional global continúa con una perspectiva de crecimiento modesto enmarcado en los temores sobre la sustentabilidad de la recuperación de la economía de USA, la probable profundización de la crisis europea y, al mismo tiempo, la desaceleración del nivel de actividad de China.

Es decir, para ninguno de los tres “gigantes” mundiales hay perspectivas de mejora económica para lo que resta del año. En este escenario, existe la posibilidad que la tasa de crecimiento mundial se desacelere en la segunda mitad del año. De hecho, el Baltic Dry Index, que se encuentra en los niveles más bajos de los últimos 12 meses, sugeriría que el nivel de actividad económica mundial se deslizaría hacia la baja durante los próximos meses.

En este marco, es relevante analizar si la actual coyuntura internacional y sus perspectivas de corto plazo pueden impactar negativamente en el horizonte macroeconómico de Argentina, principalmente considerando la evolución de nuestra tasa de crecimiento y haciendo hincapié en el comportamiento del empleo en nuestra economía.

El mundo juega a favor de Argentina si el precio de la soja se mantiene alto y si la tasa de crecimiento Brasil se acelera. Por el contrario, juega menos a favor si el precio de la soja y el nivel de actividad de Brasil se reducen o en el extremo se desploman. El Baltic Dry Index es un índice que mide los embarques en los principales puertos del mundo por lo cual tiene la capacidad de anticipar el nivel de actividad económica mundial durante los próximos meses corto plazo, mientras que las perspectivas de desaceleración económica en USA, Europa y China no se traduzcan en una caída del precio de la soja o en una baja tasa de crecimiento del PBI en Brasil, no serán un riesgo mayor para Argentina.

Es más, si el bajo nivel de actividad global lleva a que los principales gobiernos del mundo tomen medidas que directa o indirectamente terminan apuntalando el precio de la soja y alentando la recuperación de Brasil, este escenario internacional podría terminar siendo más positivo para Argentina en el corto plazo.

No obstante, el efecto positivo podría no prolongarse en el mediano y largo plazo.

¿Qué queremos decir? Que si las medidas económicas no logran sacar a USA de su pantano de debilidad económica y no logran que Europa termine saliendo de su crisis, en el largo plazo el crecimiento mundial terminará siendo estructuralmente más bajo, impactando negativamente sobre nuestra tasa de crecimiento.

Sin embargo, pensando en lo que queda de 2012 y en 2013, hay que preguntarse si existe riesgo (o no) que el débil crecimiento de USA, la crisis europea y la desaceleración de China hagan bajar la soja y reduzcan (aún más) el crecimiento de Brasil. Si la respuesta fuera negativa, el contexto internacional será positivo para nuestro país.

La debilidad de la recuperación económica de USA podría ser un dato favorable para Argentina en el corto plazo, porque podría apuntalar el precio internacional de la soja y estimular (indirectamente) el nivel de actividad en Brasil durante los próximos trimestres.

De continuar la debilidad económica en USA, la Reserva Federal que reconoció que “la actividad económica se desaceleró durante el primer semestre de este año” probablemente aplicaría un nuevo Q3, debilitándose el dólar aún más en el escenario internacional. Un dólar débil y un precio de soja elevado en los mercados internacionales implican un mundo que juega a favor de Argentina.

Al mismo tiempo, una tasa de crecimiento endeble en USA asegura bajos rendimientos en las economías desarrolladas y estimula que haya flujos de capitales hacia Brasil, permitiendo financiar (vía cuenta de capital) mayores niveles de consumo y de déficit de cuenta corriente y por ende de crecimiento en nuestro principal socio comercial.

La crisis europea no sería amenaza para Argentina mientras continúe “como hasta ahora”, encapsulada. Pero, si la crisis europea se transformara en una crisis sistémica, generando aversión al riesgo y vuelo a la calidad, los agentes económicos se refugiarían en el dólar, que terminaría apreciándose y bajando, en consecuencia, sustancialmente el precio de la soja.

Paralelamente con creciente aversión al riesgo, el flujo de capitales a Brasil se reduciría, obligando a ajustar su déficit de cuenta corriente por medio de una devaluación del Real y un menor crecimiento.

Sin embargo, las recientes medidas económicas adoptadas en Europa permiten pensar que lo más probable sería que la crisis europea continuara encapsulada en el corto plazo sin afectar negativamente a la soja y Brasil.

En este escenario, la coyuntura europea no jugaría en contra de nuestra macroeconomía en el corto plazo.

Por el lado de China, el actual enfriamiento de su nivel de actividad sólo sería significativo para nuestra economía si tuviera la suficiente envergadura como para hacer bajar el precio de la soja en el mercado internacional.

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