HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

miércoles, 27 de junio de 2012

EL BLANQUEO

Cristina oficializa el cisma peronista. El extenso discurso presidencial de ayer en respuesta a un hecho todavía no ocurrido -el paro con movilización a Plaza de Mayo de hoy- marca un punto de inflexión en varios sentidos. Al atacar directamente a Hugo Moyano y Daniel Scioli, CFK blanqueó por primera vez la crisis interna que se está incubando en el peronismo. Por su parte y con su acostumbrado aire de esfinge, el gobernador no recogió el guante y habló del pago de sueldos como si no hubiera pasado nada. Este blanqueo de Cristina puede interpretarse en un doble sentido: el gobierno estaría así admitiendo, por un lado, que la confrontación con Moyano es el comienzo de la ruptura del PJ. Y la serie de amenazas que ayer jalonaron el discurso querrían decir que la Casa Rosada va a contraatacar. ¿Para qué? En principio, para evitar la fuga de poder que implica generalmente el cisma de cualquier oficialismo. Desde el 2003 hasta su muerte, Néstor Kirchner demostró ser un maestro en el arte de disuadir a sus adversarios convenciéndolos de que las consecuencias de desobedecerlo serían graves. Así es que Kirchner consiguió imperar sin intervenir provincias ni sindicatos, ni encarcelar dirigentes opositores o cerrar medios de comunicación. Con el miedo fue más que suficiente. El anuncio de su candidatura presidencial por parte de Scioli primero y la rebelión de Moyano después están marcando el agotamiento de la disuasión mediante el temor y tal vez el comienzo de otra etapa: la de las represalias concretas. De ahí que la presidente se habría ayer sentido obligada a terminar con los eufemismos, declarándoles la guerra a los que no se someten a su liderazgo. VER MÁS


En última instancia, un discurso como el de ayer, destinado a realizar una demostración de fuerza, no sería sino una señal de debilidad. La explicación podría estar en que el factor determinante de la política, que es el tiempo, le empieza a correr en contra a la presidente. Si el año que viene el Frente para la Victoria no consigue un triunfo tan holgado como para garantizar que habrá reforma constitucional, Cristina pasaría a ser inmediatamente un pato rengo y, como las expectativas adelantan las crisis, la pérdida de poder podría ser muy rápida. Ya dividido por Moyano y Scioli, el peronismo podría entonces abandonar rápidamente al cristinismo como antes lo hizo con el menemismo y el duhaldismo. De ocurrir esto, la presidente tal vez se enfrentaría a la pesadilla de la ingobernabilidad dos años antes de terminar su mandato y hasta algún fiscal o juez podría animarse y empezar a procesar funcionarios. Este oscuro panorama sería más que suficiente como para convencer al cristinismo de que llegó la hora de tomar el toro por las astas.

Cambio de escenario

Tres hechos de distinta naturaleza ocurridos en los últimos días marcan la evolución hacia un cambio del escenario. Para empezar, está la primera movilización sindical masiva contra el gobierno. En segundo lugar, tenemos la misteriosa toma por el grupo Los Dragones del Yacimiento Cerro Dragón en Chubut, explotado por la Pan American Energy. La violencia del hecho, que incluyó desmanes y la reducción de 30 gendarmes, escala un peldaño en el nivel de violencia sindical existente hasta hoy. El episodio puede ser un caso aislado o también el anuncio de que renace el activismo salvaje. Tercero: en una operación que demoró apenas 45 minutos, el senado paraguayo volteó uno de los dos gobiernos bolivarianos del Cono Sur, el otro es Bolivia. La incalificable injerencia del gobierno argentino en los asuntos internos paraguayos al condenar el mecanismo constitucional del juicio político a Fernando Lugo pone en evidencia que la Casa Rosada se dio por aludida.

No parece casual que en un discurso netamente político la presidente se haya detenido ayer en aclarar que, a partir de ahora, no enviará gendarmes para controlar conflictos provinciales y que la Policía Federal no custodiará hoy la seguridad de los manifestantes que vayan a Plaza de Mayo. Lo primero parece una invitación para que se multipliquen los focos de conflicto sociales y sindicales en el interior, ya que, como es sabido, muchas de las policías provinciales carecen de capacidad para reprimir tumultos importantes. Y la quita de la policía hoy implica la comisión del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de CFK, porque el gobierno nacional es responsable por la seguridad pública en la Capital Federal. ¿Se trató en ambos casos de una instigación indirecta a la violencia? La Ley Antiterrorista 26.734 fue impulsada con gran interés por las bancadas kirchneristas de las dos cámaras. Su artículo 3° establece que cuando algún delito previsto en el Código Penal se cometa para aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, la escala se incrementará en el doble del mínimo y el máximo. En otras palabras, que la mayor parte de los delitos que se encuadren bajo esta ley dejarán de ser excarcelables.

En el gobierno se estaría ahora estudiando la posibilidad de intentar paralizar el resurgimiento opositor aplicando a su manera una normativa tan elástica como la comentada. La aparición de focos de violencia como el de Cerro Dragón facilitarían obviamente las cosas.

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