HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

miércoles, 23 de mayo de 2012

UN SCRUM ULTRA-K CONTROLARÁ EL PERONISMO PARA AISLAR A SCIOLI.

Cíclico, el PJ reedita sus crisis periódicas y la receta para surfear -o agudizar- esas crisis. En una mala hora entre Cristina de Kirchner y Daniel Scioli, el partido se suministró ayer un remedio típico e inocuo: armó una Comisión de Acción Política (CAP). Un clásico. Cada vez que el partido se zambulló en un conflicto interno recurrió a una CAP: lo hizo durante el duelo Menem-Duhalde en los 90, cuando perdió el Gobierno a principios de siglo y lo planeó, sin éxito, tras la derrota del FpV ante Francisco de Narváez en 2009. Según el manual ortodoxo, la promoción de la Casa Rosada de una comisión que excluye a Scioli clarifica una voluntad: licuar el protagonismo del bonaerense en el PJ, del que quedó a cargo tras la muerte del patagónico, para empoderar a un clan ultra-K. LEER MÁS
Las huellas de la maniobra son obvias: ¿para qué armar una comisión de 21 miembros cuando el Consejo tiene 60 efectivas? ¿Por qué crear ese grupo cuando los mandatos de los consejeros fueron, ayer mismo, prorrogados tácitamente hasta mediados del año que viene? En rigor, la cúpula aprobó el llamado a elecciones para renovar el staff partidario para el 31 de marzo de 2013. Los mandatos vigentes datan del 8 de junio de 2008 y caducaban este junio. De un plumazo, ayer se extendieron doce meses. Jorge Landau, apoderado del PJ junto con Carlos Zannini, bosquejó anoche una tesis formal para justificar la creación de la CAP: habló de la necesidad de contar, de cara a la elección de 2013, con una herramienta ágil y eficiente para intervenir en términos políticos. «Hay que unificar el discurso y bajar una misma táctica. A eso se dedicará la CAP», precisó, luego del encuentro, otro emisario cristinista. Esa lectura sugiere que la Presidente pretende revitalizar el PJ, pero administrando el proceso a través de un scrum alineado.

Benevolencia

La lectura más benévola explica la ausencia de Scioli en la comisión por la conveniencia de no superponer tareas: el bonaerense es el vice del PJ y continuará como presidente en ejercicio, por lo cual desde ese sillón interactuará con la CAP, explicó anoche un consejero híper-K. Fue con ese traje que Scioli leyó el documento de respaldo «explícito» a la Presidente. Antes y después, al llegar a la sede de Matheu 130 y en la conferencia de prensa posterior, completó el protocolo de alineación: «La conductora del justicialismo -dijo- es la Presidente». La nómina de comisionados trafica el otro mensaje: salvo el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, de vínculo fluctuante con el kirchnerismo, y el exmoyanista Omar Viviani (taxis), los demás integrantes aprueban, con matices, un examen como portadores de ADN K. El chaqueño Jorge Capitanich, el entrerriano Sergio Urribarri, la catamarqueña Lucía Corpacci y el sanjuanino José Luis Gioja rankean entre los gobernadores más cristinistas. Los ministros Julio De Vido y Florencio Randazzo, a veces raleados en el gabinete, reportan a Olivos. La delegación legislativa es la habitual armada K en el Congreso: los diputados Agustín Rossi, Carlos Kunkel y María Teresa García, y los senadores Aníbal Fernández, Miguel Ángel Pichetto y Beatriz Rojkés. Lo mismo ocurre, entre los alcaldes, con Julio Pereyra. La Cámpora metió el 100%: tiene dos consejeros, Juan Cabandié y José Ottavis, y colocó a ambos en la CAP. Andrés «Cuervo» Larroque, Wado de Pedro y Mariano Recalde estuvieron presentes en la cumbre como veedores, al igual que Juan Manuel Abal Medina. Ninguno es consejero. La rama sindical tiene su traducción para la CGT: en la comisión, digitada por Cristina de Kirchner, figuran el metalúrgico Antonio Caló, candidato K para reemplazar a Hugo Moyano, Andrés Rodríguez, jefe de UPCN y operador de ese armado, y Viviani. Los tres levantaron la mano para aceptar la renuncia de Moyano y Julio Piumato al PJ. Héctor Recalde, abogado histórico del camionero y consejero, tuvo un gesto de caballeros: pidió que quede asentada su abstención en el tratamiento de las dos dimisiones. El exjefe de Gabinete Alberto Fernández no tuvo siquiera esa suerte: su caso ni fue mencionado. Expeditivo, el PJ liquidó todo en 49 minutos. Lo hizo a cuatro año y ocho días de su normalización, el 14 de mayo de 2008, día en que proclamó a Néstor Kirchner como jefe partidario, luego de una larga temporada -duró cinco años: de 2003 a 2008- de acefalía e intervención judicial.

Entradas populares

ARCHIVO DEL BLOG