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| LA CGT de los 90 impulsa la salida del jefe camionero. Foto: LA NACION |
La oposición dice que tiene mayoría, pero no quiere ir a elecciones. Unidos para desbancar a Hugo Moyano de la conducción de la CGT, unos 74 gremios de distintas líneas sindicales declararon ilegítimo el llamado a elecciones que hizo el jefe camionero y decidieron no participar del encuentro que oficializará hoy los comicios del 12 de julio, en el que se votarán a las nuevas autoridades de la central obrera. La disidencia moyanista impulsa la unidad en la CGT, un anhelo casi imposible. LEER MÁS
Incluso, hasta en el mismo sector, salieron ayer a la luz cortocircuitos durante una reunión en el séptimo piso de la sede de la Uocra. Fue a la hora de ungir a un candidato para que compita en una eventual elección con Moyano. El dirigente Antonio Caló reúne el respaldo de una mayoría, pero el aval no es unánime. El grupo de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios) planteó más de un reparo sobre la designación del líder metalúrgico. Ellos prefieren impulsar un nombre propio o consagrar a un triunvirato, con un representante de cada sector, según comentó Oscar Lescano, de Luz y Fuerza. La alternativa planteada por Lescano fue descartada tajantemente por los otros miembros de la oposición, entre los que conviven ex moyanistas, la numerosa tropa de gremios que comulga con Luis Barrionuevo y dirigentes sindicales vinculados con el Estado. A pesar de no asistir hoy al comité confederal que oficializará la elección cegetista, la disidencia moyanista podrá aún presentar una lista propia el 12 de julio, cuando se defina la nueva conducción en un congreso de delegados que se desarrollará en el microestadio de Ferrocarril Oeste.
Incluso, hasta en el mismo sector, salieron ayer a la luz cortocircuitos durante una reunión en el séptimo piso de la sede de la Uocra. Fue a la hora de ungir a un candidato para que compita en una eventual elección con Moyano. El dirigente Antonio Caló reúne el respaldo de una mayoría, pero el aval no es unánime. El grupo de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios) planteó más de un reparo sobre la designación del líder metalúrgico. Ellos prefieren impulsar un nombre propio o consagrar a un triunvirato, con un representante de cada sector, según comentó Oscar Lescano, de Luz y Fuerza. La alternativa planteada por Lescano fue descartada tajantemente por los otros miembros de la oposición, entre los que conviven ex moyanistas, la numerosa tropa de gremios que comulga con Luis Barrionuevo y dirigentes sindicales vinculados con el Estado. A pesar de no asistir hoy al comité confederal que oficializará la elección cegetista, la disidencia moyanista podrá aún presentar una lista propia el 12 de julio, cuando se defina la nueva conducción en un congreso de delegados que se desarrollará en el microestadio de Ferrocarril Oeste.
NO AL PERSONALISMO
En diferentes diarios de hoy, la oposición sindical publicó una solicitada con un llamado a la unidad. En el mensaje se destaca una crítica subterránea al personalismo con el que Moyano ejerció el poder de la CGT desde 2004 hasta la actualidad. Pero, sobre todo, la disidencia afirma allí que cuenta con una mayoría de congresales habilitados para elegir a una nueva conducción cegetista. "Tenemos un 70 por ciento de los congresales, somos mayoría", se autoproclamó como ganador el estatal Andrés Rodríguez. Además, acusó de "ilegítimo" y "parcial" al quórum conseguido por Moyano en abril para convocar a la renovación de autoridades. "Así no vamos a participar", dijo. Sin cifras oficialmente confirmadas, la oposición afirma que agrupa a 1200 congresales de los 2000 que participarían de un eventual comicio, según precisó Gerardo Martínez, de la Uocra. Sin embargo, la estrategia previa será intentar convencer con las estadísticas a Moyano para que baje su candidatura. El objetivo es evitar llegar a la elección de julio próximo con dos aspirantes, lo que llevaría a una inminente y nueva fractura del movimiento obrero. De no alcanzar un acuerdo con Moyano, surgen dos posibilidades: la creación de una nueva CGT o la definición en las urnas, lo que aspira el jefe camionero. "Si gana democráticamente lo vamos a acompañar", garantizó Rodríguez, de UPCN, que será el encargado de negociar personalmente con Moyano. Una postura similar había tenido Caló. "El que gana conduce y el que pierde, acompaña", pidió el metalúrgico.
POSIBLE FRACTURA
El antecedente más cercano sobre una elección de secretario general que no se haya definido por convenio terminó con un quiebre entre la CGT Azopardo, conducida por Saúl Ubaldini, y la CGT San Martín, a cargo de Güerino Andreoni, en 1989. Aquella vez, el desenlace fue a mano levantada. Ahora, Moyano anhela que sea a través del voto secreto y directo de los congresales. Sueña con un final épico. La disidencia, en cambio, prefiere evitar a toda costa la elección, a pesar de que afirman que gozan de una amplia mayoría. Temen por las reglas y la transparencia de los comicios. También por la seguridad. "Puede terminar a los tiros", vaticinó ayer un dirigente. "No es una cuestión de números y de ver quién tiene más o menos congresales. Las autoridades se eligen por mayoría y nosotros la tenemos. Queremos que se actúe a partir del consenso", sentenció el dirigente Héctor Daer, referente del gremio de Sanidad. Con el visto bueno de la Casa Rosada, la disidencia moyanista se fortaleció y le quitó apoyos determinantes al jefe de los camioneros. Ahora, prevé afinar su estrategia para convencerlo de que baje su candidatura y desbancarlo definitivamente del liderazgo de la CGT. El desenlace, por el momento, es incierto.
PROTAGONISTAS DE AYER Y DE HOY
En junio de 1997, el entonces presidente Carlos Menem recibió a la cúpula de la CGT: Gerardo Martínez, Luis Barrionuevo y Andrés Rodríguez, entre otros.
AVANZA EL PLAN POR LA REELECCIÓN
Hugo Moyano prevé continuar hoy con los pasos formales para lograr su tercer mandato consecutivo al frente de la CGT, a pesar de la impugnación de la oposición a su llamado a elecciones para el 12 de julio próximo. Con la presencia exclusiva de los aliados al dirigente camionero, se descuenta que el comité confederal cegetista oficializará hoy el congreso que elegirá a las nuevas autoridades sindicales. "Todos los pasos fueron legales, legítimos y estatutarios. Estamos poniendo en marcha la elección del nuevo consejo directivo", respondió Juan Carlos Schmid a las acusaciones de la disidencia por la ilegitimidad de la convocatoria a los comicios. Se le objeta al moyanismo no haber logrado el quórum en la reunión de consejo directivo del 24 de abril pasado, cuando se activó el mecanismo para llamar a la elección. En aquella jornada, los laderos del camionero informaron que habían participado 21 representantes sobre 35. Es decir, más de la mitad más uno, el número mínimo de miembros exigido para validar el llamado. "Las fuerzas de congresales están parejas. Habrá un tira y afloja hasta el 12 de julio. El problema es político", consideró Schmid. En el moyanismo temen que el Gobierno se involucre en la interna y decida darle pie al pedido de impugnación de la disidencia. El camionero, en tanto, no prevé dar marcha atrás y va por otro mandato.
