Industriales confían en que el secretario, y su influencia con la presidente, frene reclamos sindicales.
Muchas cámaras empresarias, incluyendo la propia Unión Industrial Argentina (UIA), se sumaron en los últimos días a la tendencia general: apoyarse y ponderar hasta el límite a Axel Kicillof. Los dirigentes ven en el viceministro de Economía casi la única alternativa posible para terminar de frenar las embestidas de los sindicatos en las paritarias 2012, e intentar sostener la meta de aumentos salariales del 20%.
Dos hechos recientes hacen creer que Kicillof puede torcer el rumbo de lo que parece casi inevitable a estas horas: que la meta de aumentos de sueldos para este año supere el 24%, y en algunos casos estén más cerca del 30 que del 25%. Suponen los industriales que Kicillof tiene hoy una llegada directa sobre Cristina de Kirchner que no logra otro funcionario; y que, aunque no coincidan con su visión general sobre la marcha de la economía (más bien creen todo lo contrario de lo que despliega el secretario en cuanto a cómo se debe defender el modelo) saben que a esta altura es una de las pocas cartas que quedan por jugar.
Sucede que Kicillof está trabajando desde febrero pasado en los llamados «Comités de Competitividad», lanzados por orden de la jefa de Estado, y que tienen el deber de estudiar la situación de los diferentes rubros centrales de la economía, para que luego se avale un anuncio de aumento potencial que reclame un sindicato. La suba de sueldos debería depender así de lo que este Comité considere prudente y necesario, y no de lo que los gremios reclamen o los empresarios ofrezcan. Aunque al principio, sobre todo en el momento de pedir datos, los industriales vieron este avance como una intromisión; las últimas y alarmantes reuniones de paritarias con los reclamos de aumentos salariales de más del 24% (incluyendo la de varios aliados oficiales como la UOM), hicieron cambiar de opinión.
Dos hechos abonan esta teoría. Se recordaba la semana pasada que fue la presión de Kicillof la que hizo que la Presidente diera marcha atrás con las restricciones para las empresas que exporten hasta u$s 2 millones, que volverán a operar con el sistema anterior a las trabas impulsadas por Guillermo Moreno. Los industriales incluso aseguraban que fue Kicillof el que habló con Cristina de Kirchner, explicándole que estas imposiciones terminarían en un descalabro para las pymes, y en contra de lo que opinaba el secretario de Comercio Interior. Incluso se mencionaba que en el discurso del jueves pasado en la Casa de Gobierno, donde la Presidente anunció la medida, la jefa de Estado mencionó una conversación con Moreno para tomar la decisión, asegurando que fue éste en realidad quien la convenció, sólo para no alterar los ánimos morenistas. La marcha atrás había sido reclamada largamente por la UIA de José Ignacio de Mendiguren, que buscará desde esta misma semana muchas reuniones semanales más con el secretario.
El otro hecho que se mencionaba en el currículum reciente de Kicillof, fue el cierre de la paritaria más importante hasta ahora, la de los choferes de media distancia, que agregaron un alza salarial del 18% a partir de datos que defendieron en tándem hace un mes, el secretario y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Esos datos de competitividad aparecían con el primer trabajo del «Comité de Competitividad» de Kicillof y sus economistas.
Los gremios ven a Kicillof y sus enviados con desconfianza. Uno de los popes gremiales del sector servicios (peronista ortodoxo que milita entre los «gordos» encabeza la embestida contra Moyano), dijo en los últimos días con malhumor que «apareció un pibe sin corbata, con dos aritos, uno en la ceja, y me dijo que el aumento para mi sector tenía que ser de no más del 20%». Según completó el gremialista, «No lo puteé, porque soy educado».
Esta semana continuarán las discusiones paritarias con varios de los gremios en plena etapa de conflicto: la UOM, los bancarios, alimentos, comercio y distribuidoras eléctricas tendrán sus nuevos combates dialécticos sobre cómo se cerrarán sus aumentos salariales de este 2012.
