Mientras baja la imagen positiva de CFK. En las filas de la dirigencia peronista empieza a registrarse la creciente pérdida de iniciativa del gobierno y, sobre todo, un dato numérico. Según al menos una consultora, la imagen positiva de la presidente habría descendido por debajo del 50%. Pero lo más importante es que la tendencia seguiría hacia abajo. Carlos Tórtora/El Informador Público.
En algunos círculos del peronismo bonaerense se hace el siguiente cálculo: si Cristina baja hasta cerca del 40%, podría generalizarse un estado deliberativo en la dirigencia del PJ, lo que incluiría la aparición de voces críticas sobre la marcha de la política económica. Nadie cree que esto vaya a pasar antes del segundo semestre y, mientras tanto, se suceden las reuniones reservadas en las que se comenta el creciente aislamiento presidencial, reforzado por el estruendoso fracaso de su criatura política, Amado Boudou y la incapacidad de La Cámpora para penetrar en las filas peronistas. Proyecto en ciernes En este clima plagado de versiones, en el festejo del cumpleaños de Jorge Macri el sábado pasado se habló del avance de las conversaciones entre Mauricio Macri y Sergio Massa. La meta sería una alianza para que el primero sea candidato a presidente y el segundo a gobernador, arrastrando una importante franja del voto peronista. No son pocas las dificultades para que este plan llegue a buen puerto, porque antes están las elecciones del año que viene. Massa trataría de evitar que se precipite su ruptura con la Casa Rosada, porque Gabriel Mariotto y La Cámpora podrían complicarle seriamente la gobernabilidad en Tigre. Sin embargo, la tensión tiende a aumentar, porque algunos dirigentes que responden a Hugo Moyano ya estarían trabajando en la primera sección electoral en el proyecto Macri-Massa, lo que pone aún más en alerta al cristinismo. El espacio que hoy por hoy es el laboratorio del proyecto está compuesto por los municipios de Tigre, San Martín, San Fernando y Vicente López. En los primeros tres reina el massismo y en el último gobierna Jorge Macri.
En algunos círculos del peronismo bonaerense se hace el siguiente cálculo: si Cristina baja hasta cerca del 40%, podría generalizarse un estado deliberativo en la dirigencia del PJ, lo que incluiría la aparición de voces críticas sobre la marcha de la política económica. Nadie cree que esto vaya a pasar antes del segundo semestre y, mientras tanto, se suceden las reuniones reservadas en las que se comenta el creciente aislamiento presidencial, reforzado por el estruendoso fracaso de su criatura política, Amado Boudou y la incapacidad de La Cámpora para penetrar en las filas peronistas. Proyecto en ciernes En este clima plagado de versiones, en el festejo del cumpleaños de Jorge Macri el sábado pasado se habló del avance de las conversaciones entre Mauricio Macri y Sergio Massa. La meta sería una alianza para que el primero sea candidato a presidente y el segundo a gobernador, arrastrando una importante franja del voto peronista. No son pocas las dificultades para que este plan llegue a buen puerto, porque antes están las elecciones del año que viene. Massa trataría de evitar que se precipite su ruptura con la Casa Rosada, porque Gabriel Mariotto y La Cámpora podrían complicarle seriamente la gobernabilidad en Tigre. Sin embargo, la tensión tiende a aumentar, porque algunos dirigentes que responden a Hugo Moyano ya estarían trabajando en la primera sección electoral en el proyecto Macri-Massa, lo que pone aún más en alerta al cristinismo. El espacio que hoy por hoy es el laboratorio del proyecto está compuesto por los municipios de Tigre, San Martín, San Fernando y Vicente López. En los primeros tres reina el massismo y en el último gobierna Jorge Macri.