LADRIPROGRESISMO PREOCUPADO
Del triunfo de Rajoy a la frivolidad de Boudou/Zelig
Amado Boudou, Horacio Verbitsky desde el paragubernamental Página/12, y el programa 678 desde el gubernamental Canal 7, intentaron, a la vez, cuestionar el triunfo democrático del Partido Popular en España. Es obvio: todos ellos con intereses creados en la permanencia de Cristina Fernández, zozobran ante cualquier posibilidad que pueda iniciarse una corriente de opinión adversa al discurso del Frente para la Victoria.
En su versión dominical, el programa 6 7 8, que produce el clientelar Diego Gvirtz para el gubernamental Canal 7, decidió cuestionar el democrático triunfo en las urnas del Partido Popular español, que convertirá en presidente del Gobierno a Mariano Rajoy.
En definitiva, una abrumadora decisión del electorado español que corresponde festejar como toda fiesta democrática, y no anticipar evaluaciones cuando el contenido del plan de gestión de Rajoy todavía es desconocido.
Además, los electores españoles, ni siquiera los del PP, han cuestionado el triunfo de Cristina Fernández el 23/10, pese a que ella sigue sin pagarle a España el pasivo financiero incluido en el Club de Paris.
¿Por qué debería inquietarle al Frente para la Victoria un comicio tan transparente y de resultado inobjetable, al punto que a las 22:30 hora de Madrid, el presidente del Gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, y el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamaron a Rajoy para felicitarlo e iniciar el traspaso de poderes.
Al menos hasta ahora, lo de Rajoy ha sido muy prudente. Él habló a los españoles con mesura, e intentando superar divisiones:
"(...) Y quiero, inmediatamente, dirigirme a todos aquellos que hoy no nos han votado, para decirles desde este primer momento que estoy plenamente decidido a ser el Presidente de todos y a anteponer siempre, en toda ocasión, el interés general a cualquier interés particular; que gobernaré al servicio de España y de los españoles, procurando que por ninguna circunstancia nadie se sienta excluido de la tarea común.
Nadie tiene que sentir inquietud alguna. No habrá para mí otros enemigos que el paro, el déficit, la deuda excesiva, el estancamiento económico y todo aquello que mantiene a nuestro país en estas críticas circunstancias.
Estamos ante una hora decisiva de España, ante uno de esos cruces de caminos que van a determinar el futuro de nuestro gran país, no ya en los próximos años, sino en las próximas décadas. Y, en estos momentos decisivos, es cuando se mide el temple de los hombres y de los pueblos.
Sé muy bien lo que nos toca. Para nadie es un secreto que vamos a gobernar en la más delicada coyuntura en que se haya encontrado España en los últimos treinta años.
Pero desde esta hora quiero decirles a todos los españoles que en el compromiso que asumimos con ellos, no solo vamos a darlo todo, sino que vamos a darlo con todos. Que solo habremos salido adelante si salimos todos juntos. Y que, para conseguirlo, todos tendremos que aportar lo mejor de nosotros mismos. (...)".
Pero la decisión del Frente para la Victoria fue instalar que en España ganó el ajuste y que Rajoy resulta un gobernante peligroso (en 6 7 8, Sebastián Etchemendy, un ejemplo de cuánto ha caído la Universidad Di Tella con la gestión del rector Ernesto Schargrodsky, explicó que no hay que quitarle el foco a la economía para no perder los progresos de las minorías como el matrimonio igualitario, y se le escapó "Ganó el franquismo", aunque luego corrigió: "Bueno, los herederos del franquismo").
El guión básico de ese segmento de 6 7 8 fue una nota que escribió el militante cristinista Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, desde el diario paragubernamental Página/12.
Verbitsky viajó a Europa a pasear su ego mientras recibía algunos premios de instituciones ideológicamente afines a su particular visión de la historia, y comparó lo que sucede en España con la Argentina de 1989 (salida anticipada de Raúl Alfonsín) y de 2001 (caída de Fernando De la Rúa).
Es elocuente la preferencia por la superficialidad en los análisis de Verbitsky pero resulta más que llamativo lo que ocurre con su visión de los sucesos que transcurren en Europa y que impactan, por ejemplo, en España.
Sin embargo, el productor televisivo Diego Gvirtz utilizó ese escrito como guión y el ministro de Economía, vicepresidente de la Nación electo y guitarrero conspicuo del FpV, Amado Boudou, se sentó en el estudio de TV para brindar su opinión al respecto.
¿Qué es lo que tanto molestó al FpV respecto de un resultado electoral español previsible desde hace semanas?
Sí, es cierto que Mauricio Macri y su PRO son socios regionales del Partido Popular, pero... hoy día Macri es casi un aliado del FpV en cuestiones tales como la aprobación escandalosa de un Presupuesto 2012 totalmente desajustado.
Sí, es cierto que Martín Redrado acaba de ser expositor en la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), de José María Aznar, el ex líder del Partido Popular, pero... fue una presentación académica sobre macroeconomía, no una acción política.
Sí, es cierto que Rodríguez Zapatero ha sido un aliado de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (gracias a él, por ejemplo, se modificó la estructura accionaria de YPF, empresa de Repsol; y se pudo destrozar a Marsans en Aerolíneas Argentinas), pero... ¿qué podría impedirle a la Presidente argentina mantener una relación fructífera con Rajoy, considerando la cantidad de intereses empresariales bilaterales?
En verdad, el tema es otro.
El Frente para la Victoria mantiene un discurso de que no hay espacio para el ajuste, cuando ya ha comenzado a ajustar.
Y 6 7 8 es un programa para sus militantes, a quienes hay que convencerlos de que ajuste es el de España nunca el de Cristina.
Gvirtz hizo preguntar en off si los llamados "indignados" realizarán medidas contra Rajoy tal como lo hicieron contra Zapatero. Antes que nada, habría que ubicar todo en contexto: con seguridad habrá protestas y reclamos en España pero considerar que los mediáticos "indignados" resultan una fuerza social importante es una estupidez considerable.
El PP acaba de obtener una legítima cantidad de sufragios que supera en mucho a cualquier acumulación de los "indignados", y puede movilizar tanta gente en las calles que ocultaría a la que los "indignados" reunieron en Madrid.
Luego habló Boudou, quien dijo que los sucesos españoles plantean una encrucijada entre "democracias tituladas vs. democracias reales".
¿Quién podría poner en duda la democracia española porque ganó Rajoy? Insostenible el autoritarismo implícito en el razonamiento de Boudou.
Segun Boudou, Europa habla de economía pero la crisis es un tema político que es la disputa entre "la agenda de los poderes concentrados y la posibilidad de cambiar esa agenda, tal como lo hicieron Néstor Kirchner y Cristina, quienes le dieron un sentido a la democracia estableciendo que la agenda es la del pueblo y no la de los poderosos".
Personaje curioso este Leonard Zelig marplatense, provisto de la capacidad sobrenatural, igual que el personaje cinematográfico de Woody Allen, de cambiar su apariencia adaptándose al medio en el que se desenvuelve, por lo que es conocido como el hombre camaleón.
Boudou cuestionó que ex ejecutivos de Goldman Sachs se encuentren en los nuevos gobiernos de Grecia e Italia... justo él, amigo íntimo del banquero Jorge Brito desde que los presentó Sergio Massa, otro integrante de la logia del Banco Macro que bendijo Néstor Kirchner.
Boudou cuestionó como una afrenta a la democracia ("justo en Atenas, donde nació la democracia") que se hubiese suspendido el plebiscito en Grecia acerca de qué hacer con las obligaciones con la Eurozona, y dijo que fue otra demostración de que los poderosos amenazan a las mayorías.
Boudou, segun quien "todo es culpa del Banco Central Europeo", también explicó que la clave para que la Argentina no comparta el destino de España consiste en mantener muy elevado el empleo. Sin embargo, para eso resulta imprescindible reforzar el proceso de inversiones, que es insuficiente en la Argentina y para compensar el déficit se ubicó al gasto público en niveles preocupantes.
Ya que él lo plantea, resultará muy interesante conocer cómo evolucionará en las próximas semanas la relación entre el gobierno que él integra y el frente sindical.
Al parecer, para Boudou -hipócrita de corto alcance- aqui no hay ajuste porque ajuste es el de Europa, y hay que esforzarse para que en la Argentina no se levante un Rajoy.
Acerca de este tema vale la pena compartir un fragmento de la columna de Mariano Spezzapria, de la agencia Noticias Argentinas:
"La procesión de los gobernadores peronistas a Santa Cruz, donde cerraron filas bajo la conducción "natural" de Cristina Kirchner, terminó de conformar un escenario político en el que ya son evidentes los preparativos del oficialismo para afrontar el aterrizaje de la actividad económica.
Por cierto que ninguno de los gobernadores habló del tema en Río Gallegos, pero habría que preguntarse para qué necesita la Presidenta semejante ratificación de su liderazgo cuando viene de obtener la reelección con el 54% de los votos.
La respuesta, a priori, es una sola: sólo con un peronismo encolumnado el Gobierno podrá afrontar los tiempos que vienen, a todas luces más austeros que los actuales, con un horizonte de decisiones complejas por tomar y ante el riesgo consabido de terminar fogoneando el mal humor popular.
El ejemplo más concreto es el recorte de los subsidios a los servicios de agua, luz y gas en el que se embarcó el Gobierno por una orden directa de la Presidenta. Por ahora no puede ser calificado como un tarifazo, pero el procedimiento tal vez alcance esa dimensión cuando se extienda a vastos sectores de la población en los próximos meses.
Tampoco el mecanismo elegido para implementar el ajuste, trasladando a los usuarios la responsabilidad de decidir sobre la continuidad de los subsidios, parece ser el mejor camino a seguir. Y pronostica, por ende, un sin fin de problemas metodológicos que sólo una política más gradual podría atemperar.
Para el Gobierno, sin embargo, no parece haber demasiado tiempo disponible. Al menos eso es lo que sintieron funcionarios del Ministerio de Planificación cuando les advirtieron que si no encontraban rápidamente la forma de reducir los subsidios, sería enviado Guillermo Moreno en persona a cumplir esa misión.
"Deje de decir que se está yendo", le pidió Cristina a Moreno la última vez que se vieron en la quinta de Olivos. El funcionario demostró ser un todo terreno convocado por la Casa Rosada cada vez que las papas queman. Su particular intervención en el mercado de cambios fue muy comentada la semana que pasó.
Existe una suerte de folclore del empresariado para competir por la historia más truculenta de las "apretadas" de Moreno. Las anécdotas, claro está, tienen una base de verdad y el Gobierno las deja correr, fomentando la idea de que no está dispuesto a dejar que lo lleven por delante.
El riesgo, en este punto, es que los estrategas oficiales crean que solucionaron el problema de fondo que encierra la presión sobre el dólar, cuando en realidad esquivaron una maniobra especulativa que se acentuó tras las elecciones. Una maniobra a la que el propio Gobierno le dio aire al implementar medidas de dudosa efectividad. (...)".
