Argentina convulsionada: 122 piquetes en todo el país. La semana pasada volvió con fuerza la protesta social con piquetes incluídos provocando un caos en la ciudad. Esos hechos llevaron a la ministro de Seguridad, Nilda Garré, a acusar de "extorsivos y salvajes" los cortes de calles de estatales y movimientos sociales. Pero esta semana son los transportistas los que mantienen hace tres días un paro con 122 cortes en todo el país. Es el inicio de un año difícil en materia salarial. Los piquetes están de regreso en todo el país.
Se complica la situación social en la Argentina y el cristinismo empieza a perder el control de ‘la calle’ cada vez más evidentemente ante los reclamos salariales y económicos de distintos sectores que la semana pasada pusieron en jaque a la Capital Federal con cortes de calles y manifestaciones y que esta semana tiene su correlato en el paro de los transportistas que si bien es menos visible en los medios, ya lleva tres días y registra 122 piquetes en todo el país.
El paro de los transportistas de cereales arrancó con 122 cortes en 5 provincias, incluida Buenos Aires. Lo lleva adelante la Federación de Transportadores Argentinos (FETRA) y mantiene bloqueos en los principales puertos de granos del país, mientras continúa el diálogo entre dirigentes de la entidad y el gobierno para intentar destrabar el conflicto.
Directivos de FETRA estaban reunidos esta noche (21/03) en la Secretaría de Transporte para tratar de llegar a una solución que ponga fin a la medida de fuerza que se inició el lunes (19/03) e impide la carga de granos en los puertos en pleno avance de la cosecha de soja y maíz.
El responsable de prensa de la entidad, Edgardo Aniceto, sostuvo que "se están ajustando los detalles en cada uno de los puntos" reclamados. A su vez, manifestó que "no cayó bien" el rechazo expresado por las entidades que conforman la cadena de comercialización de granos (exportadores, acopiadores, Bolsas de Cereales, ruralistas, etc) a la medida de fuerza lanzada por FETRA, a la que consideraron como "una acción intimidatoria sobre un reclamo abusivo e ilegal que se trata de imponer en el momento en que se está levantando la cosecha".
"Lo tomamos como de quien viene. No nos cayó bien, pero no podemos distraernos en andar contestando", dijo Aniceto.